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Munilla hace sonreír con sus declaraciones singulares, distinguiendo entre el feminismo radical y el femenino. Al
primero el demonio le ha metido un gol. Aparte de su metáfora tan orientadora,
su lenguaje florentino no deja claro si está de acuerdo con la huelga del día
internacional de la mujer. No se puede coincidir a medias.
[Obispo Munilla; www.Deia] |
Parece
que el obispo dice no por causa del demonio, que introduce el aborto, la
anticoncepción, el lesbianismo, la bisexualidad, o el divorcio. Siempre tienen
que aparecer asuntos tétricos para no dejar que la gente viva en paz Si el
mismo papa Francisco declaró "quién soy yo para...", los obispos enmiendan
a su Pastor, como mínimo, aunque también a él se le coló lo del demonio.
El
propio San Agustín, que sabía de sexo, tanto como el primero, se quejaba de
que, aunque se había comprometido con el celibato, le seguían viniendo
ensoñaciones nocturnas. Y es que, por más que Dios concedió a los humanos la
libertad para hacer, incluso, el mal, si querían, castigó a los varones con un
impulso incontrolable, el sexual. Prueba de ello son las erecciones matutinas.
En
cambio, un humilde fraile franciscano, Guillermo de Ockham, cambió la
perspectiva de análisis. La teología no es la última palabra, sino que la
filosofía y la razón han de juzgar a la ciencia teológica. Hay que aceptar su
dictamen, incluso aunque defiendan la imposibilidad de demostrar la existencia
de Dios. Si la razón contradice aspectos del orden natural, no cabe
escandalizarse porque Dios es omnisciente y todopoderoso.
Bien
haría Munilla en recordar estas ideas para ser un poco menos estirado y más
humano. Por contraste, parece que el obispo se propone sacar peras al olmo con
su "palabra de discernimiento", que no hace más que sembrar la
ambigüedad, repartiendo palos por todos los lados. Lo que se reivindica el 8 de
marzo es la igualdad de mujeres y
hombres, pero él la interpreta como igualitarismo que niega las diferencias.
Nadie habla de esto ahora, sino del derecho de las mujeres a la igualdad o
equidad. Déjese, pues, de rizar el rizo con su feminismo sano y el de género, o
radical. Los abusos del hombre sobre la mujer se deben a vivir a nivel animal y
no racional, en el que el macho es más fuerte, dice el obispo. La cuestión es
quién decide lo que es vivir racionalmente. ¿Acaso es racional la brecha
salarial?
[www.celtiberia.net] |
Hace
tiempo, en los pueblos el terrateniente dejaba a la Iglesia en el testamento
una finca hermosa para que dijeran misas gregorianas por su alma y la libraran
del purgatorio. Este buen obispo puede que se lo tenga bien ganado por sus
ideas rancias y trasnochadas, que acaban molestando al prójimo. Cuídese también
del diablo, no vaya a meterle un par de goles en su propio campo y se lo lleve
derecho al infierno. Advertido queda.
Él,
en cambio, sólo se defiende con la oración del Padrenuestro. A los periodistas
que le preguntaban por su proceder les ha pedido que no caigan en la tentación
y que recen para no hacerlo. Dando ejemplo de lo que dice acaba de rezar un padrenuestro
en su programa por el diario Público,
que ha divulgado mentiras sobre sus declaraciones, y un Avemaría por los que se
han sentido escandalizados con las interpretaciones falsas. Nadie le va a apear
del burro, porque está seguro de que ha dicho la verdad. Cada vez se echa más
de menos el verdadero laicismo en este país secuestrado por la religión.
Julián Arroyo Pomeda