miércoles, 1 de agosto de 2018

El anunciado cambio climático


El tiempo es infiel a quien de él abusa (Pietro Metastasio)

Qué pasa con el clima? Ayer me encontré con una vecina en el mercado y salió lo de los 44° a los que podíamos llegar. Yo no me creo nada de lo que dicen del cambio climático -me comentó-, porque nunca hemos tenido un mes de julio tan bueno en Madrid como el actual. Estamos de suerte.

Puede ser, pero la Cumbre del Clima de 2017 ya alertó que si no reducimos la temperatura global en el 2020 estaríamos ante un gravísimo problema. Huracanes tremendos en Caribe y Miami Beach, india, Pakistán, Nepal, sequía en España, incendios en California con muertos y desaparecidos, inundaciones en Asia. Ventarrones incontrolables en Puerto Rico, Estados Unidos, islas Antigua y Bermuda, República Dominicana, Haití, Bahamas, Cuba, entre otros lugares. La madre-naturaleza nos enseña siempre y se disfraza, a veces, de madrastra para obligarlos a aprender.
[Incendios en California; www.elconfidencial.com]
¿Qué más efectos se han de presentar todavía? Las oscilaciones de temperatura causan cada vez mayores desastres. El clima produce cambios nada normales con olas de frío y de calor, llegando a un punto crítico, que el triumpismo se niega a ver y, además, chulea, sacando a su país del Acuerdo de París en una de las decisiones más irresponsables que uno se podía imaginar. Y ¿por qué? Por puras cuestiones económicas inmediatas y carentes de perspectiva. Estados Unidos es el segundo emisor de CO2, después de China, y se permite desinteresarse del tema.

Es cierto que la pasada primavera hemos asistido a nevadas, granizadas y muchas lluvias, pero sin el equilibrio necesario. Cada vez cae la lluvia con mayor intensidad, produciendo daños desastrosos. Decimos que el tiempo está loco, porque ataca y las inundaciones se desatan encolerizadas. Hay momentos en que el campo no puede absorber tanta agua y sufren los cultivos. Aunque los impactos no serán inmediatos, se van acumulando. La biodiversidad sí lo detecta. El tiempo engaña, haciendo que lo que nace antes de su hora muera luego por causa de las heladas.

La actividad humana es la única responsable de alterar los climas y producir el cambio. Aunque nos llamamos racionales, actuamos de manera bastante irracional. Los gases de efecto invernadero con un aumento excesivo podrían acabar con la vida de la tierra. Detenerlos es posible, si se quiere. De lo contrario, pagaremos por nuestros abusos.

Julián Arroyo Pomeda

jueves, 19 de julio de 2018

Renace la batalla en educación




A
penas anunciados los planes de la ministra de educación para su departamento, el mazazo de algunos periódicos no ha tardado en caer sobre su cabeza. Derogará varios artículos de la LOMCE y creará la asignatura de valores éticos y cívicos como obligatoria. El más fogoso y rápido en responder ha sido ABC, que resalta en su portada del 12 julio actual las dos primeras medidas de Gobierno: "Arrinconar a la Enseñanza concertada" e "Imponer su ideario ético como asignatura y devaluar la religión", enfatizando su carácter ideológico.
[www.abc.es]
Entiendo que haya ideas y opiniones distintas y no coincidentes. Lo que no acepto es la descalificación de entrada y a priori de otras posiciones, tachándolas de premisas sectarias. Tales son la destrucción de la LOMCE en asuntos como la religión, la escuela concertada y la libertad de los padres para decidir el tipo de educación que desean para los hijos. Dicen que el Gobierno está obsesionado por presupuestos ideológicos, pero creo que la obsesión no es tanta como la de los contrarios. En todo caso, yo esperaría a que se concreten las propuestas para luego valorarlas. Veamos algunos aspectos -no hay espacio para todos- del proceder gubernamental.

Hacer de la escuela pública el eje vertebrador del sistema educativo es la obligación de Estado, ¿cómo negarlo? La concertada sigue como su complemento. Necesitamos una escuela pública de calidad y ofrecerla para que luego decidan los padres y los ciudadanos. Lo que no cabe es deteriorarla para expulsar al personal. A esto hemos llegado y se requiere una corrección profunda.
[[Celaá, minisra de educación; www.eldiario.es]
La asignatura de religión se oferta obligatoriamente por los Centros y los estudiantes, sus padres o tutores deciden aceptarla o no, pero sin alternativa, porque entonces para garantizar el derecho de unos se castiga a los otros. Por no querer estudiar religión tendrán que hacer otra materia. Es un error de raíz, que no se sostiene. Además, que la religión cuente para la media y las becas. Valores éticos y cívicos sí que necesitamos todos.
¿Quién sabe lo que quiere a los 13 años? Parece que lo que se intenta con los itinerarios es segregar, porque hay alumnos buenos y malos. Estos últimos no deben mezclarse con los privilegiados. Aquí no hay equidad, sino un mayor abandono escolar temprano.

Más alumnos por aula, más horas lectivas, más tiempo en las sustituciones es degradar al profesorado. ¿Cómo se va a investigar e innovar en esta situación? Hay que derogar el Decreto de recortes de 2012.

Una nueva Formación Profesional y financiar la educación con el 5% del PIB sólo puede ser elogiable.

¿Que no se han consultado estos cambios proyectados? Queda el próximo Curso para discutir y dialogar. ¿Que se hará a marchas forzadas? Es que los cambios son urgentes. Un poco de calma, reflexionemos si todo esto es importante. Ya llegará el tiempo de valorar y decidir.

Julián Arroyo Pomeda



viernes, 13 de julio de 2018

La maraña del juez Pablo Llarena


[El juez Llarena; www.elperiodico.com]
L
os campanarios de España están tocando a rebato, porque el tribunal alemán sólo acepta el delito de malversación y no el de rebelión en el caso de Puigdemont. Rasgarse las vestiduras ahora, cuando ya Bélgica estableció en diciembre de 2017 que no cabía tal delito de rebelión, parece no querer ver la realidad.
[www.viajejet.com]
Por otra parte, la amenaza de suspender Schengen es un disparate, después de haber acordado el reconocimiento mutuo entre los Estados miembros de la Unión Europea. ¿No quedaron en aceptar la cooperación entre jueces y fiscales? Pero es que la malversación es igualmente discutible, luego que Montoro, ministro de Hacienda con Rajoy, declaró que los fondos públicos estaban controlados en Catalunya. Personalidades del PP quieren ahora que el Gobierno suspenda este espacio por la dignidad y el debido respeto a España, a la que han asestado un golpe muy duro. Tildan de humillación intolerable, por parte de un tribunal regional alemán, Scheleswig-Holstein. No aceptan los magistrados que se perturbara el orden público, ni el grado de violencia que implica la rebelión armada.
[www.elconfidencial.com]
La estrategia del juez Llarena con todo lo que implica cae por los suelos. Además, el sistema judicial español y la elección de los jueces resulta muy discutible. El mismo Llarena alcanzó el Supremo elegido por una mayoría conservadora (presidió la APM), cuyo nombramiento se hizo a dedo. Hablemos claro, que demasiado tiempo llevan tomándolos por tontos.
Lo cierto es que se están produciendo grandes disfunciones, pero esto era previsible por la marcha de los acontecimientos, aunque hay demasiada hipocresía. Los truenos y relámpagos de Casado todavía se entienden, ya que está en campaña electoral. Los de González Pons, ya menos. Y Girauta, proclamando un espacio de "impunidad europeo", en absoluto.
En fin, los equilibrios y contrapesos son siempre necesarios. Habría que preguntar de dónde procede todo esto. Pues de haber judicializado un problema que era político. Así que, aunque se normalizara con el tiempo la cuestión por acuerdos políticos, los jueces podrían seguir con su proceso jurídico. Ahora se quejan los mismos que antes lo decidieron así. Vivir para ver.
Julián Arroyo Pomeda



sábado, 30 de junio de 2018

Catalunya regresa al origen



L
o más prudente en una situación política nueva es pasar página y mirar hacia adelante. No se trata de olvidar lo pasado, sino de situarse ante una página en blanco para atisbar alguna perspectiva nueva, un resquicio de luz diferente desde el que plantear los problemas de siempre. Esperar prudencialmente, estando muy atentos a las actuaciones de un gobierno recién llegado, que parece dispuesto a hacer las cosas de otra manera. Ya no valen los viejos modos, ahora toca empezar definitivamente con otros.
[www.dolcacatalunyia.com]
Había, pues, expectación ante tantas dificultades y una de las primeras era la cuestión catalana, presidida también ahora por un nuevo líder político. Acontecimientos últimos y recientes ponen en peligro y tensionan aún más la difícil balanza. Sin dar un respiro estival, se aprovecha cualquier encuentro o celebración para seguir crispando. Cabe aquí regalar al rey un documento para que pueda enterarse de la actuación de las fuerzas represoras de la policía y solicitarle una entrevista directa por carta oficial, o negarle locales dignos para los premios Princesa de Girona. Así no.
Se saluda al presidente del Gobierno de España y se le pide diálogo de gobierno a gobierno, donde se solicitará un referéndum de autodeterminación pactado para que tenga que decir que no. Ante el acercamiento de presos políticos del gobierno de Puigdemont, se rechaza que sea un detalle institucional y se pide su libertad por justicia.
[www.cronicaglobal.elespañol.com]
El incidente último ha sido el enfrentamiento con el embajador de España, Morenés. Las más altas instituciones catalanas se enfrentaron como si fueran activistas en acción, dispuestos a ser detenidos por alteración del orden. Presos políticos o políticos presos ya lo sabemos todos, ¿por qué hay que montarla otra vez? Semejantes actitudes no parece que vayan a preparar la próxima visita a la Moncloa del presidente Torra. Broncas, ruidos ostentosos y desplantes institucionales no constituyen un haber positivo. Así tampoco. Hay que destensar la situación, se necesita una actitud de calma y de sosiego necesario para plantear las cuestiones ante quien parece estar dispuesto a escuchar. Ya sabemos a qué ha conducido el todo o nada: a la encarcelación de la mayoría del gobierno catalán anterior. Junqueras lo vio con meridiana claridad: me pueden meter en la cárcel, dijo. Y no le ha faltado razón. Por su clarividencia debe ser uno de los que más lo están sufriendo personalmente.
Es hora de tragarse los sinsabores y hasta los odios y permanecer en calma, buscando la senda de los sabios (que son pocos, ciertamente) y abandonando el mundanal ruido. Menos estridencias. Ojalá alcancemos así a ser todos un poco más dichosos. La escala de tensión continua y la unilateralidad como estrategia para imponer las propias decisiones sólo conduce a una vía muerta, que únicamente P. Sánchez puede reconducir. Lo demás encrespará a la caverna cada vez más.
Julián Arroyo Pomeda

martes, 5 de junio de 2018

El espacio público, esencia de la democracia



¿
Tiene que ocuparse la filosofía de la vida cotidiana de los sujetos que se encuentran en una sociedad, o sólo se dedica a cuestiones teóricas y abstractas que no interesan al ciudadano corriente? En los espacios europeos modernos o similares vivimos actualmente en democracia, pero ¿todos hacen lo que deben en tales ámbitos? ¿Predomina en ellos la justicia? Éste es uno de los temas teóricos y prácticos sobre el que lleva reflexionando mucho tiempo Michael J. Sandel en su cátedra de Harvard, con gran éxito. Ahora recibe el premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales como reconocimiento a su trabajo.
[Sandel en una clase; www.scholar.harvard.edu]
Sandel nos pone frente a los intereses personales y los beneficios económicos, que parecen prioritarios, para que deliberemos sobre temas morales, pensando desde la razón. ¿Qué es una sociedad justa? ¿Tiene que incluir en su seno valores, virtudes y creencias, o estos son asuntos metafísicos que sólo llevan a polémicas, por lo que sería mejor descartarlos? Dar a cada uno lo suyo (suum cuique tribuere) es la definición clásica de la justicia. Para tratar a cada uno como es debido hay que saber lo que le pertenece. Cuatro son las teorías más actuales para tratarlo.

El utilitarismo lo reduce todo a cálculo. Es bueno y, por tanto, debe darse lo que resulta útil al mayor número de sujetos. Esto es lo que tiene que proporcionarnos el Estado, permaneciendo neutral ante lo que sea el bien o la virtud. Resulta muy popular y cualquiera lo entiende: el Estado democrático procurará el bien de la mayoría, pero las cosas son mucho más complejas.

El liberalismo lo centra todo en la libertad. El Estado deberá garantizar los derechos y libertades individuales. Nadie puede ir contra la libertad y autonomía del individuo. Parece claro: ¿quién rechazará la libertad con la que puede hacer autónomamente su vida? No basta con esto, si el Estado democrático no garantiza igualmente la igualdad de todos y la solidaridad.

Para el comunitarismo no hay sujeto abstracto, pertenece a una comunidad con creencias, valores y concepciones morales. Este ámbito debe ser su base de actuación para construir la vida buena. Tenemos un pasado, una historia y una cultura que nos constituyen desde lo que hacemos proyectos comunes, desarrollando así virtudes comunitarias. Su peligro es caer en una concepción homogénea y etnocentrista de la comunidad.

el republicanismo el individuo pertenece a la comunidad en la que participa como ciudadano. La ciudadanía se construye en el ejercicio de deliberación, que mira al futuro y no al pasado, para ir elaborando la comunidad que no viene ya determinada. Sí a la igualdad y a la autonomía, pero colectivas y públicas. La comunidad es un   espacio  necesario, pero plural y no unitario, que debe construirse.
[www.elpais.com]
Todo esto permite pensar lo cotidiano, por ejemplo, la función del dinero y el mercado. En la sociedad de mercado todo se puede vender y comprar con dinero, que produce desigualdad, cuando gobierna la vida, por eso hay que reflexionar públicamente sobre el valor de los bienes. Hay algunos que no se pueden comprar y vender, como la salud, la educación y la política, por ejemplo. Se trata de los bienes sociales que incumben a todos. Discutamos públicamente sobre ellos para justificar e incrementar la política y la vida democrática.

Julián Arroyo Pomeda



sábado, 2 de junio de 2018

Sánchez y la vuelta a la política


[www.abc.es]

P
edro Sánchez, economista madrileño de 46 años, tiene una trayectoria personal poco común en los ámbitos políticos. Formado en el Instituto Ramiro de Maeztu, tuvo la suerte de estar en uno de los mejores centros de enseñanza media de la capital, que incluyó, equilibradamente, lo científico, humanístico y deportivo. Antonio Magariños, su alma, catedrático de latín, jefe de estudios, director del bachillerato nocturno y de los Internados y el bachillerato radiofónico, dedicó su vida a los alumnos, sabiendo encauzar sus energías en el deporte, fundando el Estudiantes, un equipo de baloncesto. Ellos le adoraban. En su cumpleaños, los del Internado le regalaban libros de historia clásica. Vi personalmente con qué orgullo los enseñaba e igualmente pude asistir al entusiasmo con el que vitoreaban a su equipo en los partidos de baloncesto. Murió sin cumplir los 60 años, pero su impronta fue profunda. Sánchez no le conoció, pero aprovechó el espíritu intelectual y deportivo del Instituto.


Se doctoró en economía en 2012 en la Universidad Camilo José Cela y antes entró en política. Compitió en las Primarias de su partido en 2014, obteniendo la Secretaría General, desde donde fue proclamado candidato a la Presidente del Gobierno en 2015. Consiguió un acuerdo con Ciudadanos para ser investido, pero Podemos lo destrozó con su intransigencia. Fue su primera gran decepción, seguida del golpe, casi mortal, de los dirigentes de su propio partido, que le obligaron a abandonar su puesto por el desacuerdo para permitir la gobernabilidad de manos de Rajoy. No siguió las directrices del PSOE, ni tampoco quiso ir en contra de las mismas, por lo que dimitió, dejando, incluso, su acta de diputado. En las Primarias de 2017 volvió a presentarse y ganó a Susana Díaz, que representaba al aparato del partido.

Se le ha llamado superviviente con razón. Volvió a tomar las riendas, renaciendo y aprendiendo de los golpes recibidos. Con mucho riesgo y apoyado solamente por su círculo íntimo ha presentado moción de censura contra el Gobierno de Rajoy y ha ganado con una jugada maestra, siendo nombrado Presidente del Gobierno el 2 junio actual.
[www.corriente roja.net]
Todo se preparó contra reloj y total sorpresa, cuando salió la sentencia del caso Gürtel, que produce la mayor crisis moral de la democracia española. Pidió a Rajoy que dimitiera, lo que habría sido reconocer su responsabilidad política, que él negaba. Entonces planteó la alternativa: o apoyar la moción para regenerar la vida política, o aceptar la corrupción, votando en contra. Convirtió la moción se en plebiscito. De este modo neutralizó las iniciativas de Ciudadanos, que amenazan en las encuestas.

Así se ha producido un giro inédito y nuevo en las estructuras del Estado. El bipartidismo se renueva con un hombre joven, que ha tenido que enfrentarse al aparato del partido. Herido de muerte, sigue vivo, sin embargo. ¿Ahora qué? Si ya está medio encauzada la economía, después de tres años de crecimiento, puede que toque, al fin, la llegada de la política en la que es bueno participar para contribuir al bien común y a los intereses generales. Es hora de acabar con los egoísmos de los intereses propios, que eso es la corrupción, en palabras del Papa Francisco. Hay que actuar con pactos y acuerdos para regenerar el país entre todos. Veremos.

Julián Arroyo Pomeda

viernes, 25 de mayo de 2018

Contra el entramado de corrupción



E
sta vez la moción de censura se ha ido cocinando a fuego lento, demasiado lento, como corresponde, quizás, a la gran responsabilidad que implica. El letargo en que ha caído el partido político gobernante ha demostrado su incapacidad de resolver los numerosos problemas del país. Ni siquiera se ha iniciado una reforma de las pensiones, que presiona con urgencia. La educación, piedra de base de un país moderno, ha fracasado de nuevo, después de más de un año en el limbo. La cuestión catalana sigue cada vez peor. Como lo único importante es la economía, el Gobierno no ha dudado en comprar a un elevado precio los votos del nacionalismo vasco. Nunca tan pocos consiguieron tanto.
[www.larazon.es]
Cuando la aprobación de los presupuestos era celebrada con grandes abrazos en el Parlamento, la justicia sentencia, por fin, el caso Gürtel. Éste ha sido el mazazo definitivo proporcionado a la corrupción en España. Los cabecillas más visibles y conocidos han sido condenados, incluso el Partido Popular, a pesar de la firme defensa de su presidente, al ser citado a declarar ante el tribunal. Por si faltara algo, un ex ministro, ex portavoz del Gobierno y ex presidente de la Comunidad Valenciana ha sido fulminantemente encarcelado sin fianza ninguna.

No estaría de más preguntarse por qué se tardó tanto en atajar la corrupción estructurada, dejando que se pudriera por sí misma. Quizás fue porque el partido gobernante no podía hacerlo, al estar implicado en ella hasta la médula. Tampoco el resto de los políticos se atrevieron a dar el paso necesario para proclamar basta ya y, si lo hicieron, la decisión carecía de recorrido porque la mayoría absoluta estaba muy lejos de alcanzarse y no se ponían de acuerdo.
[Responsables de Gürtel; www.rtv.es]
¿Puede atacarse la corrupción precisamente ahora? No sólo puede, sino que o se hace ya, inmediatamente, o no se hará nunca. Para ello hace falta una generosidad extraordinaria por todos los partidos con representación parlamentaria para dejar por un momento sus respectivos intereses legítimos y pensar solamente en el interés general, declarando la lucha sin cuartel a la corrupción a todos los niveles.

Inmediatamente se lanzarán todos los rayos y truenos por parte del poder establecido para explotar el miedo y producir el caos en los ciudadanos. Apoyarán la moción de censura los radicales y extremistas, sucederá la ruina nacional, la recuperación económica quedará seriamente tocada, el desorden asomará la oreja por doquier. Todo esto y mucho más es retratado magistralmente por Miguel Catalán en su reciente libro Poder y caos. La política del miedo. No cesarán las amenazas del poder vigente, porque percibe que la moción de censura puede triunfar. Más nos valdría recordar el dicho clásico: Contra facta argumenta non valent. Los hechos están ahí sin que las argumentaciones puedan destruirlos. Ahora sólo queda retirarse a tiempo, por simple dignidad.

Julián Arroyo Pomeda