jueves, 30 de octubre de 2014

La valla de Melilla: entre desesperación e ilegalidades


En la nueva comedia de la humanidad los desesperados de la tierra tendrían que dejar toda esperanza ante el protocolo para contener sus aspiraciones elementales de dignidad y humanidad.


Los paganos principales del proceso son la Guardia civil y los inmigrantes. En El Intermedio de la Sexta, del pasado día 27 octubre, pudimos oír una entrevista de 15 minutos de un guardia civil, con la imagen oculta y la voz desfigurada. Es realmente escalofriante y no tiene desperdicio. A los periodistas se les dificulta hacer su trabajo informativo y a los fotógrafos se les exige estar muy lejos del pie de valla. Tampoco se facilita la labor a las ONGs. Parece que se quiere ocultar lo que sucede, aunque después se hable continuamente de transparencia. ¿Por qué todo esto?

Según el agente entrevistado, la orden es "rechazar a todos los inmigrantes en la forma que sea". Ni siquiera se tiene en cuenta si son niños o mujeres embarazadas. Se los obliga a bajar de la valla de cualquier forma, utilizando la fuerza, si fuera necesario. Con la porra y hasta con pelotas de goma, que se disparan a bocajarro y a una cortísima distancia. Hay, incluso, un sistema de pulverización, que disparan gas mostaza y que no se ha usado nunca porque en función de la dirección del viento puede caer en la cara de los propios agentes. Tienen que utilizar necesariamente la violencia. Si no se cumplen las órdenes, los superiores pueden actuar contra los agentes. Los policías marroquíes actúan de modo mucho más radical y es a ellos a quienes entregan a los inmigrantes en caliente. Confiesa su impotencia.

La imagen que ofrecen del país es denigrante y su actuación es poco gratificante, concluye el entrevistado, pero es nuestro trabajo.

De la declaración se pueden deducir algunas conclusiones preocupantes.

Uno. Los agentes están obligados a incumplir la ley. Podría decirse así, contesta el entrevistado. A nadie se le escapa que las consecuencias, en este caso, serían graves para el sujeto incumplidor, aunque la orden proceda del oficial que se encuentre de servicio.

Dos. ¿Se podría no cumplir la orden recibida? Sí, pero entonces el agente sería acusado de desobediencia un superior, con lo que esto implica en un sistema tan jerárquico como el de la Guardia civil. Y, aunque no se llegara a esto, existen todo tipo de represalias. La seguridad jurídica de los agentes es prácticamente nula.

Tres. Cumplida por el agente de turno de la orden "bájalo de ahí, bájalo de ahí”, refiriéndose a la valla en la que el inmigrante está encaramado, a continuación lo entregan a las autoridades marroquíes, que lo apalean y lo engrilletan hasta dejarlo semiinconsciente, después del consiguiente enfrentamiento. Se trata de una ‘devolución en caliente’.

Cuatro. Que todo esto envuelve una nube de ilegalidad lo indica el hecho de que él Gobierno quiera legalizarlo, mediante una Ley de Seguridad Ciudadana, que modificará la Ley de Extranjería con un nuevo protocolo, que apenas puede ocultar la situación.

Cinco. El responsable último de esta situación es el Ministro del Interior, Fernández Díaz, que nunca piensa nada, ni quiere enterarse de nada, limitándose a contestar ante los documentos de la asociación de Melilla, Prodein, que presentó el pasado 15 octubre, que la noticia es falsa. Y añade: "Todo es falso. Estaba haciendo resistencia pasiva, simulando que estaba inconsciente o en una situación de mayor gravedad, pero es falso". Fin del problema.

Seis. Las medidas tomadas son tan eficaces que la Delegación del Gobierno informa que en lo que va de año 2014 han entrado 2000 inmigrantes, mientras que en 2013 sólo fueron 1074. Y eso que la contundencia es tal que se devuelven a Marruecos, sin identificación previa, a los que han saltado la valla o se han subido encima de ella, porque el terreno entre vallas es de España, claro, ¿de quién iba a ser si no?

Siete. ¿Dónde queda el derecho de asilo de los inmigrantes, garantizado por la Constitución? ¿Y la Convención de Ginebra, firmada por España? Como no estén también encaramados en la nebulosa de la valla... Por otra parte, la seguridad de los inmigrantes devueltos no tiene ninguna garantía, ni el nuevo protocolo va a garantizarla, ya que no es más que una serie de vaciedades y generalidades.

La situación debe ser tan sangrante que ha llevado al arzobispo de Tánger, el franciscano Santiago Agrelo, a titular su carta pastoral del 19 octubre, Con Cristo, en la frontera, refiriéndose al episodio del pasado día 15. Se pregunta por qué los caminos del mundo están llenos de gente empobrecida y ofrece una respuesta sintética y acertada: por la "injusticia, violencia y explotación". Por eso nuestras fronteras "son cementerios que nunca se cierran". Pide informadores independientes que digan si se respetan o violan los derechos de las personas en las fronteras e igualmente una "Iglesias sin fronteras".

Sí, sí, pero algo habrá que hacer, dicen muchos, ante una invasión masiva de nuestro territorio. Creo que el obispo se ha pronunciado con toda claridad sobre las soluciones. Lo que hace falta es aproximarse a los pobres y no estar tan cerca del poder.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: Intento salto–Foto-Robert-Bonet-EDIMA2014; Captura-Prodein-EDIMA2014; Imágenes-Melilla-Foto-Robert-Bonet-EDIMA1014; Imágenes-Melilla-Foto-Robert-Bonet-EDIMA1014; Imágenes-Melilla-Foto-Robert-Bonet-EDIMA1014; Mons. Agrelo



miércoles, 8 de octubre de 2014

Gómez Llorente en el recuerdo


H
ace ahora dos años que nos dejó Luis Gómez Llorente, un buen amigo. Lo hizo el 5 octubre de manera silenciosa y con rapidez, como si no quisiera molestar. Pidió a su mujer que no avisara a nadie para no interrumpir sus tareas cotidianas. El fin de semana anterior se excusó por tener que faltar a una conferencia, que estaba programada y que ya nunca impartió. A mediados de la semana siguiente le visitó la muerte inflexible y se lo llevó. Aquí dejó muchos amigos y creo que muy pocos enemigos, porque era un hombre bueno y una persona de integridad moral y humana como pocos. Apenas septuagenario y en plena producción intelectual, consiguió que a todos nos sorprendiera su marcha.

La actividad profesional a la que dedicó su vida fue la enseñanza en academias, primero, e institutos después. Se jubiló en el IES Virgen de la Paloma, de Madrid. Con horarios siempre cargados y teniendo, incluso, que hacer un largo recorrido, como cuando trabajó en la antigua Universidad Laboral de Alcalá de Henares, a la que acudía en tren, seguido de un paseo a pie, siempre antes de su hora, porque aprovechaba para tomar previamente un café y saludar a los colegas. En la Paloma el horario se extendía mucho, ya que necesitaba descansar entre clases para recuperarse con otro café y, a veces, una palmera, acompañados de un cigarrillo celtas o una pipa, cuando se podía fumar.
Al llegar a casa, tampoco paraba, dado que le esperaban con frecuencia en alguna institución para impartir una charla o conferencia. Acudía en metro con puntualidad y siempre bien dispuesto. En los ratos libres en su casa, aprovechaba para leer y escribir artículos o ensayos. Tampoco hacía pereza para acudir a encuentros y reuniones, cuando le llamaban. En la Sociedad Española de Profesores de Filosofía, de la que era socio, conocemos bien su disponibilidad para tratar cualquier tema profesional o educativo, mediante largas reuniones. Tampoco se negó nunca a participar en el programa de los cursos que se organizaban.

A la Fundación CIVES dedicó cientos de horas a lo largo de la última década de los 90. Trabajábamos entonces en un proyecto para convencer al Ministerio de Educación de la necesidad de incluir la Ética en la Secundaria obligatoria. Las reuniones salían bien, porque, previamente, se preparaban a conciencia, exponiendo razones y buenos argumentos a los responsables de aquel momento, Álvaro Marchesi, Alfredo Pérez Rubalcaba y Javier Solana, en largos encuentros vespertinos. Todavía me emociona leer la dedicatoria de uno de sus libros: "en recuerdo de tantas tareas compartidas hasta ver en el BOE ‘La vida moral y la reflexión ética’, que fue la primera denominación de la materia en un bloque de la Historia de cuarto de ESO, que empezamos a impartir los profesores de filosofía con mucha fuerza y gran entusiasmo por semejante estreno.

Además de la integridad moral personal, Gómez Llorente creía en la ética del movimiento
obrero sobre cuya historia reflexionó como nadie. Estuviera del mejor o peor humor, ningún año faltaba a la manifestación del primero de Mayo. Con los amigos acompañantes quedaba siempre en el chaflán del Banco de España, como gustaba decir, en torno a las 12 de la mañana. Tapándose la cabeza del sol -me traspasa como cuchillos, decía-, miraba con ojos ilusionados la larga senda de manifestantes que con lluvia o con calor recorríamos la calle de Alcalá hasta Sol. No soltaba la bandera de la UGT y lamentaba la decisión de haber establecido la fiesta de la Comunidad de Madrid el día 2 mayo, porque la gente aprovechaba para salir de puente y esto no constituía un estímulo para la manifestación. Un hombre consecuente, que no dejaba de reconocer las dificultades reales de las situaciones.

Enseñar/Educar
A veces se plantea la alternativa de que una cosa es enseñar y otra muy distinta educar. Por educación se entiende la transmisión y el aprendizaje de valores, mientras que enseñar es únicamente explicar los contenidos de la asignatura determinada. Este es un falso dilema, que busca solamente enfrentar la enseñanza privada con la pública. En esta última el profesorado conoce bien las materias y las enseña. En cambio, en la privada puede que no sean tan especialistas los profesores, pero el ambiente que reina en los Centros hace que los estudiantes sean también formados en valores, además de obtener buenos resultados académicos.

Las clases de Gómez Llorente no resistían tal dilema. El sabía educar mediante la transmisión de los contenidos de sus materias filosóficas, que nunca convertía en tendenciosos. Su exquisita prudencia le hacía considerar objetivamente las temáticas. A veces me comentaba que algún alumno le decía que Tomás de Aquino estaba obsoleto y que no merecía la pena dedicar tanto tiempo y detalles a la explicación de su pensamiento. Entonces le miraba y le sonreía socarrón para contestarle que si conocía el pensamiento de Santo Tomás tampoco podría comprender la situación histórica del universo medieval. Algo parecido ocurría con Marx para poder entender el siglo XIX.

Con Historia de la filosofía se encontraba en su salsa el profesor Gómez Llorente. Explicaba detalladamente los autores, leyendo e interpretando sus textos. Yo nunca he estado interesado en lógica o en psicología, por ejemplo, a las que otros colegas dedican buena parte del curso de primero de bachillerato, me decía, pero en Historia de la filosofía si estoy capacitado para debatir con cualquiera. Y es que en la historia no veía su carácter esencialista, sino el dinamismo constitutivo del cambio, su devenir como base para desarrollar el futuro. En la historia veía la posibilidad de entender el presente e interpretar así nuestra propia existencia. Por eso tenía tanto interés en explicarla con todo detalle.

Educaba transmitiendo contenidos, porque sugería metas, apuntaba proyectos, marcaba orientaciones y se comprometía. Eran valores para la crisis y la desorientación que rodea a muchos adolescentes. Estimulaba proyectos de vida social y compartía ideales en la pasión que ponía emocionalmente para transmitirlos. Incluso sin ser muy conscientes del acto de enseñar, nunca se dejaba de percibir su pensar ordenado en los puntos que, previamente, anunciaba que se proponía transmitir. A lo largo del desarrollo se sometía siempre al esquema trazado en lo que traslucía su potente organización intelectual de las ideas. Claro, esto resultaba agotador.

Tampoco era nada ingenuo. Bueno, enseño lo que me dejan, me decía entre risas un día. En la corrección de los ejercicios tenía una paciencia admirable: marcaba todos y cada uno de los errores cometidos en color. Con lo pesado que resulta hacer esto, él parece que no se cansaba. Cuando descubría que no estudiaban lo suficiente se ponía muy serio y se lo reprochaba, alzando la voz, porque no cumplían con su deber y no tenían derecho a actuar así. Se comportaba como un profesor que no teme llamar la atención de quienes se lo merecían.

Después de la jubilación a los 65 años, que ya deseaba, creo que en lugar de descansar dedicó todo su tiempo con más ahínco todavía, al trabajo intelectual de conferencias e intervenciones de todo tipo. Al acabar una de ellas, se encontraba cansado, pero satisfecho. Le descansaba tomarse un café sólo. Pocos meses antes de su muerte paseábamos por la calle de Alcalá arriba. Se le notaba fatiga y cierta dificultad para respirar. Me preguntó por mi hija y su actividad. Sigue trabajando como neumóloga en el hospital, le dije. Y me contestó sonriendo: de eso tendré que morir yo. Desgraciadamente, no se encontraba desencaminado.

Algo se muere en el alma, cuando un amigo se va, dice la canción. Y en efecto, así es, lo confieso. No queda ya su insustituible presencia personal, ni el estímulo de su grata conversación, ni las enseñanzas que impartía, ni los paseos en busca de un café o camino de su casa, ni los contactos telefónicos, ni los proyectos compartidos, ni sus profundas huellas. Sólo permanecen los recuerdos imborrables ya, porque el amigo se ha marchado para siempre.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: Instituto La Paloma: vista aérea; Ética de SM: carátula; carátula de uno de sus libros; Historia de la Filosofía de SM: carátula; homenaje en Ateneo de Madrid.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Cerrilismo ideológico sin salida



Difícilmente puede sorprendernos ya algo de lo que piense el obispo de Alcalá de Henares, Reig Pla. Cual cruzado del siglo XXI, ataca ahora de nuevo y a buen seguro que morirá con las botas puestas bien relucientes.

El pasado 25 hemos podido leer su nuevo texto, "Llamar a las cosas por su nombre. Un verdadero reto para los católicos". Su tema, la retirada de la reforma de la ley del aborto por el Gobierno del Partido Popular. Tanto el fondo como la forma no tienen desperdicio y son, en mi opinión, constitutivamente un error. Veámoslo con detalle.

El diagnóstico

El punto de partida básico es la concepción de la interrupción del embarazo como "la muerte de un inocente", que se denomina de diversas maneras, todas absolutamente tétricas: "holocausto silencioso", aplastamiento del más débil, horror, crimen abominable, decapitación, troceamiento, "muerte directa y deliberada". Esto es llamar a las cosas por su nombre. El caso es que esto se hace con un tejido (hijo, lo llama el prelado) que está "por nacer". Si no ha nacido, si no es todavía, ¿cómo se pueden sacar semejantes consecuencias?

Hay que denunciar este crimen y, al mismo tiempo, ser misericordioso con las mujeres que lo cometen. No me parece creíble que haya que tener misericordia con un sujeto criminal, seguramente por ello se exige a la autoridad civil que lo impida.

Aquí hay un extraño salto desde el ámbito religioso al civil. Entiendo que su confesión religiosa exija al mundo católico y a quienes pertenezcan a ella que no haga esto, pero ¿por qué exigirlo igualmente al civil? Esta es la cuestión, la incapacidad de separar el universo religioso del universo civil, o, más sencillamente, la no aceptación de la separación entre Iglesia y Estado. Algunos se siguen moviendo en el Imperio Cristiano de Occidente. Desconocen la Ilustración, la modernidad y la autonomía de la razón, o, simplemente, no han acabado de aceptarlas, por lo que viven aún como medievales. Primero hay que ingerir el alimento para poder hacer después su digestión. En el mejor de los casos, hay, todavía, dos poderes, permaneciendo el Estado a disposición del poder espiritual, ya que el Emperador es investido por el Papa. Ahora bien, el brazo civil es importante en la sociedad, que se organiza de acuerdo con este referente, aunque un gobernante podrá engañar a los ciudadanos, pero nunca a Dios, como proclamaba una de las pancartas de protesta recientemente. "Los partidos políticos mayoritarios se han constituido en verdaderas <<estructuras de pecado>>", según monseñor Reig Pla.
Con la acción criminal del aborto estamos "ante una verdadera crisis de civilización". Para atajar semejante situación en la Iglesia católica podría establecer, incluso, la excomunión de los responsables.

La solución

El obispo Reig Pla no se conforma con su tremendista denuncia, sino que, a la vez, propone una serie de orientaciones civiles y religiosas.

1) Al Presidente del Gobierno -el responsable definitivo- le exige: a) lealtad a su electorado, cumpliendo lo que prometió en el programa electoral; b) sensatez, pues matar a un inocente es un acto de insensatez y de locura; c) decir la verdad, puesto que con la mayoría absoluta puede hacer lo que considere necesario, aunque no haya consenso. Así ha actuado en otras muchas reformas "infinitamente menos importantes".

2) Al Partido Popular le pide que se desinfecte del lobby LEGBTQ.

3) Al Jefe de la Oposición, rigor intelectual y sensibilidad.

4) Al "tren de la libertad", que deje de ser el tren de la muerte y del holocausto.

5) Crear un Partido que defienda "sin fisuras el derecho a la vida".


6) Otra serie de acciones, como evangelización, educación sexual, abolición de las leyes que permiten el aborto, respuestas civiles e iniciativas políticas, conversión, en una palabra de las estructuras de pecado.

Algunas reflexiones

¿Por qué no pensar en las situaciones reales que puede llevar a una persona a abortar, en lugar de permanecer siempre en el mismo carril? No todas las situaciones son las mismas, desde luego, habrá que matizar. Ahora bien, hay casos sangrantes, a los que parece que no se da ninguna importancia.

Uno de los casos más duros es el de la violación. ¿Por qué obligar a una mujer a soportar toda su vida el fruto de una agresión sexual, cuando ha sido víctima de su verdugo? Entiendo que deberían establecerse políticas de todas clases, especialmente educativas, culturales y sociales, que impidieran tales abusos. Bienvenida sea cualquier institución que se implique en esto, la Iglesia también, los obispos y los confesores. Ninguna clase de pederastia puede tolerarse y, desgraciadamente, hay creencias religiosas que de esto saben mucho.

El caso de malformaciones irreversibles, que convertirán la vida de una persona en un sufrimiento permanente para él ella y todos cuantos lo rodean. La detección sanitaria temprana debería contar con todos los apoyos tecnológicos que pudieran evitarla. No vale escatimar aquí ningún esfuerzo de políticas sanitarias.

El caso de la necesidad económica extrema, que no se resolverá razonablemente en un espacio temporal próximo, por lo que no podría ofrecer al nasciturus condiciones de vida digna para poder crecer y desarrollarse adecuadamente. Una educación sexual no mojigata, sana y libre, podría contribuir a que no sucediera lo que luego no vaya a tener remedio, así como el reconocimiento del derecho a un empleo libre y los medios para con seguirlo, que es la responsabilidad del Estado para con sus ciudadanos.

El caso del peligro cierto y objetivo de la vida de la madre. ¿Cómo decidir entre un embrión y la persona que lo lleva en su seno y lo alimenta? ¿Salvamos a uno a costa de la muerte de la otra, que tiene conciencia? Que nadie me habla de del cien por cien de seguridad, que no existe, pero si hay niveles fiables. Tiene que prevalecer el derecho a la integridad de la madre en caso de conflicto. Igualmente hay que tener en cuenta la salud mental de las mujeres, además de la física.

El respeto al derecho a decidir de las personas sobre su propio cuerpo exige igualdad de trato con las mismas. Ninguna institución debe presionar a las mujeres en un caso tan difícil, doloroso y traumático, como es el aborto. Al contrario, la sociedad tiene que proteger estas situaciones que nadie quiere, por no ser ningún plato de gusto.

Hace falta mucho sosiego y claridad sobre el tema, sin actuaciones viscerales, ni ideológicas. Claridad para saber que el aborto es la interrupción del embarazo con la exclusión del no nacido, todavía inviable. En esto hay que ser lúcidos y civilizados, ante todo, para no imponer ningún tipo de penalización legal, desdramatizando los hechos. Vivir en sociedad obliga a observar una línea de conducta con los demás, según Stuart Mill, sin perjudicar sus derechos.

En cuanto a la expresión literaria, las formas son de lo más impropio de un prelado católico. A pesar de la forzada cortesía -"con todo respeto a su persona", "sin juzgar a las personas", "voz sosegada", etc., monseñor parece Júpiter tonante, lanzando rayos, relámpagos y truenos desde la tribuna del púlpito: el Estado de derecho se convierte en una dictadura, feminismo radical, denunciar crímenes abominables, amenazar con la excomunión. Parece demasiado irritado monseñor ante el aborto, cuando hay tantos temas por los que clamar proféticamente, en lugar de permanecer todos estos años en silencio.

Como escribió el padre Isla, ante la pregunta de si no ha existido fray Gerundio en el mundo: "predicadores Gerundios, con fray y sin él, con don y sin don, con capilla y con bonete, en fin, vestidos de largo de todos colores y de todas figuras, los ha habido, los hay y los habrá, como así, si Dios no lo remedia" (Prólogo, 2).
Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones:www.información.es;www.abc.es; www.sodepaz.org; www.eljueves.es;es.toupool.com;www.elmonomudo.com; www.carrodecombate.com;


martes, 23 de septiembre de 2014

El referéndum escocés



La consulta democrática al pueblo escocés se celebró el pasado 18 septiembre de ese mismo año con el resultado de un 55,3% de apoyo al no y el 44,7, al sí. La participación fue del 84,27%. Como ha ganado el no, Escocia sigue en el Reino Unido, junto con Irlanda, Gran Bretaña e Inglaterra. ¿Y qué ha pasado? Nada, ninguna hecatombe política, social o económica. El pueblo ha votado y el Partido Nacionalista Escocés (Scotish National Party, SNP) ha perdido con una diferencia de 10,6 puntos.

Claro está que en una consulta de tal categoría siempre pasan cosas, que unos pueden considerar positivas y otros mucho menos. De momento, el líder de los independentistas, Alex Salmond ha presentado la dimisión. ¿Por qué? Simplemente, porque ha perdido y la cultura democrática exige la renuncia, dado que el pueblo no le ha apoyado. Las cosas en democracia son así. Esto es una muestra de seriedad y dignidad. Se trata de un episodio democrático de excelente calidad.

Ahora bien, Salmond no se va de vacío, puesto que ha conseguido mover las férreas estructuras británicas, ya de por sí inamovibles y partidarias de la permanencia a toda costa. El aparato político gobernante se ha comprometido públicamente a establecer pronto cambios importantes en las cuestiones institucionales. En la práctica, esto va a suponer una organización federal del Reino Unido, abriendo un proceso de transferencias ahora impensable. Además, para la totalidad de sus países.

Primero, se establecerá un nuevo marco de financiación. Los recursos serán compartidos de manera equitativa. ¿A quién le puede parecer mal esto? Oportunidades iguales y garantía de seguridad por parte del Reino Unido. La asignación del gasto público no podrá ser función exclusiva de Londres.

Segundo, un sistema de salud que será transferido al gobierno de Escocia, así como al resto de los servicios públicos. Estas transferencias no podrán ser ejercidas sin un marco de financiación previa, que será imprescindible una vez fijadas las competencias.

Tercero, un cambio de Constitución orientada al federalismo. Esto no será nada fácil, pero es inevitable en el camino trazado.

La gestión de todo ello no durará una eternidad. Como referencia se han indicado los meses de octubre, noviembre y enero próximos. Esto muestra que la voluntad política es firme y que los problemas se han agarrado por los cuernos. A grandes dificultades, máximas soluciones, porque las cosas no van a arreglarse por aburrimiento. El Reino Unido ha recibido un aviso muy sólido y a nadie se le ocurrirá dar un paso adelante y dos atrás, porque la ciudadanía no se lo permitiría. Esto va en serio. Unionistas y secesionistas se han visto las caras muy de cerca: retroceder es ya imposible.

Mientras tanto, nosotros miramos a Catalunya. ¿Cómo va a afectarle todo esto?, se pregunta la mayoría de los comentaristas. Aquí las opiniones son diversas y variopintas, pero sólo algunas excepciones dan en el blanco, que es la celebración y los resultados de una consulta popular. El partido del actual gobierno llama a la sensatez, esperando que la consulta no se convoque. Esto no es hacer frente a tan grave cuestión.

En efecto, la consulta se convocará para que el pueblo catalán manifiesto su opinión, pero no se hará legalmente, porque la barrera constitucional lo impide y en esto no hay ninguna cesión posible, como ya ocurrió con el pueblo vasco. Si no se hace legalmente, todo quedará en el más absoluto vacío.

Tampoco se conocerán los resultados, porque la totalidad de mecanismos constitucionales lo impedirán por las buenas o por las malas. Ahora bien, esta no-solución no va a quedar sin consecuencias. La primera y más evidente de todas será el incremento del nacionalismo. Si no se actúa inteligentemente -y no se va a hacer así-, los partidarios del secesionismo lo volverá a intentar esa vez con mucha más fuerza y convicción.

En este momento ya es imposible ir por delante de los acontecimientos. Me parece que la marea es imparable, especialmente por las grandes torpezas que se han cometido desde hace varios años. El presidente Rodríguez Zapatero habla de una anomalía que hay que corregir, refiriéndose a los artículos derogados por el Tribunal Constitucional en el Estatut. Y se eliminaron a instancias de un partido político anclado en el inmovilismo más retrógrado, pero que sigue sus trece. "Ellos" son, dicen, los que están creando un problema de Estado. Sólo ellos, o sea, los catalanes con su estructura política. "Nosotros", en cambio, sólo estamos defendiendo la unidad de la nación española. Sin embargo, no quieren reconocer que no se pueden poner puertas al campo, ni vallas en las fronteras. ¿Dónde nos conducirá semejante proceder? Quizás sólo sepa ahora la mente de Dios, pero al pueblo español no se le puede tener en semejante incertidumbre.

En el referéndum escocés se aclararon las cosas de una vez acerca de la necesidad de restituir el poder político. La reacción de Cameron sólo se produjo ante el aumento del voto independentista, que parece haber sido liberado, precisamente, por la juventud, que no temió al cambio. Aquí en España gobiernan los viejos y se sienten atemorizados. ¿Qué pasará si hay consulta con lo insensatos que somos los españoles en nuestro radicalismo? Sobre esto ahora no conviene votar, ni tampoco nunca, porque acarrea consecuencias. ¿Sabemos comportarnos unos y otros como seres civilizados? ¿Quién ganará? Los escoceses han votado, el pueblo ha hablado y se le ha dejado expresarse. Al final, resulta que quienes han ganado han sido todos, quién lo iba a pensar. La soberanía popular ha sido lo importante.

En cuanto al presidente Artur Mas está resultando un hombre muy astuto y de gran habilidad. No le dejarán que saque las urnas a la calle para que el pueblo pueda votar, pero, finalmente, lo hará en unas elecciones generales, que se podrían convocar a la vez. Así saldrá adelante su compromiso. La jugada no está nada mal.

Julián Arroyo Pomeda


Ilustraciones: www.elpais 16/09/14: www.deia 25/09/14; www.federalistesdesquerres.org; ww.alderchoyalreves.infolibre.es; www.rtv.es

martes, 9 de septiembre de 2014

Nuevo Curso, viejos problemas



Una vez más comienza un nuevo curso escolar con los problemas viejos aumentados, pero no corregidos. ¿Para qué sirve analizarlos, si estamos prácticamente seguros de que los grandes problemas van a seguir igual, ya que nadie los quiere remediar?

Lo que se necesita es un cambio de modelo y no una mayor inversión, responde el gobierno popular a la oposición. Contundencia demasiado interesada para evitar implicarse en correcciones necesarias, que llevarían consigo algunas mejoras. Las condiciones de trabajo de escolares y profesorado también cuentan, aunque no ciertamente para la administración educativa.
Respecto a la educación, las fanfarronadas están a la vuelta de la esquina. Quizás la mayor bufonada es la del presidente del gobierno, que se va desmintiendo tras año y mentira tras mentira. "Le voy a meter la tijera a todo salvo las pensiones, la Sanidad y la Educación", dijo Rajoy a bombo y platillo. Qué ocasión de haberse callado, porque es a lo que más está castigando.

Sin embargo, la última espantada ha sido la de la Consejera de Educación de la Comunidad de Valencia. Los periódicos informan de que allí la temperatura alcanza los 30° y que la legislación prohíbe trabajar a más de 27°. Algunos Centros han tenido que impartir clase en el patio, a la sombra de los árboles, o en pórticos con algo de aire. Los inspectores certifican el exceso de la temperatura y algún sindicato ha puesto una denuncia contra la citada Consejería. Ante todo esto, Català da la solución, echando balones fuera: "La consellería no es responsable de la climatología", ni puede prever el calor registrado. Naturalmente que no. Mientras tanto, algunos escolares se han presentado en clase en bañador, y una alumna de Alicante ha tenido que ser trasladada a un centro sanitario por mareo.

En lugar de la contestación tan desabrida de la señora Català, podría aprovechar para introducir mecanismos de refrigeración de los espacios, porque no puede ser tan ignorante como para desconocerlos, o tan radical como para ahogar a todos en sudor. Es que en estas condiciones no se puede trabajar, consejera, y usted lo sabe de sobra. Que no se trata solamente de cumplir el horario lectivo de 180 días, sino de aprender con enseñanza de calidad. No creo que le costara tanto dejar su cinismo y ponerse de inmediato a llevar algunos aparatos de refrigeración para mitigar el calor. En todo las tijeras, menos en educación, ya lo dijo su jefe de filas. Esperemos que en invierno no tengan que llevar mantas a clase por el frío.


La LOMCE -séptima ley de la democracia- se aplica este curso en primero, tercero y quinto de Primaria y en Formación Profesional Básica. Las Comunidades han introducido, dentro de su marco legal, materias como "Educación Emocional y Creatividad", "Cultura del pueblo valenciano", "Cultura asturiana", "Conocimiento aplicado y Lengua de signos" y "Cultura digital", entre otras. Habrá que ver lo que todo esto puede dar de sí. Las clases han comenzado el día 3 septiembre en la comunidad de Valencia y Catalunya será la última, el día 15, con lo que no se da la unificación de entrada, lo que, posiblemente, sería conveniente. Al menos habría que aproximar las fechas lo más posible. Es "una locura" dice Luis Carbonel, presidente de la CONCAPA.

Lo de los libros de texto parece que tendrá que esperar. De momento habrá que reutilizar los viejos materiales. Y con razón. ¿Cómo se puede pretender que la mayoría de las Administraciones hayan sacado los curricula de Primaria este verano y que las editoriales tengan a punto los nuevos en el mes de septiembre? No es posible, a no ser que quieran una pura chapuza.
Como poco, hay que decir que la planificación no ha sido la mejor y que se ha obligado a actuar con calzador, como si se tuviera pánico a la no aplicación de la ley. Las normativas han resultado precipitadas, ciertamente.

A ver si no caemos en el mismo defecto con el material para Secundaria y Bachillerato. En estas fechas, todavía no Ha ofrecido el Ministerio los currícula definitivos. ¿No será que lo que quieren es que todos apliquen miméticamente lo que establece la administración estatal? Hombre, aunque sólo sean las formas, habría que guardarlas.

Las tijeras en Educación

Rajoy exceptuaba de las tijeras a Educación. De momento, ya estamos en este asunto en el 4,4% del PIB, con la promesa a Bruselas de que se reduzca hasta el 4% en 2015, es decir, en unos meses. Claro que lo importante es el cambio de modelo, evidentemente. Lo que no se puede negar es que hemos reducido desde el 5,07% en 2009 al 4% en el 2015 con las consecuencias que esta reducción de gasto puede implicar.

¿Qué pasa con el profesorado? Que en los dos últimos cursos hay 23.000 profesores menos en las aulas de educación pública, según datos oficiales, que Comisiones Obreras eleva a 33.000. Quizás sea que el profesorado es cada vez más brillante y hace mucho más con bastante menos. Al aumento del número de alumnos cada año sigue la consiguiente reducción de profesorado. Lo que tienen que hacer es trabajar más, ya lo decía una presidenta innombrable de la Comunidad de Madrid, que ella trabajaba 12 horas diarias.

Claro que, como baja el gasto, las clases de refuerzo ya no están garantizadas. Puede que los chicos no lo necesiten, puesto que aprenden cada vez más y con mayor eficacia, lo que incrementará, sin duda, el cambio de modelo que ahora comienza.

¿Se reducen las becas de comedor? Bueno, eso significa que tenemos menos necesidades en alimentación y que ningún niño pasa hambre. Y si no que se lo digan a tantas organizaciones sin ánimo de lucro que colaboran en esto con sus voluntarios. Por ejemplo, que se lo pregunten a Educo, según la cual uno de cada tres niños en España vive en riesgo de pobreza, o a Mensajeros por la paz.

¿Qué pueden seguir produciéndose nuevas manifestaciones en la enseñanza? Los trabajadores nunca están conformes con sus condiciones de trabajo, ya se sabe, mientras la Administraciones se vuelcan y trabajan sin descanso por la mejora de la calidad de educación.
En fin, estamos en el mismo caos de siempre, con problemas que cada año aumentan más, sin que queden corregidas las numerosas anomalías denunciadas. Pero no hay por qué preocuparse, ya que maiora videbis, desgraciadamente.

Julián Arroyo Pomeda

Ilustraciones: www. lavanguardia.com 8/09/2014; www. lasprovincias.es 8/09/2014; www. elmundo.es 8/09/2014; barómetro social de España, Educación


miércoles, 3 de septiembre de 2014

Neofascismos y neocomunismos


La visión de la política, que ha demostrado tener, casi siempre, Alfonso Guerra es como para tomársela muy en serio, porque su virtud es sacar a la luz lo que otros muchos no se atreven a plantear, haciéndolo de una manera directa para que se le entienda. Su última entrega a la revista Tiempo lleva por título "La crisis y los viejos fantasmas totalitarios". Es del día 2 septiembre y Jesús Cintura -más rápido que el viento- lo ha leído antes que nadie y le ha llamado al programa Las mañanas de Cuatro para comentarlo.


Mientras el sonriente Cintora le presentaba el artículo, según su interpretación personal, con la que Guerra no estuvo de acuerdo por incompleta, entró como una exhalación Juan Carlos Monedero, de Podemos, acusando al PSOE de ser uno de los impulsores de la crisis, política y económicamente, por lo que puede concluirse que no es el único responsable de lo que nos viene el neoconservadurismo, sino también Guerra y su partido. Guerra le ha contestado con que no había leído el artículo o, si lo había hecho, lo ha interpretado de acuerdo con una de sus obsesiones contra el Partido Socialista, de forma interesada. Guerra no menciona a la formación Podemos, esto es una obsesión de Monedero.

Aquí se ha producido el momento de mayor tensión, que, finalmente, Cintora, con graciosa ironía ha sugerido que podrían ser los dos Felipe González y Alfonso Guerra de 1982 y dándole las gracias "por este momento televisivo". Ciertamente, ha sido un gran momento.

Analicemos ahora el contenido de la discusión de un modo algo más sosegado. ¿Qué dice Guerra en su artículo? Su planteamiento es que el neoconservadurismo, con la excusa de la crisis generada en Estados Unidos, no en Europa, ha cuestionado el sistema democrático europeo, que garantizaba los derechos de los ciudadanos, dejando las decisiones de política económica en manos de la Unión Europea, cuya única respuesta ha sido la de la austeridad, reduciendo el gasto y conteniendo el déficit. A quien no siga tales directrices el mercado le castigará. Falta por decir también que sus votantes dejarán de apoyarles por esta línea de acción, como ha ocurrido en las últimas elecciones europeas. Se ha puesto "el principio de rentabilidad económica por encima de los valores humanistas", es la crítica de Guerra.

Así ha sucedido una situación de malestar social que ha hecho renacer los fascismos y comunismos, abandonados hace algún tiempo por la mayoría de los ciudadanos europeos. Entre los neocomunistas hace referencia precisa a Grecia y España.

¿Qué molesta de este análisis a Monedero? Su interpretación de que con el neocomunismo español Guerra se está refiriendo a Podemos. Desde luego que con otro nombre, procede de la cultura comunista. Aunque Guerra no cite a Podemos -"¡Están ustedes locos!", le espeta a Monedero-, ¿a quién si no se puede referir? La provocación ha recogido su propio guante.

Además, Guerra da la voz de alerta: si no hay cambio de rumbo, ni una política diferente los totalitarismos del pasado volverán, sin duda. Los partidos conservadores tienen la máxima responsabilidad, pero los socialdemócratas también han de jugar su partida.

Mi opinión personal es que el análisis político de Guerra es correcto. Y también el renacimiento posible de los totalitarismos. Ahora bien, dar un paso más resulta muy peligroso. Hay que denunciar  lo que sea denunciable, pero igualmente se debe parar en la línea roja. Podemos equipara a populares y socialistas para pulverizar así a los segundos. Este es un gran error, porque no son lo mismo. Transmitir esta imagen tampoco será provechoso, ya que es falsa y acabará pasando factura, como empieza a ocurrir ya con Izquierda Unida. Recordemos el exabrupto de Felipe González contra Anguita, al que comparaba con Aznar, hablando de "la misma mierda". También ha pasado factura. Conservadores y socialdemócratas son totalmente opuestos, aunque estos últimos colaboren, a veces, con aquellos. Su electorado los juzgará. Podemos está que se sale, y con razón, pero debería contenerse, distinguiendo entre derecha e izquierda.

Por otra parte, los socialistas tienen que presentar con urgencia sus propias señas de identidad y especialmente la redistribución de la riqueza, mediante los impuestos, la representación política con igualdad de derechos, la organización laboral con peso y representatividad para los trabajadores, libertades públicas para todos los ciudadanos garantizadas por la soberanía del Estado, sanidad y educación públicas. La crisis económica está terminando con todos estos derechos conseguidos no sin esfuerzo.

Otra política diferente, venga de quien venga, me parece necesaria. Así no se puede seguir, sin garantizar el futuro, especialmente, a las personas jóvenes, ofreciendo únicamente como algo prioritario la desesperación. Estamos todos más hartos cada vez, la gente tiene que reaccionar. Hay modelos más dignos de seguir que otros, aunque la práctica nos irá señalando su forma de actuar. Sigo creyendo que "es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad" (tesis II). Y no quiero hacer lo que digan, pero no lo que hacen (Mt. 23,3). Ni siquiera esto, si no lo confirman en la realidad práctica. Por otra parte, el periodista y presentador del programa, Cintora, cumple con su papel. Es precisamente esto lo que tiene que hacer para que luego el público juzgue por sí mismo.

Julián Arroyo Pomeda


Ilustraciones: publico 2 sep 20014; heraldo.es; numerocero.es; mañanasdecuatro