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l pasado 3 de septiembre se celebró
la sesión de control de la Comunidad de Madrid. Aquí se enfrentaron la
Presidenta y la portavoz de Vox. Monasterio espetó a Ayuso su silencio ante la
Memoria Histórica que exhumará a Franco del Valle de los Caídos, haciéndose así
cómplice de Sánchez. Ayuso nunca quiere ser menos que Vox y saltó como un
resorte, preguntando qué será lo próximo: la Cruz del Valle, la quema de las
parroquias del barrio, que arderán como en el 36. Confesó que le espanta la Ley
de Memoria Histórica, pero que la Comunidad no puede hacer nada contra la
exhumación. Monasterio contestó que, al menos, podrían presentar un recurso por
invasión de competencias. Concluyó irónicamente que la cuestión es si lo
quieren hacer. Ayuso es incapaz de concebir que las heridas sigan abiertas y
sangrantes. Solo podrán cerrarse colocando a cada uno en el lugar que le
corresponde en vez de exaltar al mayor responsable. Las fosas comunes de miles
de fusilados constituyen una venganza que alguna vez habrá que sacar a la luz por simple justicia para que
no siga triunfando el mal sobre el bien.
[www.telemadrid.es] |
Muchos admiramos a Pérez-Reverte como novelista, pero su
trabajo La guerra civil contada a los
jóvenes es demasiado condescendiente y, en el fondo, falsea la realidad con sus silencios. Dice que fue un
enfrentamiento entre hermanos con lo que da entender que no hay verdugos. ¿Qué
neutralidad es esta? Hay que decir con claridad a la gente joven que no fueron
todos iguales, ni que la guerra fue inevitable. Unos lanzaron el golpe,
mientras otros defendieron la legitimidad vigente, no se puede lanzar la idea
de que existió un caldo de cultivo favorable. Indigna leer que enfrentó “al
amigo con el amigo, vecino con el vecino, al hermano contra el hermano”. Hay
que ser mucho más rigurosos.
Al día siguiente ambos declararon
que su intervención fue retórica y figurada, aludiendo a que esto lo había
dicho ya Rita Maestre, portavoz con Carmena del Ayuntamiento. Salieron muchas
críticas, porque lo habían interpretado mal y hasta sacado de contexto. Creo
que se trata de una excusa pobre y que no cuela semejante debilidad. Lo sueltan
por si se han olvidado los hechos. Tampoco los negaré yo con tal de que se
reconozca que la cuestión de fondo es que la
izquierda ganó las elecciones y por no reconocer la legitimidad electoral se
dio un golpe militar, que concluyó en la guerra civil, el espanto del siglo
XX en España.
Por si se necesitan aclaraciones
llega Ortega Smith, secretario general de Vox, y suelta en TVE a Xabier Fortes
la más burda mentira, que se debe haber sacado de la manga: las denominadas Trece
Rosas torturaron, violaron y asesinaron; en las checas se cometieron crímenes
brutales. Qué bárbaro monstruito es Smith, siempre mentiroso y provocador.
La oposición calificó a Díaz Ayuso
de irresponsable y frívola. La portavoz Serra recordó que estamos en 2019, no
en 1936, cuando hubo un golpe de Estado, que acabó en dictadura y en el
asesinato de miles de españoles. Se ve a PP y Vox cada vez más próximos, pero quien marca la pauta es Vox, que
continúa presionando. Casado se muestra algo molesto, aunque aclara todo con Ayuso.
Rivera y su partido callan.
Con el ambiente caldeado el grupo
“España 2000” trató de boicotear la película de Amenábar diciendo que en el
film la historia está sesgada, manipulada y con errores históricos. En la
membrana del huevo de serpiente se percibe un ser que puede convertir en
monstruo: la ultraderecha avanza.
Recuerdo con escalofríos la película
de Bergman, El huevo de la serpiente
(1977). La sociedad está desanimada, con escasas energías y cierta dosis de
agotamiento, deprimida, angustiada y envenenada por el odio. De aquí no puede
hacer nada bueno, solo una monumental pesadilla, que, en su caso, fue Hitler y
el nazismo alemán, que acabó derrotado al final, pero no hay que relajarse
demasiado, porque, como escribió Bertolt Brecht, “la perra de la que nació está
en celo otra vez”. Así viene sucediendo en Europa y también en España, cuyo
suelo se encuentra infectado de corrupción. El horizonte mundial parece apocalíptico: los dirigentes más
poderosos se vengan de los países que no se pliegan a sus dictados.
Julián
Arroyo Pomeda