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miércoles, 20 de julio de 2016

La educación es la clave

M
uchas veces se ha discutido en medios académicos y no académicos la idea pedagógica de Sócrates y sus seguidores de que es mejor crear escuelas que cárceles. Todavía más: en la misma medida en que seamos capaces de construir escuelas irán desapareciendo las instituciones penitenciarias. Esto no significa ningún optimismo radical que afirmara que el ser humano por su naturaleza es bueno, porque entonces no sería necesaria la educación ni la formación escolar. Es algo más sencillo: para hacer una sociedad justa y democrática, por ejemplo, es necesario que sepamos qué es la justicia y qué es la democracia. Con Platón, un buen gobernante tiene que ser sabio, ante todo. Siguiendo su ejemplo, al timón de un barco tiene que ir un buen capitán, pero no puede serlo solamente porque le vote la mayoría de los marineros. No es lo mismo ser gobernados sabiamente que por decisión mayoritaria. Ignorar lo que es el bien no puede llevar nunca a practicarlo y vivirlo en la acción cotidiana.

Concepción Arenal [www.rtv.es]
Entre nosotros, la escritora Concepción Arenal, nacida a finales del siglo XIX y tan actual, por tanto, acostumbraba a decir, haciendo explícito su compromiso social, aquella conocida frase: "Odia el delito y compadece al delincuente". Y esta otra, que tanto nos concierne en este caso: "Abrid escuelas y se cerrarán cárceles". En estas ideas no pueden negarse sus profundas raíces socráticas, pero, por desgracia, no se le ha dado nunca la importancia que tiene esta mujer, gallega sin par. Incluso actualmente lo que se lleva es lo contrario: los "buenos" debemos protegernos de los "malos", que tienen que pudrirse en las cárceles; los demócratas hemos de estar unidos contra el terrorismo, por lo que hay que hacer un pacto de Estado, por lo menos. Cada vez se levantan más voces que piden la pena de muerte, o, al menos, la cadena perpetua. Sin embargo, las cárceles no acaban con la delincuencia, sino que cada vez están más llenas y hay que hacer más penales y mucho mayores. Hacer buenos ciudadanos no sería una mala inversión, LOMCE volente, lo que no es el caso.

Sócrates [www.taringa.net]
Para los griegos, cuando las cosas adquieren la perfección que les es propia están en una situación de areté o excelencia, porque la perfección es lo que las hace diferentes. Esto se ha traducido también por "virtud" y es propia de cualquier cosa: un caballo veloz, hábil y resistente es un excelente caballo; un instrumento musical también es virtuoso, etc. Lo que hace mejor a un ser humano es su ‘virtud’, en sentido moral (este es el intelectualismo moral socrático). Al estar constituido el ser humano por el alma, capaz de pensar y razonar, esta capacidad le conduce al conocimiento y al saber. Por eso el mejor hombre es el sabio, que conoce el bien y la justicia y vive conforme a tales valores. Platón sigue la misma línea de su maestro: hay que conocer qué es la virtud, si se quiere practicarla. ¿Nos atreveríamos a construir un puente sin tener los conocimientos técnicos necesarios para hacerlo? ¿Quién nos confiaría una tal obra sin los avales necesarios que garanticen nuestras capacidades ingenieriles suficientes? Platón ha dedicado una obra completa al estudio de la virtud, que aconsejo estudiar a los posibles lectores de este blog. Para estimular la entrada, recojo dos citas breves de su planteamiento de este tema. Una es, exactamente, al comienzo. Escribe Platón:

“MENON. ¿Podrás, Sócrates, decirme si la virtud puede enseñarse; o, si no pudiendo enseñarse, se adquiere sólo con la práctica; o, en fin, si no dependiendo de la práctica, ni de la enseñanza, se encuentra en el hombre naturalmente o de cualquiera otra manera?”
 La otra es del mismísimo final: 
“SÓCRATES. Pero nosotros no sabremos la verdad sobre esta materia, sino cuando, antes de examinar cómo la virtud se encuentra en los hombres, emprendamos indagar lo que ella es en sí misma”. 
[www.asturgalicia.net.]

Educar es clave para poder vivir en una situación de bienestar social. Quizás por ello, el candidato Rajoy proclamaba, apenas dos semanas antes de las elecciones, en noviembre de 2011 esto: "Le voy a meter la tijera a todo, salvo pensiones, sanidad y educación". ¿Seguro? En sanidad y educación, precisamente, se han reducido, durante la legislatura, al menos 10.000 millones en  recortes. Y la caja de pensiones ha disminuido tanto que en 2018 estará vacía, según los pronósticos, dado que ya se ha vaciado ya en más de un 40%. En la próxima legislatura no quedará otro remedio que bajar las pensiones por causa del saqueo que el gobierno ha producido en el fondo de reserva. En consecuencia, llevan más de cuatro años contándonos mentira tras mentira.

[Situación actual del Fondo de reserva]
Los problemas de la institución escolar se han ido incrementando progresivamente durante toda la legislatura anterior. Empezaron con recortes nunca vistos en los presupuestos, que se fueron extendiendo a todos los niveles: reducción del profesorado, deterioro de sus funciones de trabajo, aumento de alumnos por aula, disminución de becas, envejecimiento de los centros públicos, incremento de subvenciones a la enseñanza privada concertada. Todo ello se remató con una nueva ley (LOMCE), rechazada por todos los partidos políticos, a excepción del partido del gobierno, que la ha puesto en marcha.
[www.lapsicogoloteca...]
El malestar escolar se ha institucionalizado. Los propios adolescentes se libran de sus traumas personales mediante el acoso escolar (bullying) y ahora también con el ciberacoso. Precisamente el colegio, que debía ser el lugar de acogida por excelencia para los niños, carece de seguridad en esto. Muchos dicen que falta control y vigilancia en los centros educativos y que las amenazas de alumnos al personal docente no se pueden consentir. Sea, pero ¿quién ofrece este suplemento necesario de personal cuando la administración recorta para ahorrar? Todos aceptan que los centros tienen que generar comportamientos sociales, pero ¿cómo atender a esto, cuando la Administración sólo quiere poner reválida tras reválida que es necesario superar para la promoción? Modelos educativos, educación en valores, convivencia..., todo esto es clave, pero con centros masificados ¿qué otra cosa queda más que castigos y reglamentos para aplicar estrictamente?

En cuanto a los modelos, Íñiguez de Onzoño, líder de la Asociación de escuelas de negocios de élite Sorprende con un gran cambio de perspectiva en el sistema norteamericano respecto al europeo. Allí empiezan estudiando Humanidades, en general, y luego pasan a las distintas especializaciones. ¿Por qué? Al parecer las Humanidades producen más apertura de la mente y plantean una educación más universal, lo que influye en la posibilidad de emprender negocios nuevos. Todavía más: la especialización en el inicio era válida cuando se vivían 50 o 60 años, pero actualmente con la prolongación hasta los 80 y más habrá que especializarse varias veces en la vida activa. Llega a concretar que algunos quieren que formen las propias empresas en las que trabajamos, pero esto implica tecnificar en un aspecto concreto, lo que favorece la mano de obra barata, por servir solamente para una empresa determinada y no para otras en las que se podría buscar una mayor promoción. Con esta perspectiva las posibilidades se limitan cada vez más y de este modo van limitando y esclavizando a sus propios trabajadores.

Hay causas del acoso, pero también consecuencias. La más inmediata es la incidencia en el rendimiento escolar. La más lejana, preparar una personalidad ligada a conductas delictivas en el futuro inmediato, haciéndose uno agresivo o violento. Los daños producidos pueden llegar hasta el suicidio, como ya ha ocurrido en más de una ocasión. Una encuesta reciente, realizada por la organización inglesa contra el acoso escolar, Ditch the Label, a 8. 850 jóvenes ofrece el dato de que la mitad de los adolescentes ha sufrido esta situación de abuso en algún momento de su vida. De ellos, casi un cuarto acosa también a otros niños. Su fundador (en 2012), Lyam Hackett y director alerta del impacto que tiene en la salud, en el bienestar y en las expectativas futuras de estos jóvenes. Todos los casos proceden de algún trauma sufrido. Uno de estos adolescentes, ahora con 22 años, Tyler Bonner, que acosó, escribe así: 
"Probablemente acabas causando graves problemas en la vida de esas personas. Ellos pensaran que no pueden lograr sus sueños o les costará saber qué quieren hacer con su vida. Y todo es consecuencia de lo que tú les has dicho o hecho".
¿Por qué hay que cebarse siempre con la educación? Seguramente, por imbecilidad manifiesta y por una actitud dictatorial que aspira el control total de un Estado. Significativamente, hoy nos informan los periódicos que Turquía suspende la licencia para enseñar a 15.000 profesores y maestros. Además, exige la dimisión a 1.577 decanos universitarios.

Mientras tanto, seguimos mirando para otro lado, sin darnos cuenta de que en la educación está la clave ¿Por qué somos tan imbéciles?

Julián Arroyo Pomeda


viernes, 13 de junio de 2014

1. La filosofía, su sentido, su necesidad y su historia (parte primera) (*)

La filosofía se encontró, en primer lugar, con los mitos y tuvo necesidad de definirse ante ellos, mostrando, al mismo tiempo, su distancia e identidad.


Más tarde rechazó considerarse como mera opinión para defender que la filosofía es un conocimiento. Así fue estableciendo ya en qué consistía su especificidad, introduciendo los elementos que la conforman.
Se plantea después si la filosofía es necesaria y cual es su sentido.
Luego el árbol de la filosofía comenzó a echar ramas, que se diferenciaron entre sí, aunque todas eran, igualmente, filosofía. Con estas perspectivas fue diseñando sus servicios y utilidad.
Todo esto se puede verificar en el estudio de su propia historia desde finales del siglo sexto a. C. hasta la actualidad.
 Índice

1.      Los mitos y la filosofía
2.       El saber o el conocimiento y su relación con la opinión
3.      Especificidad de la filosofía
4.       Necesidad y sentido de la filosofía
5.      Para qué sirve la filosofía
6.      Ramas de la filosofía
7.      La filosofía en su historia
8.       Textos de Cicerón, Aristóteles, Arendt, Hegel, Russell, Ortega
9.       Entrevista a Michel Serres
1. Los mitos y la filosofía
Antes de que naciera la filosofía existían los mitos, que son narraciones transmitidas oralmente que explican, a través de la imaginación, las situaciones y experiencias que vivían los seres humanos hace miles de años, ya que el hombre no sabía lo que pasaba en el cosmos ni por qué sucedía. En los mitos se encuentra el alma de los pueblos.

También los mitos se transmitían por escrito. Así, muchos poetas escribieron narraciones mitológicas, como Homero (siglo IX a. C.), que en la Ilíada relata el cerco de la ciudad de Troya, haciendo intervenir a los dioses en aquellos acontecimientos. Hesíodo (siglos VIII-VII a. C) narra el origen del mundo y de los dioses en su Teogonía y la historia de los seres humanos en Los trabajos y los días.

En los mitos todo está dirigido por la necesidad (ananké), que establece el destino (moira) a todos los individuos. Por ejemplo, Prometeo fue castigado por robar el fuego y dárselo a los humanos, y Pandora abrió la caja de los males y fue la responsable de que el sufrimiento se extendiera por el mundo. Estos y otros personajes son ciertamente inverosímiles.

Con los mitos se sacraliza la naturaleza, se da a sus acciones carácter y condición humana, y los dioses se revisten de un gran poder, aunque no existan. Los mitos influyeron mucho en la forma de pensar de los griegos, en sus ritos y en toda su vida, incluso en la filosofía. Por ejemplo, creían que los seres naturales eran divinos y tenían alma o espíritu, y gobernaban en sus lugares propios, como las nereidas en el mar, o las ninfas en los ríos o en las montañas. Los antiguos griegos hacían prácticas y ritos para explicar los misterios de la vida y se purificaban por haberse separado de la naturaleza, lo que les producía un sentimiento de culpa.
La filosofía también buscaba explicar los acontecimientos, pero desde un principio (arjé) y una estructura que regulen la actuación de la naturaleza, es decir, sin recurrir a los poderes de los dioses. El primer principio es la razón (logos), que trata de comprender sistemáticamente todo lo que sucede. Ahora la imaginación deja paso a la razón. De este modo, la justicia ya no era lo que determinaban los dioses poderosos, sino las leyes de la ciudad elaboradas por sus ciudadanos.

¿Qué es la filosofía? ¿Cómo definirla? ¿Cuáles son sus características generales? Platón en El Banquete define la filosofía como el deseo (filo) de la sabiduría (Sofía).

Antes de que existiera la filosofía como ciencia, los primeros pensadores buscaban una 
explicación racional (logos) del mundo. Probablemente no conocieron el adjetivo philósophos ni el verbo phlosophein, ni el sustantivo philosophia. Herodoto, por ejemplo, narra en sus Historias el encuentro entre Solón (legislador de Atenas, siglos VII-VI a. C.) y Creso, rey de Lidia, durante el cual Solón le dice a Creso que le han informado de que ha viajado mucho para ver y conocer hombres, comarcas y costumbres, y juzgar acerca de la vida humana. Vemos aquí el interés (filo) por la sabiduría (Sofía), o por saber.

Más adelante, Pericles (461-429 a. C.) en la Oración fúnebre describe la forma de vivir en Atenas: “Cultivamos la belleza (philokalein) con simplicidad y filosofamos (philosophein) sin carecer de firmeza”. Esta forma de vida es propia de los ciudadanos, que gustan de la belleza y aman la sabiduría, no de los nobles de épocas anteriores, que trabajaban para conseguir la excelencia (areté). La filosofía se convierte en algo propio del ciudadano y todos pueden ejercitarla en Atenas en discusiones públicas.

‘Filósofo’ y ‘filosofar’ suponen la existencia de la sabiduría (Sophia), que consiste en haber visto muchas cosas y tener una gran cultura, aunque en realidad tiene un sentido más profundo. Creso pregunta a Solón qué es lo que hace al hombre feliz y este le responde que para saber eso habría que conocer el fin de su vida y cómo se ha comportado durante la misma. Saber no es, pues, algo teórico, sino que consiste ensaber hacer el bien y en saber vivir, esto es lo que nos hace felices.

El término Sophia encierra gran riqueza de contenido. Por ejemplo, Tales de Mileto (siglos VII-VI a. C.) poseía un saber científico, ya que fue capaz de predecir el eclipse de sol del 28 de mayo de 585; también demostró un gran saber técnico cuando desvió el curso de un río. Tenía incluso un saber político, ya que propuso una federación a los griegos de Jónica para que pudieran salvarse. Desde el siglo VI también se considera sabiduría el conocer la medicina, la astronomía, la geometría, la aritmética o la naturaleza (physis).

Sócrates afirmó que el más sabio es el que sabe que no sabe nada, el que es consciente de esta situación, y por eso pregunta ingenua e irónicamente, porque se siente muy inseguro. El saber no es un contenido que se transmite a través de la escritura o la palabra,o como se pasa un líquido de “una copa llena a otra vacía a través de una tira de lana”, según dice Sócrates a Agatón al principio de su obra El Banquete. El saber debe engendrarlo el propio individuo, por eso Sócrates-partero formulaba preguntas para que quien responda pueda dar a luz la verdad. De aquí que picara y molestara como el tábano para que los atenienses reaccionaran, porque se preocupaban demasiado por la fama, las riquezas y los honores, y muy poco por la verdad y por ser mejores (Apología), porque no eran conscientes de la situación en que vivían: “Para el hombre no tiene objeto vivir una vida sin examen”, concluyó Sócrates.

 El Banquete plantea la naturaleza del filósofo: no es sabio porque es hijo de Penia, que es una mujer pobre, va descalza, sucia y no tiene domicilio fijo; tampoco es ignorante, pues ha heredado de su padre Poros la belleza y el encanto, y desea saber y aprender. A los hombres les propone amar lo bello y lo bueno, siendo así dichosos y felices por vivir de acuerdo con la virtud. El filósofo está entre el sabio y el ignorante, porque sabe que no sabe.

En la antigüedad, igual que actualmente, el filósofo se encontró con la religión, el culto, el arte, la literatura, el teatro y la cultura en general. Y lo propio de su naturaleza es transformar todo ello en filosofía, esta es su elección y vive de acuerdo con lo que hace. Practica así la filosofía y, por ello, lleva una vida filosófica de acuerdo con sus propias ideas y convicciones, que más tarde justifica y explica mediante un discurso, el cual forma parte de su obra, en la que habla de lo que interesa a todos.
A estos primeros filósofos y a todos los que les han seguido a lo largo de la historia debemos agradecer el hecho de que podamos seguir pensando, porque la falta de pensamiento ha sido la causa de muchos males para la humanidad.

Por su naturaleza, no es mortal ni inmortal; pero el mismo día está floreciente y lleno de vida mientras está en la abundancia, y luego se extingue para revivir por efecto de la naturaleza paterna. Todo lo que adquiere se le escapa sin cesar, de manera que nunca es pobre el Amor, ni tampoco rico. Se encuentra a medio camino entre la sabiduría y la ignorancia. Pues he aquí lo que sucede: ningún dios se ocupa en filosofar, ni se cuida de adquirir el saber (pues ya lo tiene), ni nadie que sea sabio filosofa. Pero, a su vez, tampoco los ignorantes se ocupan en filosofar, ni apetecen la adquisición del saber, pues en esto estriba el mal esencial de la ignorancia: en que no siendo ni noble, ni buena, ni inteligente, cree, sin embargo, que lo es en grado suficiente. Quien no piensa estar desprovisto de algo, es lógico que no tenga el deseo de aquello de lo cual no cree tener necesidad de estar dotado.
– En estas condiciones ¿cuáles son, Diotima, los que se ocupan en filosofar, ya que no lo son ni los sabios ni los ignorantes?
– He aquí algo, respondió ella, tan claro que hasta un niño lo vería: son los intermediarios entre una y otra especie, y el Amor es uno de ellos. Pues es la sabiduría una de las cosas más bellas, y el Amor es siempre amor de lo bello, de suerte que es necesario que el Amor sea filósofo, y, por ser filósofo, algo intermedio entre el sabio y el ignorante. Esto lo debe a su nacimiento, porque es hijo de un  padre sabio y rico, y de una madre que no es rica ni sabia (Platón, El Banquete, 202 e).

Cuestiones

1. ¿Cuál es el problema que plantea el texto y cómo lo resuelve?
2. Indicar las principales tesis del texto.
3. Especificar la argumentación empleada.
4. Describir la concepción del Amor que explica Diotima. ¿Por qué es filósofo el Amor?
5. ¿Por qué no puede filosofar el ignorante, según el texto de Platón?
2. El saber o el conocimiento (episteme) y su relación con la opinión (doxa)

Los seres humanos desean saber. Por su propia naturaleza los humanos tienen en los genes la exigencia de conocer las cosas, o la realidad, para resolver los problemas y las dificultades que se presenten. Pero no es lo mismo saber que opinión, aunque ante una pregunta solemos decir: “yo creo que…”, o “en mi opinión esto significa que…”.

 El sentido común nos dice que la opinión y el saber están relacionados. Si nos referimos al “objeto”, es decir, la “cosa de la que trata” la opinión y el saber son prácticamente lo mismo.
Esta relación de parentesco entre la opinión y el saber fue negada por Platón, que argumentó por boca de Sócrates que lo que sabemos es de naturaleza distinta a aquello sobre lo que opinamos. Según Platón, son cosas diferentes porque competen a distintas capacidades humanas y tratan de diferentes objetos, ya que, mientras el saber concierne a una esfera o dominio de objetos que no son mudables, la opinión está relacionada con todo aquello que está sometido al cambio y es contingente. Para Platón no existe una graduación entre saber y opinión, sino un salto.

Sólo hay genuino saber acerca de las Ideas inmutables, mientras que de los seres sometidos al devenir únicamente es posible tener opiniones o creencias. En consecuencia, el saber es infalible mientras que la opinión es engañosa. Para Platón la realidad está dividida en dos niveles, las Ideas y lo sensible. Mientras que las Ideas son reales e inmutables, y por ello pueden ser objeto de verdadero conocimiento, los seres sensibles son meras copias de los primeros, una mezcla de ser y no ser. Como estos últimos carecen de una realidad estable, lo único que podemos tener de ellos son opiniones.

Las Ideas no son materiales, aunque sí son reales, y por ello sólo podemos conocerlas por medio de una captación intelectual que contiene un elemento intuitivo, una suerte de percepción con el “ojo de la mente”, que permite al sujeto entrar en contacto con ellas, que son los genuinos objetos del saber.

Filósofos posteriores han seguido a Platón por este camino. Bergson sostiene que existe un contraste radical entre un conocimiento intuitivo inmediato, que es el que obtenemos cuando entramos en contacto directo con una realidad, y el que adquirimos como resultado de nuestra capacidad de representación y raciocinio. El conocimiento intuitivo inmediato es superior al representativo y, de hecho, lo invalida.

Bertrand Russell defendía que una cosa es estar informado de algo y otra conocer, ya que, aunque podemos saber mucho acerca de un determinado objeto, sólo cuando hemos tenido algún tipo de familiaridad con él, o un contacto directo, podemos decir que verdaderamente lo conocemos.

Podemos definir la opinión como un mapa o una carta de navegación, que sirve para guiar la conducta de un agente. Las opiniones son mapas que ostentan un doble aspecto: por una parte tienen un contenido, representan algo, como cuando decimos “creo que mañana hará buen tiempo” , y por otra, orientan nuestra conducta en uno u otro sentido. Es decisivo, por tanto, que el contenido de nuestras creencias sea verdadero, ya que, en caso contrario, guiarán nuestra conducta en sentido erróneo. Las creencias falsas son en realidad creencias defectuosas que no alcanzan su cometido.

Muchas de nuestras opiniones son falsas. Las creencias pueden ser falsas porque son subjetivas, resultado de la interpretación de un sujeto complejo que no se representa la realidad tal cual es y que por ello puede equivocarse. Esa es la razón de que no puedan identificarse con el saber.

Las opiniones verdaderas son aquellas cuyo contenido es verdadero. Ahora bien, ¿qué es la verdad?  Las opiniones son verdaderas cuando es verdadero su contenido, pero sólo se convierten en saber cuando están justificadas. Saber es una opinión verdadera para la que tenemos una justificación racional. Las diferencias entre doxa u opinión y episteme, saber o conocimiento son las que siguen.

Doxa es una clase de saber

parcial y sensorial,
inferior,
no sistemático,
ni racional,
sin pruebas.
Episteme es un saber

sistemático,
científico,
racional,
superior,
con pruebas,
crítico,
que aporta las causas y fundamentos de lo que sucede.


Lo curioso es que los primeros adversarios de la filosofía le reprochaban ser “cosa de niños”, adecuada como pasatiempo formativo en los primeros años pero impropia de adultos hechos y derechos. Por ejemplo, Calicles, que pretende rebatir la opinión de Sócrates de que “es mejor padecer una injusticia que causarla”. Según Calicles, lo verdaderamente justo, digan lo que quieran las leyes, es que los más fuertes se impongan a los más débiles, los que valen más a los que valen menos y los capaces a los incapaces. La ley dirá que es peor cometer una injusticia que sufrirla pero lo natural es considerar peor sufrirla que cometerla. Lo demás son tiquismiquis filosóficos, para los que guarda ya el adulto Calicles todo su desprecio: “La filosofía es ciertamente, amigo Sócrates, una ocupación grata, si uno se dedica a ella con mesura en los años juveniles, pero cuando se atiende a ella más tiempo del debido es la ruina de los hombres”. Calicles no ve nada de malo aparentemente en enseñar filosofía a los jóvenes aunque considera el vicio de filosofar un pecado ruinoso cuando ya se ha crecido. Digo “aparentemente” porque no podemos olvidar que Sócrates fue condenado a beber la cicuta acusado de corromper a los jóvenes seduciéndolos con su pensamiento y su palabra. A fin de cuentas, si la filosofía desapareciese del todo, para chicos y grandes, el enérgico Calicles –partidario de la razón del más fuerte- no se llevaría gran disgusto… (Savater, F., Las preguntas de la vida).

Cuestiones

1. ¿Cuál es el problema que plantea el texto y cómo lo resuelve?
2. Indicar las principales tesis del texto.
3. Especificar la argumentación empleada.
4. ¿Quién es Calicles?
5. ¿Qué consecuencias tiene dar la razón al más fuerte?

3. La especificidad de la filosofía

Los seres humanos necesitan orientarse en el mundo. Los animales no necesitan encontrar un sentido a su mundo, ya que se encuentran perfectamente adaptados a él desde su nacimiento. Sólo el ser humano está  obligado, por su insuficiencia constitutiva, a otorgar a su experiencia una significación y un sentido. Para esto el hombre tiene que reflexionar sobre su experiencia y no sólo a nivel instrumental. Esta reflexión, cuya finalidad es otorgar un sentido y una significación a todo lo que atañe al hombre, es el saber filosófico.

a) Una primera aproximación a la naturaleza del saber filosófico se obtiene cuando se establece una comparación con el saber científico. Frente a las ciencias particulares, que tratan de aspectos concretos de la realidad y proporcionan respuestas parciales, el saber filosófico se caracteriza  por tratarse de una reflexión radical, es decir, de una investigación que intenta llegar a la raíz de todos aquellos problemas que el hombre tiene planteados.

b) El objeto del saber filosófico es la realidad en su conjunto, el conocimiento de todo lo que hay.  El problema del que se ocupa la filosofía es, por tanto, ilimitado, ya que aspira a conocerlo todo y, además, de modo indudable. Lo que busca el filósofo es una explicación última que tal vez nunca encuentre, dadas nuestras naturales limitaciones, pero que permitirá a la humanidad ir ampliando gradualmente los límites de su comprensión y no sólo a nivel instrumental.

 c) La filosofía es una actitud que se hace problema de todo cuanto aparece ante la conciencia. Por eso es un saber crítico, que no admite ningún conocimiento sin haberlo sometido a una reflexión previa. De ahí que se trate de un saber autónomo, ya que no acepta más verdades que las que ella misma encuentra siendo precisamente en este sentido que puede servir de fundamento a las ciencias particulares.

 d) La filosofía es también un saber racional y teórico, ordenado de modo sistemático según un método.  Se compone de  un conjunto de conceptos que pueden ser expresados y cuyo carácter es intersubjetivo, ya que es posible ser compartidos por varios sujetos. Su objetivo es la verdad, entendida como manifestación de lo que es, habida cuenta de que dicha manifestación sólo puede darse en el discurso racional. Así la  filosofía es un discurso racional que trata de descubrir la verdad acerca de la totalidad de las cosas que existen.

VIVIMOS CON LA FILOSOFÍA, 10,40 M 11/06/2013
Una araña ejecuta operaciones que semejan a las manipulaciones del tejedor, y la construcción de los panales de las abejas podrían avergonzar, por su perfección, a más de un maestro de obras. Pero, hay algo en que el peor maestro de obras aventaja, desde luego, a la mejor abeja, y es el hecho de que, antes de ejecutar la construcción, la proyecta en su cerebro. Al final del proceso de trabajo, brota un resultado que antes de comenzar el proceso existía ya en la mente del obrero, es decir, un resultado que tenía ya existencia ideal. El obrero no se limita a hacer cambiar de forma a una materia que le brinda la naturaleza, sino que, al mismo tiempo, realiza en ella un fin, fin que él sabe que rige como una ley las modalidades de su actuación y al que tiene necesariamente que supeditar su actuación. (Marx, El capital, vol. I).

Cuestiones

1. ¿Cuál es el problema que plantea el texto y cómo lo resuelve?
2. Indicar las principales tesis del texto.
3. Especificar la argumentación empleada.
4. Describir la comparación entre la abeja y el obrero
5. ¿Qué importancia tiene el fin para las actividades humanas?
Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: sobreleyendas.com, escuelapedia.com, ca.wikipedia.org, auladefilosofia.net, filosofapop.com, astrogen.com, aworldtowin.net

(*) Esta es la Unidad 1 del currículo de Filosofía LOMCE. El resto de las unidades podrá verse en Editorial Coloquio, de Madrid, a partir del próximo mes de mayo.