"El hombre es un ser en deuda". Agamben, en Babelia,
23 abril 2016
E
|
n la tarde gris y lluviosa del pasado viernes, mientras estoy a la espera
de la primavera que no acaba de llegar, volví a ver Solo ante el
peligro, que ofreció una cadena de televisión privada, incluidos algunos de
los odiosos cortes para publicidad. Valió la pena soportar tales incomodidades.
Cartel de la película en español [dcine.org]
|
Empecemos por visualizar la Ficha técnica de la película:
Título
original: High Noon
Año: 1952
Duración: 80 min.
País: Estados
Unidos
Director: Fred
Zinnemann
Producción: Stanley Kramer, Carl Foreman
Guión: Carl
Foreman
Banda
Sonora: Dimitri Tiomkin
Canción: “Do not forsake me”
interpretada por Tex Ritter
Fotografía: Floyd
Crosby en blanco y negro
Reparto: Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Otto Kruger, Lon Chaney Jr., Henry Morgan, Lee Van Cleef, Ian MacDonald
Productora: Stanley Kramer Productions
Reparto: Gary Cooper, Grace Kelly, Thomas Mitchell, Lloyd Bridges, Katy Jurado, Otto Kruger, Lon Chaney Jr., Henry Morgan, Lee Van Cleef, Ian MacDonald
Productora: Stanley Kramer Productions
Género: Western. Drama. Cine del oeste
Subrayemos, por el momento, algunas excepcionalidades, como la del
director, el guionista, la banda sonora, la fotografía y el reparto para entrar
ya directamente en el relato cinematográfico, lleno de amargura como
corresponde a la situación del momento y lo que estaba sucediendo entonces en
Estados Unidos. El macarthismo establecido un sistema de
terror desde el poder del Estado y se cebó, principalmente, en el mundo del
cine, yendo a la caza de brujas de unos profesionales que consideraban
vinculados con el comunismo. Entre 1950 y 1956 el senador Joseph McCarthy estableció
un proceso de acusaciones y denuncias con métodos indiscriminados contra
cualquier persona considerada sospechosa de ser antiamericana y comunista.
Estaban entonces en una situación de guerra fría con la Unión Soviética,
cualquier acción era considerada como conspiración. Algunos grandes del cine
delataron, incluso, a sus mismos colegas. El mínimo desacuerdo político fue
interpretado como una deslealtad (*).
El anecdotario de las persecuciones resulta cómico muchas veces y es
difícil de aceptar. Por ejemplo, a Charles Chaplin se le deslizó la palabra
‘camarada’ en el discurso de El gran dictador. Le interrogaron por
eso, le pusieron en la lista de sospechosos y fue obligado a salir de
Hollywood. La censura acabó así en paranoia, aunque Chaplin no se arregló por
ello, sino que fue claro en sus convicciones:
"No soy un comunista, soy un ser humano, y creo conocer las reacciones
de los seres humanos. Los comunistas no son diferentes que cualquier otro; si
pierden un brazo o una pierna, sufren como todos los demás, y mueren como
cualquiera de nosotros".
Dejemos esto, que ha venido a cuento porque el guionista de Solo
ante el peligro, Carl Foreman, también formó parte de la lista de aquella
caza de brujas medievalizante de mediados del siglo XX en Estados Unidos. En el
film asistimos a una tensión psicológica permanente con un suspense que la
atraviesa durante la escasa hora y media que dura la proyección. Ilustrémoslo
con los principales momentos.
En un pueblo del Oeste, de nombre Hadlleyville, el sheriff Will Kane (un
crepuscular Gary Cooper) se casa con una cuáquera del Este, Amy (la bellísima
Grace Kelly). Su proyecto es abandonar el pueblo y el trabajo para instalarse
en otro lugar, dedicándose al comercio y a vivir seguros para poder formar una
familia. Finalizada la ceremonia, llegan a la estación tres forajidos que piden
información al encargado acerca de la hora de llegada del tren. Son ahora las
10,30 y el tren tiene prevista la parada a las 12:00. El oficinista los
reconoce y corre a dar la alerta de que el pistolero Miller (Ian Mc Donald),
atrapado por Kane y condenado, ha sido puesto en libertad. Viene a una sola
cosa que juró hacer en el juicio, vengarse.
Reloj a punto de marcar el mediodía [youtube.com]
|
A partir de aquí, todo se desarrolla en tiempo real, que va marcando
ininterrumpidamente el reloj: la llegada será a las 12:00 del mediodía, de aquí
al título original, High Noon. El pueblo entero entra en un pánico
general y sus habitantes respiran aliviados cuando Keine se marcha con su esposa
en la carreta, según lo previsto. Creen que Miller les dejará tranquilos,
porque el blanco que buscaba ya no está, pero las cosas no salen como
esperaban.
Cooper-Kelly [larepublicacultural.es]
El sheriff vuelve porque siente el peso de la responsabilidad y
de nuevo se coloca la estrella para hacer frente a su deber. Pide ayuda los
ciudadanos, pero todos abandonan, exigiéndole que se marche del pueblo. Le
dejan sus amigos, incluyendo el que le dio el puesto. Incluso su propia esposa,
que vio morir a balazos a su padre y a su hermano, rechaza la violencia por sus
creencias. El director de la comunidad religiosa invoca el quinto mandamiento
para no apoyarlo tampoco, ni aconsejarlo así a sus feligreses. Su ayudante
también le deja, sólo se ofrece su antigua amante, Helen Ramírez (Katy Jurado),
el chico de 14 años que le lleva los recados y un pobre borracho, a los que
rechaza porque serían un apoyo inútil. Todos tienen sus razones,
pero ninguna válida. Siempre pasa lo mismo, tenemos razones y excusas para
justificar nuestro egoísmo y echar las culpas a los demás. Por eso Kane se
queda solo ante el peligro. La melodía con la que comienza la película (Do
Not Forsake Me = No me abandones) se va adueñando de la centralidad de
las sucesivas escenas. Tiomkin se la hizo interpretar al cantante Tex Ritter.
La balada melancólica pide a la esposa que no le abandone, cuando se encuentra
quebrado por el dolor y no puede renunciar a su destino, como le explica:
"Si huyo ahora, voy a vivir huyendo. Entonces prefiero pelear. Tengo que
volver. Debo hacerlo". Y si no entiendes por qué se queda, le dice Helen
Ramírez a Amy, no perderé el tiempo en convencerte.
Mientras tanto, el tiempo va transcurriendo, como indican los segundos y
minutos marcados por el reloj y la soledad y la tensión van en aumento. Todavía
no ha sonado ni un solo tiro en esta historia tan atípica, que sólo subraya los
distintos comportamientos de las personas del pueblo. Una de las escenas más
impresionantes -hay muchas- es la que describe Zinnemann, comentando la imagen
del pueblo solitario:
"La Cámara retrocediendo en grúa hacia un plano enormemente largo
donde muestra el pueblo entero, sin un alma, conteniendo la respiración, todas
las ventanas y las puertas cerradas, ni un ser a la vista, ni siquiera los
perros, esperando el inminente tiroteo".
Los cuatro pistoleros llegando al enfrentamiento [elseptimoarte.net]
|
La tensión ya no puede ser mayor. Suenan las 12 horas en el reloj. Kane se enfrenta
sólo a los cuatro forajidos. Ahora suenan tiros: caen dos pistoleros y Amy, al
oír los balazos, desciende del tren en el que se iba. Mata al tercer
delincuente y Miller la agarra como rehén, con el que se protege para obligar a
Kane, que está herido, a salir a cielo abierto. Lo hace. Amy se da la vuelta y
clava las uñas en el rostro de Miller, lo que permite a Kane disparar y
matarlo. Es el único momento de acción en la película y el final de la misma.
Kane, que se ha expresado soberbiamente, mediante rictus, durante toda la
narración (miradas, sudor empapando su cara, dudas, miedo, dolor sangrante)
hace el último gran gesto: mira de frente, lleno de melancolía, tira la
insignia al suelo y se va con su esposa. Los del pueblo van saliendo de sus casas,
porque ya no hay peligro. Ahora sí puede marcharse, ya que ha concluido la
lucha entre el bien del mal y el deber se ha cumplido con creces.
El orgulloso, seguro, individualista y siempre desafiante John Wayne
criticó la película por no aceptar que un sheriff se encontrara necesitado de
la ayuda de los demás. Sin embargo, aquí tenemos una autoridad profundamente
humana, que pide a su mujer que no le abandone ante los peligros que le
acechan. Wayne era de otra pasta muy diferente: "Es la película más antiamericana
que he visto en mi vida", cuentan que dijo. También H. Hawks tercio en la
humillación que implica pedir ayuda.
Cooper ganó un Oscar por su trabajo (ya estaba enfermo, murió de cáncer
unos ocho años después), otro fue para el montaje, un tercero para la mejor
banda sonora original y un último a la mejor canción. Todos merecidísimos.
Solo ante el peligro es una película mítica, todo un clásico, la
mayor expresión de integridad moral. Hay que verla siempre, su
actualidad no pasará nunca. En la vida no faltan los peligros, que, en el
fondo, hay que afrontarlos siempre solos, pero con dignidad.
(*) Como ilustración expresiva de todo esto, puede verse la
película Trumbo, dirigida por Jay
Roach, protagonizada por Bryan Crauston y recientemente estrenada en España,
que cuenta la biografía del famoso guionista Dalton Trumbo, condenado por sus
creencias políticas, con un guión severo y ajustado de John McNamara.
Julián Arroyo Pomeda
No hay comentarios:
Publicar un comentario