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viernes, 13 de junio de 2014

Un caballero español: Cañete, claro


No podía ser que un señor de los buenos, es decir, de los de antes, tan conocedor de los antiguos camareros y sus clases de café, perdiera el debate en TV ante una mujer como Elena Valenciano. Otro, bueno, pero Cañete... Esto es el mundo al revés. Hasta ahí podríamos llegar.

Había una explicación para semejante proceder, que Cañete fraguó al día siguiente -también en televisión- con su desparpajo característico: "Si haces un abuso de superioridad intelectual, parece que eres un machista y estás acorralando a mujer indefensa". Esto es lo que le contuvo en la moderación, ya que por él habría entrado a matar, pero Valenciano era una mujer y es difícil debatir con las mujeres. La armó Cañete con tan desmesurado comentario. Él mismo confirmó su sexismo de raíz, la superioridad intelectual de los hombres frente a las indefensas mujeres. Qué peligro tiene Cañete.

Sin embargo, él está convencido de que ganará las elecciones europeas, de las que es cabeza de lista por parte de su partido y el mejor candidato, según el presidente del gobierno, Rajoy. Y los populares lo harán "como señores, con elegancia, sin insultos, sin demagogia y sin improperios". Como es Miguel Arias Cañete: ahí sigue en pie sin ningún complejo, mientras que los socialistas han engañado a los españoles, dejando un tufo de treinta millones de euros. Si fueran personas de bien, pedirían perdón por el daño que han producido. Y eso que no quiere dar caña, el señor Cañete.

No insulta a la inteligencia de los ciudadanos, aunque no se cumpla el programa electoral con el que ganaron las elecciones, ni atiendan a las personas desesperadas, porque una superioridad intelectual como la suya no puede rebajarse a semejantes exigencias, ¿qué es lo que quieren? En cambio, elegancia la de los responsables europeos que le dieron a Mariano cien mil millones de euros para las necesidades de los bancos, a condición de que pagara cuando pudiera, cómo no. Todo un ejemplo de campechanía española cañí, que encima ha pedido disculpas, sí ha ofendido a alguien.

Un hombre muy digno, Cañete, por más que haya pisoteado la dignidad de las mujeres. Pelillos a la mar. Él es un caballero y aprecia en lo que vale la consideración social que tiene de las mujeres. Metió mucho la pata, pero sabe disculparse.

Al eurodiputado Cañete le conocen ya hace un tiempo en la Comunidad Europea, en la que aspira ahora a un puesto de Comisario. Allí sus actuaciones no dejan de ser, igualmente, asombrosas, no en el sentido del asombro filosófico, ciertamente. Al parecer, siempre ha sabido conciliar sus intereses políticos con sus negocios de empresario privado. En el año 1991 preguntaba por la liberación de la industria del juego en la Comunidad Europea, él que fue consejero de dos de estas empresas. En el 92 se interesó por los coches de importación, porque discriminaban a España, al tener el volante a la derecha. Es un gran aficionado a estos grandes vehículos y posee varios de ellos, quien fue consejero de Italcar, una de estas empresas automovilistas.

También preguntó por el trigo y el vino de Jerez, este eurodiputado que ha sido apoderado empresa "Capa", dedicada a la producción de este cereal, y por el vino de Jerez, discriminado entre los Sherry británicos. No puede olvidarse que Cañete está emparentado con la familia Domecq.

Siempre ha estado unido con los negocios este ministro y de agricultura, que se come todos los productos del campo que le ofrecen y por los que tanto se interesa, olvidándose mucho más del litoral esquilmado, así como las refinerías y todo lo que caiga. Los hombres tienen la vista corta, decía Maquiavelo, por lo que Cañete usa unas buenas gafas para avistar bien lo que después transmite su enorme vozarrón, con su mezcla de considerable fanfarria, similar a la de su otro metor, el de la peineta, cuando se tercie..

El que se arrepiente es dos veces miserable, escribió el filósofo Spinoza. Esto es exactamente lo que ocurre aquí, porque Cañete se disculpa obligado por las circunstancias, pero, acaso, sin ser verdad. Sólo considera haber estado desafortunado, no acertado, mal en su manera de expresarse, aunque ese no sea su pensamiento, como saben cuantos le conocen. Como sus sentimientos y pensamientos no son machistas, no tiene conciencia de haber ofendido, por lo que, si lo ha hecho, pide perdón. El jardín en que se ha metido Cañete es de una extensión más que considerable. Cuidado cómo lo cultiva en el futuro él y todos los que le apoyan, que son los más representativos militantes populares. Esta vez, también, han sido pillados, pero ahora por la totalidad de la ciudadanía.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: El plural 21 mayo 2014, los genoveses.net, El plural 21 mayo 2014