domingo, 22 de mayo de 2016

Los grandes peligros siempre nos encuentran solos




"El hombre es un ser en deuda". Agamben, en Babelia, 23 abril 2016

E

n la tarde gris y lluviosa del pasado viernes, mientras estoy a la espera de la primavera que no acaba de llegar, volví a ver Solo ante el peligro, que ofreció una cadena de televisión privada, incluidos algunos de los odiosos cortes para publicidad. Valió la pena soportar tales incomodidades.

Cartel de la película en español [dcine.org]

Empecemos por visualizar la Ficha técnica de la película:

Título original: High Noon
Año: 1952
Duración: 80 min.
País: Estados Unidos
Director: Fred Zinnemann
Producción: Stanley Kramer, Carl Foreman
Guión: Carl Foreman
Banda Sonora: Dimitri Tiomkin
Canción: “Do not forsake me” interpretada por Tex Ritter
Fotografía: Floyd Crosby en blanco y negro
Reparto: Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Otto Kruger, Lon Chaney Jr., Henry Morgan, Lee Van Cleef, Ian MacDonald
Productora: Stanley Kramer Productions
Género: Western. Drama. Cine del oeste

Subrayemos, por el momento, algunas excepcionalidades, como la del director, el guionista, la banda sonora, la fotografía y el reparto para entrar ya directamente en el relato cinematográfico, lleno de amargura como corresponde a la situación del momento y lo que estaba sucediendo entonces en Estados Unidos. El macarthismo establecido un sistema de terror desde el poder del Estado y se cebó, principalmente, en el mundo del cine, yendo a la caza de brujas de unos profesionales que consideraban vinculados con el comunismo. Entre 1950 y 1956 el senador Joseph McCarthy estableció un proceso de acusaciones y denuncias con métodos indiscriminados contra cualquier persona considerada sospechosa de ser antiamericana y comunista. Estaban entonces en una situación de guerra fría con la Unión Soviética, cualquier acción era considerada como conspiración. Algunos grandes del cine delataron, incluso, a sus mismos colegas. El mínimo desacuerdo político fue interpretado como una deslealtad (*).

El anecdotario de las persecuciones resulta cómico muchas veces y es difícil de aceptar. Por ejemplo, a Charles Chaplin se le deslizó la palabra ‘camarada’ en el discurso de El gran dictador. Le interrogaron por eso, le pusieron en la lista de sospechosos y fue obligado a salir de Hollywood. La censura acabó así en paranoia, aunque Chaplin no se arregló por ello, sino que fue claro en sus convicciones:

"No soy un comunista, soy un ser humano, y creo conocer las reacciones de los seres humanos. Los comunistas no son diferentes que cualquier otro; si pierden un brazo o una pierna, sufren como todos los demás, y mueren como cualquiera de nosotros".

Dejemos esto, que ha venido a cuento porque el guionista de Solo ante el peligro, Carl Foreman, también formó parte de la lista de aquella caza de brujas medievalizante de mediados del siglo XX en Estados Unidos. En el film asistimos a una tensión psicológica permanente con un suspense que la atraviesa durante la escasa hora y media que dura la proyección. Ilustrémoslo con los principales momentos.

En un pueblo del Oeste, de nombre Hadlleyville, el sheriff Will Kane (un crepuscular Gary Cooper) se casa con una cuáquera del Este, Amy (la bellísima Grace Kelly). Su proyecto es abandonar el pueblo y el trabajo para instalarse en otro lugar, dedicándose al comercio y a vivir seguros para poder formar una familia. Finalizada la ceremonia, llegan a la estación tres forajidos que piden información al encargado acerca de la hora de llegada del tren. Son ahora las 10,30 y el tren tiene prevista la parada a las 12:00. El oficinista los reconoce y corre a dar la alerta de que el pistolero Miller (Ian Mc Donald), atrapado por Kane y condenado, ha sido puesto en libertad. Viene a una sola cosa que juró hacer en el juicio, vengarse.

Reloj a punto de marcar el mediodía [youtube.com]

A partir de aquí, todo se desarrolla en tiempo real, que va marcando ininterrumpidamente el reloj: la llegada será a las 12:00 del mediodía, de aquí al título original, High Noon. El pueblo entero entra en un pánico general y sus habitantes respiran aliviados cuando Keine se marcha con su esposa en la carreta, según lo previsto. Creen que Miller les dejará tranquilos, porque el blanco que buscaba ya no está, pero las cosas no salen como esperaban.



Cooper-Kelly [larepublicacultural.es]


El sheriff vuelve porque siente el peso de la responsabilidad y de nuevo se coloca la estrella para hacer frente a su deber. Pide ayuda los ciudadanos, pero todos abandonan, exigiéndole que se marche del pueblo. Le dejan sus amigos, incluyendo el que le dio el puesto. Incluso su propia esposa, que vio morir a balazos a su padre y a su hermano, rechaza la violencia por sus creencias. El director de la comunidad religiosa invoca el quinto mandamiento para no apoyarlo tampoco, ni aconsejarlo así a sus feligreses. Su ayudante también le deja, sólo se ofrece su antigua amante, Helen Ramírez (Katy Jurado), el chico de 14 años que le lleva los recados y un pobre borracho, a los que rechaza porque serían un apoyo inútil. Todos tienen sus razones, pero ninguna válida. Siempre pasa lo mismo, tenemos razones y excusas para justificar nuestro egoísmo y echar las culpas a los demás. Por eso Kane se queda solo ante el peligro. La melodía con la que comienza la película (Do Not Forsake Me = No me abandones) se va adueñando de la centralidad de las sucesivas escenas. Tiomkin se la hizo interpretar al cantante Tex Ritter. La balada melancólica pide a la esposa que no le abandone, cuando se encuentra quebrado por el dolor y no puede renunciar a su destino, como le explica: "Si huyo ahora, voy a vivir huyendo. Entonces prefiero pelear. Tengo que volver. Debo hacerlo". Y si no entiendes por qué se queda, le dice Helen Ramírez a Amy, no perderé el tiempo en convencerte.

Hadlleville, Fotograma de la película

Mientras tanto, el tiempo va transcurriendo, como indican los segundos y minutos marcados por el reloj y la soledad y la tensión van en aumento. Todavía no ha sonado ni un solo tiro en esta historia tan atípica, que sólo subraya los distintos comportamientos de las personas del pueblo. Una de las escenas más impresionantes -hay muchas- es la que describe Zinnemann, comentando la imagen del pueblo solitario:

"La Cámara retrocediendo en grúa hacia un plano enormemente largo donde muestra el pueblo entero, sin un alma, conteniendo la respiración, todas las ventanas y las puertas cerradas, ni un ser a la vista, ni siquiera los perros, esperando el inminente tiroteo".

Los cuatro pistoleros llegando al enfrentamiento [elseptimoarte.net]

La tensión ya no puede ser mayor. Suenan las 12 horas en el reloj. Kane se enfrenta sólo a los cuatro forajidos. Ahora suenan tiros: caen dos pistoleros y Amy, al oír los balazos, desciende del tren en el que se iba. Mata al tercer delincuente y Miller la agarra como rehén, con el que se protege para obligar a Kane, que está herido, a salir a cielo abierto. Lo hace. Amy se da la vuelta y clava las uñas en el rostro de Miller, lo que permite a Kane disparar y matarlo. Es el único momento de acción en la película y el final de la misma.

Kane, que se ha expresado soberbiamente, mediante rictus, durante toda la narración (miradas, sudor empapando su cara, dudas, miedo, dolor sangrante) hace el último gran gesto: mira de frente, lleno de melancolía, tira la insignia al suelo y se va con su esposa. Los del pueblo van saliendo de sus casas, porque ya no hay peligro. Ahora sí puede marcharse, ya que ha concluido la lucha entre el bien del mal y el deber se ha cumplido con creces.

El orgulloso, seguro, individualista y siempre desafiante John Wayne criticó la película por no aceptar que un sheriff se encontrara necesitado de la ayuda de los demás. Sin embargo, aquí tenemos una autoridad profundamente humana, que pide a su mujer que no le abandone ante los peligros que le acechan. Wayne era de otra pasta muy diferente: "Es la película más antiamericana que he visto en mi vida", cuentan que dijo. También H. Hawks tercio en la humillación que implica pedir ayuda.
Cooper ganó un Oscar por su trabajo (ya estaba enfermo, murió de cáncer unos ocho años después), otro fue para el montaje, un tercero para la mejor banda sonora original y un último a la mejor canción. Todos merecidísimos.

Solo ante el peligro es una película mítica, todo un clásico, la mayor expresión de integridad moral. Hay que verla siempre, su actualidad no pasará nunca. En la vida no faltan los peligros, que, en el fondo, hay que afrontarlos siempre solos, pero con dignidad.

(*) Como ilustración expresiva de todo esto, puede verse la película Trumbo, dirigida por Jay Roach, protagonizada por Bryan Crauston y recientemente estrenada en España, que cuenta la biografía del famoso guionista Dalton Trumbo, condenado por sus creencias políticas, con un guión severo y ajustado de John McNamara.
Julián Arroyo Pomeda


Publicado 1 minute ago por Julián Arroyo Pomeda


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