Muchas veces pequeñas anécdotas ilustran graves problemas.
Como se sabe, el diablo está en los detalles. El día 21 del mes actual un
diario nacional da cuenta de un suceso exasperante, que confirma el deterioro
permanente y un aumento de la pésima
gestión de la sanidad pública de Madrid.
Hospital Universitario La Paz, Madrid
Sintéticamente, la noticia indicaba que el hospital La Paz
suspendió una cirugía cardíaca en el último minuto por falta de cama de cuidados intensivos postoperatorios. Atención al
detalle: la cancelación se hizo mientras una paciente de 47 años iba tendida en
la camilla en dirección al quirófano. Por tanto, ya se había practicado la
totalidad de pruebas pre operatorias y la paciente estaba preparada y bien
dispuesta física y psíquicamente. No es necesario decir que La Paz es uno de los primeros hospitales de España mejor valorados pos la calidad de sus actuaciones.
Otros detalles: la enferma llevaba seis meses en lista de
espera. Debido a su problema cardíaco, ha sufrido ya a tres hitos. El propio
cirujano pidió la Dirección que se habilitara una de las camas cerradas (en el
Hospital tiene 11 camas de reanimación con tres sin servicio en verano), pero
no se lo autorizaron, por lo que cursó el alta y la enferma se fue a su casa
desesperada. ¿Hasta cuándo? Ya la llamarán. Sus familiares habían tomado el avión para
estar en la operación.
Contrastemos el hecho y sus detalles con el programa de
sanidad de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. En su punto
35 puede leerse que "se reducirán de manera significativa los tiempos de
espera para las pruebas diagnósticas y para las operaciones quirúrgicas
mediante la apertura de quirófanos por las tardes y pactos de gestión con los
servicios afectados". Tanto cinismo e incumplimiento acaba dando risa.
Veamos algunos detalles más.
1) Si a primera hora de la mañana faltan camas adecuadas, ¿por
qué no van a seguir faltando por las tardes, salvo que suceda un milagro? ¿A
qué se dedica un profesional, cuando carece de los medios técnicos
imprescindibles?
2) ¿Seguro que se pueden reducir así, es decir, con
semejante gestión técnica, los tiempos de espera para las operaciones quirúrgicas?
3) ¿De qué pactos de gestión se habla, si la Dirección lo
único que sabe hacer es cancelar el proceso de una operación en marcha? No
hablemos ya de calidad, porque se trata de simple profesionalidad y voluntad de
arreglar las cosas.
Cifuentes y Sánchez
Sin embargo, "reducir el tiempo de espera y operar por
las tardes" era la undécima
estrella de Cifuentes. Esperemos que no cumpla todas así de mal, aunque es
posible que todavía no la hayan informado porque éste de vacaciones. Y el
Consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, puede estar también descansando. Nos
encontramos en verano, claro. En cualquier caso, no se comprende por qué los
responsables que estén de guardia no actúan de inmediato para resolver
semejantes cacicadas de gerentes tan tarugos como los de algunos hospitales de
Madrid. Parece que por aquí cojean de ambas piernas.
No cabe discutir los hechos, según el dicho latino medieval,
ahora hay que preguntarse cuáles son las
causas de estas consecuencias en la Sanidad madrileña. Para no argumentar
maliciosamente, hay que tener en cuenta algunos datos. Uno es el de la lista de
espera quirúrgica de diciembre de 2014. Entonces eran 77.689 pacientes los que
aguardaban. Han leído bien y añado que se está jugando con la salud de los
enfermos de una San sanidad pública, gratuita, universal y de calidad, que se
paga con los impuestos de todos los ciudadanos. Los Centros están a reventar,
los trabajadores de hospitales son los mínimos posibles. Según el SERMAS
(Servicio Madrileño de Salud) de 2011 a 2013 la Sanidad perdió el 19% de
efectivos, bajando de 106.566 a 86.235, en un brutal recorte de personal. Sin
embargo, se crearon nuevos hospitales a los que deben atender bastantes menos
profesionales. Cabría preguntar cómo lo hacen. Quizás matándose los sanitarios
con el brutal aumento de trabajo. En cambio, sus sueldos "retroceden ocho
años", según la Revista Médica, número 247. Es indignante que los gestores
de la Sanidad se rían así de los ciudadanos, que están indignados con tanta
desvergüenza.
Además, los que más sufren en este nivel -no sé si también
en todos- son los ciudadanos más pobres y desfavorecidos, los enfermos. Con
ellos se ceba tanta inhumanidad.
Mientras, nos siguen contando mitos y fábulas para que no hagamos preguntas. El
programa de Cifuentes en Sanidad comienza informando de que Madrid es la región
española (curiosa descripción: "región española") que dedica un 45%
de su presupuesto a la Sanidad. En los 10 últimos años ha construido 12
hospitales y 83 centros de salud. Y hay libre elección de médico, enfermero y
centro sanitario. ¿Cómo, entonces, funcionan tan deficientemente los
hospitales? ¿Lo saben ustedes?
Sanitarios de La paz se manifiestan en favor de la Sanidad madrileña
Nosotros sí que lo sabemos. Digámoslo de una vez. Se trata
de rebajar los presupuestos. Se aprovecha la temporada veraniega para cerrar
camas y ahorrar así en el presupuesto, ralentizando la actividad hospitalaria.
Además, el personal sanitario tiene derecho a sus vacaciones, pero no se
contrata más personal en la misma proporción. Igualmente, se puede romper una
máquina y decir los directivos que no hay presupuesto para repararla.
Precisamente en verano podrían reducir las listas de espera, pero probablemente
lo que hacen es aumentarlas por causa de los dichosos recortes. Otra vez suma y
sigue. ¿Hasta cuándo?
Julián Arroyo Pomeda
Ilustraciones: