viernes, 30 de enero de 2015

Histerismo de la plutocracia financiera


Cuando un partido político se encuentra inundado hasta las cachas de corrupción, sus dirigentes más representativos suelen ponerse histéricos y hasta neuróticos, pensando que los acontecimientos pueden pasarles una factura elevada próximamente. Entonces reaccionan del modo más esperpéntico posible en lugar de empezar a reconocer lo que es verdad y poner remedio a tantos males. Siempre es posible hacerlo, aunque los tribunales de justicia contraigan, cada vez más, el estrechísimo cerco.


Todavía no ha pasado una semana del triunfo de Tsipras en las elecciones griegas y ya se han producido todo tipo de reacciones, sin dejar pasar ni un solo día. A la cabeza se encuentra Alemania, que endurece su postura de negociación con el fin de que otros países periféricos no se contagien. No importa Grecia, sino las posibles consecuencias. No importa ni siquiera a los griegos con más poder económico, que ya están sacando el dinero de los bancos ante la perspectiva del fin de la austeridad. ¿Concesiones? Si fuera posible, ni una, y, si no hay más remedio, las mínimas. No se debe olvidar que los recortes y ajustes económicos han hundido al PASOK. ¿Que intentan hacer ahora de nuevo?


España, adalid y sierva de Merckel da sus campanazos. De Guindos ha alertado que Grecia necesita financiarse y esto sólo lo hacen los mercados, si cumple los compromisos contraídos, que se reducen a pagar las deudas. Conviene recordar que De Guindos fue presidente de la filial española del banco de inversión Lehman Brothers, que quebró en 2008. Es decir, que fue uno de los responsables del desastre como lobo que vigilaba las ovejas. Éstos son hechos, no interpretaciones. Éste es el hombre que está proclamando que nosotros creceremos al 7%. Cuidado: hay que saber de dónde venimos. Ahora los españoles tendremos que pagar la deuda de 28.000 millones que España ha prestado a Grecia. Pero, ¿qué españoles se los han prestado? Los de a pie no, que tampoco son responsables de la crisis. Habrá sido el actual Gobierno, pero entonces, ¿por qué no los paga este gabinete que lo hizo bajo su entera responsabilidad y sin contar con nadie? Yo lo doy, pero exijo luego que pague su cuenta cada español. Una banda de ladrones y sinvergüenzas es lo que son.

González Pons riza el disparate comparando a Syriza con Otegui. Como Otegui celebra el triunfo de este partido, esto no puede ser una buena noticia para los españoles. Qué manera de desbarrar, que tendrá que ver lo uno con lo otro. A él no le gusta, deje en paz a los españoles. ¿Cómo se va a quedar atrás Rajoy? "Prometer cosas imposibles genera frustración", dice sobre Syriza. Cuánto sabe de esto este gran pillo, que no ha dejado de mentir a los españoles desde que llegó. Apoyó a Samaras, que ha perdido, lo que no le ha impedido felicitar a Tsipras.

¿Qué decir del cínico Montoro, tan solícito para investigar lo que ha cobrado Monedero, encubriendo "gastos que no son reales", y que se desentendió de las denuncias interpuestas a Jordi Pujol? Este personaje no debe haber encubierto nada. Este es el hombre que salvará Hacienda. Es un asco hacerse así el sueco.

Las plutocracias financieras no han perdido un segundo en reaccionar. La prima de riesgo griega ha superado los 1000 puntos y su bolsa ha caído a casi la mitad. El poder financiero está muy inquieto y es capaz de no respetar las elecciones democráticas, hundiendo todo lo que haya que hundir. ¿Qué es esto? El euro se deprecia frente al dólar.

A todo esto, ¿qué acciones tan importantes y escandalosas está realizando el gobierno de Tsipras? Lo que se propone es la salvación social, devolviendo a Grecia su dignidad y soberanía. ¿Tan malo es esto? Más en concreto, quiere el gobierno establecer medidas coherentes y humanitarias, priorizando el bienestar de las gentes sobre el enriquecimiento de las élites financieras, que se revuelven, desvergonzadamente.

Desean renegociar la deuda, no impagarla. ¿Por qué? Porque si no se modifican las condiciones actuales del rescate, entonces no es posible el crecimiento. Pensando hasta egoístamente, sólo si crecen podrán seguir pagando su deuda. Esto es elemental.

Quieren restaurar los puestos de trabajo a los funcionarios despedidos inconstitucionalmente. Esto es de simple justicia. Acabar con el espectáculo de las limpiadoras que se manifiestan ante el Parlamento por haber perdido su puesto de trabajo. O de volver el puesto a los trabajadores de la radio televisión griega. ¿Es tan grave esto?

Desean detener las privatizaciones de puertos y aeropuertos, por ejemplo, porque benefician a unos pocos y destruyen los objetivos sociales. ¿No ha debido estar siempre el interés común por encima del privado?

Quieren abaratar la electricidad para poder competir y favorecer a las familias más pobres, ofreciéndosela de modo gratuito a quienes la necesiten por estar por debajo del umbral de la pobreza. Además, con esta medida las empresas serán más productivas.

Devolver la universalidad al sistema público de salud y eliminar los pagos en hospitales y medicamentos, que ahora los griegos tienen que pagar por receta y atención hospitalaria.
Poner el salario mínimo en el nivel que tenía antes de la crisis. No quieren que ningún griego pase hambre, proporcionándoles comida.

Los agoreros de siempre se preguntan con qué dinero van a establecer tales medidas. Es muy fácil de entender: se trata de priorizar el gasto, dedicándolo a lo que sea imprescindible. Además, habrá que controlar la evasión fiscal. Es bueno soñar, que ya está bien, y también disfrutar del sol a diario. Tienen derecho a 100 días para presentar sus propuestas, permitámoselo, como se hace con cualquier otro gobierno que empieza. Ya está bien de humillar al pueblo griego.

Atacar a todos se ha convertido en consigna universal. Los periódicos también se mueven en esta histeria. Incluso El País, que parecía el menos morboso, se ha revuelto, porque Monedero ha falsificado su currículo, al escribir que fue invitado por Klaus Offe, de la Universidad Humboldt (Berlín) y la Iberoamericana de Puebla (México). Esto hace titular al periódico: "Monedero falseó la mayor parte de su currículo”. Hombre... parece excesiva esta valoración. El Mundo siente que le han pisado la noticia y lleva hoy (30 enero 2015) en portada: "Monedero responde atacando: ‘Nos han declarado la guerra’". Que aparezcan ya los misiles, hombre.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: www.vozpopuli.com; www.cadenaser.com; www.elmundo.es;www.juan carlosmonedero.org


domingo, 25 de enero de 2015

La filosofía desahuciada


¿Piensan las administraciones educativas? En cuanto instituciones oficiales desde luego que no, ya que carecen de capacidad para ello. Otra cosa son las personas que se encuentran al frente de las mismas. Éstas sí tendrían que pensar en cómo organizar y gestionar el contenido de leyes y decretos que salen de las mismas, parece lógico. Pues bien, creo que tales personas piensan todavía menos por lo que vamos a ir viendo, referente al Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de España.

Con fecha 3 enero de 2015 se ha publicado en el BOE el Real Decreto que establece el currículo básico del bachillerato. Teniendo en cuenta que el primer curso de dicho bachillerato comenzará a impartirse en el próximo mes de septiembre, parece que la previsión para que las distintas administraciones lo adapten es escasa. Nada digamos de las editoriales que ofrecen libros de texto y demás recursos para profesores y alumnos. Se impondrá la improvisación, dado que no tienen tiempo material para desarrollar los contenidos de las distintas materias. Tendrán que trabajar a destajo, en lugar de hacer las cosas bien y con calidades técnicas.


Las materias troncales en primer y segundo de bachillerato se fijan en los artículos 27 y 28 de Decreto. Su particularidad es que unas tienen continuidad en los dos cursos y otras no. Las desventajas de estas últimas son evidentes. La filosofía es la única materia troncal, que sólo se cursa en primero de bachillerato, lo que tendrá consecuencias graves en la evaluación final de la etapa. Por qué ese cursan unas materias en los dos primeros cursos y otras sólo en uno, es algo que acaso sepa únicamente el legislador. Mientras no se dé una explicación razonable, esta decisión es discutible y, además, implica una grave discriminación. ¿Por qué se trata tan mal a la filosofía? Se me escapan las razones, que, en todo caso, tiene que ser ideológicas.

Centrándonos en la evaluación final, ésta incluirá "todas las materias generales cursadas en el bloque de asignaturas troncales" (artículo 31,1, a). Y añaden que en el caso de las materias que impliquen continuidad, lo que sucede, por ejemplo, con Lengua Castellana y Literatura I (en primer curso) y Lengua Castellana y Literatura II (en segundo curso), así como también Matemáticas I (en primer curso y Matemáticas II (en segundo curso), entonces para la evaluación se tendrá en cuenta solamente la materia cursada en segundo curso. Esto es lo que se venía haciendo hasta ahora con la prueba de Selectividad y era razonable.

Si los técnicos oficiales salieron alguna vez de sus despachos o, simplemente, preguntarán al profesorado ejerciente en las aulas, se darían cuenta de que los jóvenes estudiantes olvidan prácticamente todo lo estudiado en el curso anterior al año siguiente. Esto por varias razones, que no es cuestión de explicar aquí ahora, pero es un hecho comprobable, por lo que en el curso segundo siempre se suele repasar un poco lo del año anterior, durante el primer trimestre.

Parece, pues, manifiesto que la materia menos digna de consideración es la Filosofía. Al haberse cursado sólo en primero, cuando venga la evaluación, al finalizar el segundo curso de bachillerato, se habrá perdido la actualización de lo que se estudió anteriormente y no será posible ya orientarlo ni siquiera mínimamente. Implícitamente se está avanzando el mensaje del escaso valor de la filosofía, por lo que es mejor dedicarse a preparar las materias de segundo, ya que las demás no interesan ya. Esta valoración no sólo no es objetiva, sino que es, a todas luces, injusta.


¿Se podría hacer algo todavía para corregir semejante atropello? Siempre es posible hacer algo, pero no se hará, porque lo que no hay es voluntad para ello. El mensaje transmitido es más que manifiesto: no hemos podido suprimir definitivamente la filosofía del bachillerato, pero la devaluaremos tanto que, al final, acabará cayendo por su propio peso. Esto es lo que deben haber pensado los técnicos del currículo básico, orientados por el mostrenco capitán del Ministerio, Wert Ortega, que ordena y manda sin demasiadas contemplaciones. Para tales decisiones tan contundentes, pero demasiados torpes, no se necesita pensar ni mucho ni poco.


Contra los descerebrados del MECD, agradezcamos al diario El País que ofrezca la biblioteca de grandes pensadores, actualizando así el valor de la filosofía, precisamente ahora. Necesitamos mucho de estos apoyos.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones:www.profesorgeohistoria.eswww.elfortindeguayana.com; www.elpais.es