El PP ofrece cinco grandes características generales: la
libre elección de centro, el castellano como lengua ordinaria, una ley nacional
para cero-tres años, concertación también en bachillerato y FP, refuerzo de la
alta inspección y las Humanidades.
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El PSOE quiere primar la enseñanza pública, una financiación
que llegue al 5% del PIB, nueva ley para los derechos de la infancia, derogar
la LOMCE y reformar el currículo educativo.
Podemos exige financiación hasta el 5,6 en PIB, sustituir la
LOMCE por una nueva ley, educación infantil de cero-tres años, nueva asignatura
de feminismo, gratuidad en libros, material escolar y comedores para familias
vulnerables.
Ciudadanos opta por recuperar el Pacto nacional por la
educación, selectividad única, nueva asignatura: Constitución española.
Vox propone cheque escolar, elección de centro, educar en
español en todo el territorio, exámenes de control al finalizar primaria,
secundaria obligatoria y bachillerato, homogeneización de oposiciones.
La idea de un pacto educativo viene siendo reiterativa en los
distintos momentos de nuestra historia. ¿Podría plantearse ahora? Tengamos en
cuenta las escasas coincidencias que
se dan, como la elección de centro, los cero-tres años y el español como lengua
ordinaria en PP y VOX. También hay coincidencia en los derechos de la infancia
en PSOE, Podemos y PP, igual que en PSOE y Podemos por la derogación de la
LOMCE.
Las diferencias son igualmente manifiestas: sólo dos
formaciones se ocupan de financiación en porcentajes próximos, los demás no
hablan de esto. De priorizar la enseñanza pública habla expresamente el PSOE
con el que podría coincidir Podemos y, quizás, Ciudadanos, pero PP y VOX no.
Luego hay singularidades, como concertar bachillerato y FP (para el PP),
exámenes de control y oposiciones homogeneizadas (VOX) y selectividad única
(Ciudadanos). Se introducen, además, dos nuevas asignaturas troncales:
Constitución española y Feminismo.
Que la educación no va
bien y que es necesario reformarla para alcanzar mejoras nadie lo discute. Ahora bien, con tales mimbres el
pacto educativo me resulta difícil de concebir y todavía más intentar
realizarlo. Por eso creo que otra vez más impondrán sus criterios quienes
obtengan la mayoría para gobernar. Así que seguiremos prácticamente igual, si
no es todavía peor.
Julián Arroyo Pomeda