El elogio no es el único
medio que tenemos de adular a nuestros semejantes, pero sí de los más eficaces [...].
El demagogo perfecto
adivina el sentimiento popular y prevé las vicisitudes de la actualidad (Frary, R., Manual del demagogo).
or
fin, el pesado Rajoy ha sido investido como presidente del Gobierno de España,
porque ha ganado las elecciones, según proclama permanentemente. Aquí el que
resiste gana, ya lo sabíamos. ¡Qué plomo de hombre! ¿Y cómo va a gobernar
ahora? Pues como siempre, con su estilo peculiar, confío en que nadie espere
otra cosa, porque quedará profundamente defraudado. Para muestra, sólo un
botón.
Esta
misma semana en el discurso de Investidura Antonio Hernando, que preside el
grupo socialista en el Congreso de los Diputados, pidió a Rajoy que paralizara
las reválidas, previstas en la LOMCE, especialmente la de final de la
Secundaria y el Bachillerato. Qué quiso oír al presidente en funciones para
recoger inmediatamente el guante y contestarle: "Vamos a abordar la
suspensión de los efectos académicos de las evaluaciones de finales de la ESO y
del Bachillerato hasta que concluyamos el pacto por la educación".
Obsérvese que se denominan ‘evaluaciones’ y que se suspenden sus ‘efectos
académicos’ hasta concluir el pacto educativo.
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[Portada de El País, 28 octubre 2016] |
Los
medios de comunicación escritos y audiovisuales por la tendencia a
simplificarlo todo y, quizás, por los ardientes deseos implícitos de apuntarse
al caballo vencedor, decidieron al día siguiente enfatizar con grandes titulares
que Rajoy retiraba la reválida y lanzar la primera valoración muy positiva:
hacía la primera concesión, ¿a quién? Al PSOE, nada menos. Pues bien, esto es
falso.
Precisiones
Voy
a concretar todo lo posible para que las cosas se puedan entender bien:
1.
La LOMCE establecer una evaluación final de ESO: "Al finalizar el cuarto
curso, los alumnos y alumnas realizarán una evaluación individualizada [...]
(artículo 21,1, del Real Decreto que establece el currículo de ESO y
Bachillerato; BOE 3 enero 2015). Este texto recoge exactamente lo que establece
el artículo 29,1, de la LOMCE.
2.
En cuanto a sus efectos académicos, se trata de la obtención del título de
Graduado en ESO (RD, artículo 23,1), que no se obtiene sin superar la evaluación
final.
De
modo similar ocurre en Bachillerato.
3.
"Los alumnos y alumnas realizarán una evaluación individualizada al
finalizar Bachillerato [...] (artículo 31,1), que es copia del artículo 36 bis,
1, de la LOMCE.
4.
En cuanto los efectos académicos: "Para obtener el título de Bachillerato
será necesaria la superación de la evaluación final de Bachillerato".
Están,
pues, claros los efectos académicos que se suspenden. Pero hay más.
5.
La Disposición final primera del citado RD establece en su punto 1 y párrafo 2
lo siguiente: "La evaluación final de ESO correspondiente a la
convocatoria que se realice en el año 2017 no tendrá efectos académicos".
6.
Dos párrafos más adelante se recoge un contenido parecido para Bachillerato,
así: "La evaluación final de Bachillerato correspondiente a las dos
convocatorias que se realicen en el año 2017 únicamente se tendrá en cuenta
para el acceso a la Universidad, pero su superación no será necesaria para
obtener el título de bachiller" (Disposición final, 2, párrafo 2).
También
recoge esto el Borrador de 23. 09. 2016 para el contenido de las pruebas de las
evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, como no podía ser menos. Aquí vemos
que "la evaluación final de Bachillerato correspondiente a las dos
convocatorias que se realicen en el año 2017 únicamente se tendrá en cuenta
para el acceso a la Universidad.
Información interesada y
engañosa
Solamente
he oído una comunicación de Manuel Cruz, catedrático de filosofía de la Universidad
de Barcelona, diciendo que en las palabras de Rajoy no había ninguna novedad,
sino simplemente un matiz. Lleva razón.
¿Acaso
Rajoy y sus asesores desconocían esta normativa? Desde luego que no, pero
barren pro domo sua de modo
completamente interesado, aunque esto suponga engañar, nuevamente, a los
ciudadanos españoles.
Interesada,
porque se cuelgan la insignia de estar dispuestos a dialogar y hacer
concesiones en un estilo de gobierno más acorde con la situación que vivimos.
Además, lo hacen desde la solemnidad de la tribuna del Parlamento. Igualmente
intentan ganarse al PSOE y hasta hacen un guiño a los estudiantes que se
manifestaron días atrás sobre esta cuestión.
No
sólo con ánimo de engañar conscientemente, a lo que nos tienen acostumbrados
desde la legislatura anterior. Seguro que piensan, al mismo tiempo, que nadie
se dará cuenta, porque el número de tontos es infinito.
¿Que
habría costado decir a A. Hernando la verdad? Lo único que se perdía era el
efecto publicitario. Habría bastado con responder: lo que usted me pide ya está
hecho, puede leerlo en los correspondientes decretos que le proporcionaré
después, pero desde aquí se lo confirmo gustosamente. Esto sería honrado y
noble por parte del candidato.
Un
detalle más de que querían engañar. Hace unas semanas la encargada de Educación
de Ciudadanos, Marta Martín, anunció
su compromiso verbal con el ministro Méndez Vigo para una moratoria de las
pruebas hasta alcanzar el consenso sobre lo que se debería hacer. Pues bien,
Méndez Vigo lo negó, sabedor de que no existe documentación ninguna que pueda
desmentirle.
Puede
decirse que empezamos bien la legislatura. Ya lo indicaba al principio, será
como siempre. Sin duda, es el próximo un gobierno en quien se podrá confiar por
su decencia.
Lo
peor de todo es que ya se ha lanzado la idea y su aceptación es poco menos que
universal. ¿Quién podrá desmontarla ahora? Sólo el tiempo puede poner a cada
uno en su sitio. Esperemos que, en este caso, no tarde demasiado.
Respecto
a las evaluaciones externas, o reválidas, no se pueden quitar, a no ser que se
toquen varios artículos de la LOMCE. Se me hace muy cuesta arriba pensar que
todo esto fuera desconocido por los asesores de El País para atreverse a poner en portada, y a la izquierda, que
se retira la reválida. Parece, más bien, una cuestión ideológica para que pueda
servir de referente al resto de los medios. Se trata de un gran viraje en apoyo
del gobierno popular, sin duda, que en próximos meses matizarán y corregirán
con ocasión de los actos de gobierno. Ya está dada la década, luego llegará la
de arena. Una lástima actuar así.
Julián Arroyo Pomeda