"La política de austeridad miope de Merkel [...] ha impedido dar los pasos necesarios y ha profundizado en las divisiones dentro de Europa" (Habermas, Entrevista en Sin Permiso").
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a filosofía ha sido siempre crítica, como nos enseña su historia
entera, y se ha caracterizado por dar cuenta de las experiencias de los seres
humanos en el camino que lleva a su meta. Calicles deja caer ante Sócrates si
la política no es más que "una forma de ‘engañar’ a la multitud
aprovechándose de su inconsciencia y de sus desordenados deseos" (Platón, Gorgias). Quizás sea esto lo que
explique por qué los humanos soportamos tantos atropellos con los que nos hieren.
La OCDE, una institución internacional
para el análisis y seguimiento del desarrollo económico, acaba de ofrecer un
informe demoledor para el caso de España. En él afirma que la desigualdad se ha incrementado, por lo
que ahora hay un mayor número de pobres, y la redistribución de la riqueza permanece estancada desde 2010.
Parece una paradoja que, aun estando en crisis, más de seis años ya, la riqueza
se concentre en menos manos, mientras que se extiende como bola de nieve la
incontenible pobreza. La crisis no es para todos, sino que unos la aprovechan
para aumentar sus ya grandes beneficios a costa de los más pobres y
desesperados. En la medida en que los salarios de la generalidad disminuyen,
aumentan los beneficios que se concentran en un número menor de privilegiados
¿Acaso es esto salir de la crisis? Desde luego que no, salvo para el Gobierno que
tanto cacarea lo de la recuperación económica.
Los hechos desmienten
afirmaciones rotundas que sólo publicitan con engaños. Si estamos creciendo más
que ningún otro país de Europa, ¿por qué entonces los trabajadores españoles
son los peor pagados de la Unión? Si las Empresas crecen en beneficios, ¿por
qué paralelamente no crecen también los sueldos de los más desfavorecidos? Nadie
se cree que hayamos salido de la crisis, cuando contempla nuestra situación.
Hay que recordar que el tan denostado por algunos Rodríguez Zapatero pronosticó
en 2009 que la salida de la crisis tendría que ser social, de lo contrario no
habría tal salida y superación. Para resolver la crisis se están llevando a
cabo las políticas más injustas. La prueba de que no está resuelta son los
niveles de desempleo tan desorbitados que arrastramos, la caída de los salarios
(caída real, sólo la ministra de
empleo desconoce que muchas empresas han bajado sus trabajadores un 20% o un
10% de sus nóminas sin discusión, además; o que se les jubila antes de cumplir
los 60 años; esto se acepta o la puerta está abierta), y el troceado de los
mercados. Conviene preguntar por qué se procede así, ya que es importante
conocer las causas de una acción determinada. No lo ignora nadie: es que por el
salario de un trabajador de 60 años se contrata a dos trabajadores jóvenes. Cuando
éstos vayan creciendo en edad, se procederá con ellos de la misma o parecida
manera. Se puede estimar mucho a un trabajador veterano y reconocer sus
rendimientos, pero estos y otros valores positivos quedan siempre subordinados
al nivel económico, que es el que manda.
[m.forocoches.com] |
Los trabajadores pobres cada
día será más pobres, éste es el futuro que nos aguarda. La Economía española
seguirá creciendo, en el mejor de los escenarios, hasta el 0,7% y con ello los
beneficios de las empresas alcanzarán en 2016 el 13%, pero, eso sí, a costa de
los salarios que no se mueven (han perdido en torno a un 11% en los salarios, según
él INE). La injusticia es más que
evidente. Ahora lo que se lleva es poner a la Unión Europea como pretexto. Y
también tiene su culpa, claro. Los Estados ya no son soberanos. Todavía más,
porque se está creando una nueva Internacional autoritaria y muy poderosa, que
lleva gestándose desde los años 70. Thatcher y los gobiernos republicanos
sucesivos de Estados Unidos llevan tiempo trabajando en esto y han conseguido
ya las peores cosas. En este momento nos escandaliza Trump, pero los
neoliberalismos helados produjeron el cambio climático de la economía hace
tiempo. Recordemos eso de que sigue habiendo lucha de clases y la estamos
ganando nosotros, según el financiero multimillonario estadounidense Warren Buffet.
El desánimo no deja de
crecer. ciertamente, el populismo de derechas se está ganando a los oprimidos y
desfavorecidos, cuya rabia no aguanta más. Una y otra vez los partidos de la
corrupción son cada vez más votados por el pueblo, ¿cómo es esto posible? La
izquierda socialdemócrata no logra superarlos, sino que, más bien, retrocede y
hasta cae en la perspectiva neoliberal
con el objetivo de ganarse el centro. La globalización capitalista se adueña de
la iniciativa del gobierno y proclama que favorecen a los pobres y a los
trabajadores. ¿Cómo es posible que la gente crea semejantes desvergüenzas? Porque
engañan a la multitud, lo que bien sabemos por Calicles. Pues ojo, porque las
derechas pueden acabar en extremas-derechas y, en definitiva, en fascismos.
Entonces entrarán los bárbaros y se amarrarán de tal modo que resultara
imposible echarlos después. Los privilegios y la concentración del poder forman
un cemento tan fuerte que resulta prácticamente imposible despegar por las
buenas, salvo que se establezca alguna clase de proceso de rebelión por la
fuerza, que tampoco es fácil de mantener, como enseña la historia: "Y en
esto llegó Fidel. / Se acabó la diversión. / Llegó el comandante y mandó a
parar" (Carlos Puebla).
[www.elconfidencial.es 5 jul 2016] |
El aumento de la desigualdad
alcanza niveles escalofriantes, como puede verse en el Índice de Gini. ¿Por qué
hay una desigualdad tan manifiesta? Se suele decir que por falta de crecimiento. Aquí la responsabilidad
es de los gobiernos y sus políticas, así como las de los bancos centrales
mundiales, de lo contrario no se harían unos cada vez más ricos a costa de los
más desfavorecidos. Son favorecidos quienes disponen de dinero efectivo para
adquirir bienes. Otros, en cambio, sólo pueden hacerlo -si es que pueden-
cuando los mercados han ajustado precios y han hecho las subidas correspondientes.
Cuando llega el dinero, otros se han beneficiado ya de él y han comprado bienes
a un precio menor, lucrándose financieramente. Así los ricos se enriquecen
siempre más, mientras que los pobres y las clases bajas se van empobreciendo
también más (Ver Bagus y Marquart, Porque
otros se hacen cada vez más ricos a tu costa, Editorial Deusto). Esto
invalida totalmente la leyenda popular de que siempre existió la desigualdad,
existe ahora y existirá siempre.
[www.laovejanegra.es] |
Todo se debe a la crisis y
al paro, dicen otros, pero la desigualdad nada tiene que ver con las políticas
neoliberales, ni con el reparto y la distribución de la riqueza, lo que ya
señaló con lucidez Piketty. Pero no
es así: el paro no causa la desastrosa desigualdad, sino que es su consecuencia
y procede de las políticas económicas seguidas por los gobiernos de turno, que
lo dejan estar y no corrigen casi nada. El
capitalismo es el que produce desigualdad, no todo se resuelve con el
crecimiento, como llevan machacando año tras año. Una fiscalidad más efectiva y justa podía acabar con el fraude fiscal,
resolviendo así un problema de envergadura entre nosotros. También tenemos el
trabajo de las mujeres, más precarizado cada vez.
Como en cualquier
acontecimiento social, puede decirse, ciertamente, que sus causas no son
simples, sino bien complejas. Siendo esto indiscutible, igualmente lo es el
hecho de que aumentan los beneficios de las empresas en tiempos de crisis,
mientras caen considerablemente los niveles salariales. Esto podrá ser, acaso,
algo simple, pero es una realidad efectiva.
Julián
Arroyo Pomeda