jueves, 24 de octubre de 2019

Al Pardo: sic transit gloria mundi



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uentan los que todavía pueden hacerlo que cuando les devolvían un paquete, que habían mandado a sus familiares presos, ponían en el envoltorio 'salió'. Sabían que los habían fusilado. Eran bien lacónicos los responsables de las cárceles. Pues bien -cosas del imprevisible y cruel destino-, también ahora podría decirse, aplicado a Franco, lo mismo: salió, por fin, del Valle de los Caídos cuatro lustros después. Todo llega, aunque esta vez haya sido demasiado el tiempo de espera.
 
[www.moncloa.com]

Las reacciones no se han hecho esperar. Los más radicales de derechas lo consideran una profanación o una venganza. Además, lo han sacado sin los honores militares correspondientes  a un Jefe del Estado. Los cumplidores de la Memoria Histórica no pueden permitir tener en un mausoleo al dictador, rindiéndole homenaje permanentemente. Los equidistantes dicen que no era necesario después de tanto tiempo gastar ni un euro para exhumarle, porque está bien ahí y forma parte de nuestra historia. Se ha hecho todo lo posible por mantenerlo donde él quiso estar, presidiendo a los caídos en la Cruzada, los demás, los republicanos, están ahí por accidente. Lo llaman reconciliación. El prior de la Basílica ha cedido ante la Iglesia y el Vaticano. Yo no me ocupo de eso, ha dicho Francisco. Puede que haya sido providencial que el papa actual ocupe la cátedra de San Pedro.

En todo caso, semejante reconciliación ha resultado bien peculiar. En el decreto fundacional puede leerse que se construyó "para perpetuar la memoria de los caídos en nuestra Gloriosa Cruzada". Se trata de rogar "por los que cayeron en el camino de Dios y de la patria". Y se repite que será un marco "en que reposen los héroes y mártires de la Cruzada" (BOE 2 de abril de 1940). La reconciliación quiere simbolizarse en su cruz descomunal de 45.000 toneladas de hormigón y 8.000 de hierro. El subterráneo de la Basílica contiene 33.000 cadáveres de ambos bandos, procedentes de fosas comunes. Se emplearon como mano de obra presos políticos, a cambio de reducir la condena, republicanos en contra de la voluntad de sus familias y otros trabajadores a cuenta de un salario, que nunca cobraron.

Empezaron contratando a operarios de las empresas constructoras que se habían distinguido por ayudar al régimen. Pronto vieron que con este personal solo no acabaría nunca el monumento y entonces cuando echaron mano de trabajadores presos en condiciones de semiesclavitud. Una vez terminada la construcción, a Franco, que siempre la siguió muy de cerca, le emociono cómo había quedado y solo indicó al arquitecto Diego Méndez: "Bueno, Méndez, y en su día yo, aquí ¿eh?”. Fue más que suficiente para que el gobierno de entonces, el Ayuntamiento de Madrid y el mismísimo rey Juan Carlos decidieran dónde enterrar a Franco. Carmen Polo quería El Pardo, pero el gobierno de Arias Navarro decidió en tres días cuál sería el lugar idóneo.

El rey no se hizo de rogar y firmó la orden para el prior de la Basílica el 22 de noviembre de 1975 con la solemnidad de la fórmula "Yo, el rey". Parece que le corría prisa para ser coronado, a pesar de que el heredero era su padre, que acabó renunciando a la fuerza por España.

Los familiares no han sabido retirarse a tiempo y enterrar con discreción y elegancia a quien se alzó contra la legitimidad vigente a costa de liquidar a cerca de medio millón de españoles, estableciendo las dos Españas para la posteridad. Todavía blasonan de títulos y grandes propiedades, que les han convertido en millonarios. Por pundonor deberían ser humildes y pedir perdón, devolviendo al pueblo lo que le robaron, pero nada les intimida, porque todavía se consideran revestidos de tanto poder como falta de vergüenza, quizás porque un gran número de franquistas siguen vivos.

El abogado de los Franco garantizará sus derechos, batallando por dignidad y honor. También lo llevará al Tribunal Constitucional. ¿Y qué puede decir dicho tribunal al Supremo que ha juzgado la causa? Parece peregrino que vayan al Constitucional los herederos de la dictadura del abuelo. El Supremo ha desestimado sus argumentos, igual que los del Prior y el juez Yusti.

Yusty Bastarreche aceptó una demanda del informe de arquitectos para maniobrar en una obra menor que no requiere licencia, al ser aprobada por el Gobierno. Mover la lápida tiene riesgos, que puede provocar un accidente y daños a los operarios. ¿En qué país y en qué mundo vive este hombre? Disponemos de tecnología suficiente para retirar una lápida, por pesada que sea, y sacar el ataúd con los restos. ¿Qué dificultad técnica puede haber para levantar la losa con una grúa, por ejemplo, y hacerla rodar con alguna pericia y habilidad? Parecen pequeñas triquiñuelas para incordiar y retrasar todo lo posible el trabajo proyectado.

La democracia exigía exhumar a Franco con urgencia. Se ha hecho, por fin. Ahora se pueden pronunciar los versos del himno: Solvet saeclum in favilla... Descansemos todos, aunque quede tanto por hacer todavía.

Julián Arroyo Pomeda


martes, 15 de octubre de 2019

Un diccionario síntesis del saber



T
odos los seres humanos por naturaleza desean saber, escribió Aristóteles en el libro primero de su Metafísica. La sabiduría de las épocas ha permanecido en un depósito del que alimentarse. En los siglos XVII y XVIII el saber se encontraba en diccionarios y enciclopedias que los interesados buscaban afanosamente. En la última década del siglo XVII el pensador francés Pedro Bayle (1647-1706)  comienza a redactar su obra más conocida, el Diccionario histórico y crítico, que ahora podemos leer en castellano, gracias a Ediciones KRK de Oviedo, que lo ha proyectado en 20 volúmenes, de los que acaba de sacar ahora el segundo.

Del diccionario decía Diderot que todos querían tener un Bayle a cualquier precio. Se vendía mediante suscripción y las ediciones se agotaban. Hasta trece veces se editó, al cuidado del trabajo hercúleo de un solo hombre, que terminó su vida dedicado a tan importante empresa. Bayle sacaban los datos de los libros que devoraba a costa de su propia salud. Dispuso así de una gran erudición, acompañada de su actividad crítica incesante. Más de tres siglos después, por fin tenemos la primera edición íntegra en español.

¿Qué hace singular al diccionario y distinto al resto? Tiene una parte común, una sucinta descripción de datos, hechos y pasajes que informan el lector. Esto es lo que el género exigía. Pero incluso aquí se diferencia, porque revisa y crítica las versiones sesgadas, como la que ofrece el católico Moréri en el suyo. Descubre la historiografía oficial, bastante sectaria, y deshace numerosas leyendas sin fundamentación. Esta es la parte histórica.
Luego viene la parte reflexiva y crítica con aportación de pruebas y discusiones, observaciones, comentarios y muchas notas personales de carácter científico. Discute interpretaciones y pone en evidencia muchísimos errores. Aquí está la parte crítica, que todavía hoy sigue conservando su primigenio interés.

La elaboración espontánea y rigurosa, que no impide ocultar la ironía del autor, consigue provocar, desafiar y atraer al lector, dejando que fluyan pensamientos e ideas nuevas. De este modo va anticipando la próxima modernidad para lo que habrá que enterrar las concepciones tradicionales. El fanatismo, entonces en vigor, no le perdonará que ponga en solfa a predicadores, directores de conciencia, confesores, la conducta de los cristianos, los milagros, la infalibilidad, los prelados y la superstición, entre otros asuntos.

Un ejemplo de su proceder puede ser la entrada David. Allí plantea si David puede ser considerado un santo. Confirmarlo dependerá de los hechos, sus acciones y conducta personal. El relato bíblico le representa dedicado al pastoreo. Venció a Goliat, ofreció el trofeo de la cabeza del gigante a su rey, Saúl, a cuya obediencia se sometió. Su fuerza y valentía hicieron que Saúl temiera ser destronado. David huye para evitar la muerte y la tribu de Judá le proclama rey. El texto sagrado destaca su piedad y santidad con Dios, más ¿también con los hombres? Su fuerte poder, el adulterio con Betsabé y el asesinato de Urías son mezquindades del hombre y tiranía del rey. La figura histórica deja de ser intocable: no todos sus actos son propios de un santo. Pensar lo acontecido es sacarlo a la luz para proceder a su análisis crítico y reconstruirlo mediante una interpretación apoyada en sus raíces. ¿Acaso no será esta una ayuda inestimable para cobrar confianza en la posibilidad de la verdad?

Nosotros tenemos fama de no estar al día en casi nada, pero tardar más de tres siglos en traducirlo al castellano tampoco es común. Habría que preguntarse qué es lo que ha pasado con Bayle. Un primer acontecimiento, que podría explicar algunas cosas, es el hecho de haber estudiado con los jesuitas en Toulouse, siendo hijo de pastor protestante. Poco después abjuró del catolicismo, porque no le pareció mejor que su anterior credo, pues había más violencia y más opresión de conciencia en la religión católica. Así adquirió la condición de relapso por causa de su abjuración. A éstos entonces se los perseguía por infames, apostatas y renegados y eran expulsados de Francia. Se exilió a Ginebra por parecerle un lugar de libertad.

Enseñó Filosofía e Historia en la cátedra de la Academia Protestante de Sedán hasta que fue cerrada por los conflictos religiosos. La puntilla fue la revocación del Edicto de Nantes por Luis XIV en 1685. Desde entonces no cesó la persecución: unos le acusaban de ser hugonote y otros (los suyos) de heterodoxo, ateo y escéptico, lo que le obligó a defenderse con la pluma en escritos considerados muy polémicos. Para salvar su maltrecha economía aceptó la pensión que le ofrecieron para dedicarse plenamente al diccionario. Tolerante e independiente, fue intelectualmente implacable en la instauración de la verdad y en la lucha contra el fanatismo y la superstición. Siempre será un buen momento para leer pausadamente el diccionario de Bayle en la tipografía impecable de la que disponemos.

Julián Arroyo Pomeda



martes, 1 de octubre de 2019

Solo a la razón podemos agarrarnos


[www.plazayvaldes.es]
La Residencia de Estudiantes ha homenajeado a Javier Muguerza con los mejores y más comprometidos filósofos españoles vivos. Emociona el recuerdo, porque acostumbramos a olvidar pronto a nuestras mejores personalidades, por desgracia. Leí las referencias de los periódicos el día 10 de abril. Aquí va ahora mi gota de agua.

Malagueño de ascendencia vasca, nació en 1936, año de infausta memoria, loco y terrorífico. Vivió aquel horror con su abuelo y sus cinco hijos asesinados por milicianos (“Desde el profundo afecto a la memoria de mi padre y el resto de mis familiares injustamente asesinados, tiendo mi mano a todos los afectados por el injusto asesinato de los suyos”, escribió años después). Este fanatismo cainita llevaría a Muguerza a la tolerancia y el diálogo durante toda su vida, unida siempre a su pensamiento. Por movilizarse contra el régimen la policía franquista lo detuvo y condujo a la cárcel de Carabanchel, pero le indultaron con motivo de la elección del Papa Juan XXIII. ¡Qué sarcasmo para un increyente como Muguerza! ¡Qué cruel e inconsciente es la historia!

Le dirigió la tesis doctoral González Álvarez, catedrático conservador de la Complutense, serio, riguroso y competente, que se atrevió con Frege y el pensamiento contemporáneo, aunque se doctoró con "El tema de Dios en la filosofía existencial", y alcanzó pronto la cátedra, que le retiraron a Ortega y Gasset, de Metafísica (Ontología y Teodicea). Parece increíble que pudieran entenderse los dos. Después, los pensadores más disidentes y contestatarios seguirían a Muguerza que dirigió más de 25 tesis doctorales.

Muguerza fue elaborando a lo largo de su trayectoria profesional un pensamiento caracterizado por su dinamismo y evolución. Lo hacía así porque estaba siempre atento a las cuestiones problemáticas nuevas que se iban planteando, pero todo pilotaba en torno a la ética y la razón, a la utopía y al disenso, como se ha propuesto. La obra de Muguerza es un pensamiento moral y político, que no renuncia a la razón, precisamente por ser consciente de su devaluación desde la Modernidad. La razón sin esperanza sorprendía en su cabecera con un texto breve: "¿Puede la ética esperar algo todavía de la razón? He aquí una pregunta que rehúyen las filosofías morales instaladas en un fácil racionalismo triunfalista o rendidas sin más a la desesperanza de la sinrazón; una pregunta que este libro intenta, por su parte, reformular más bien que responder".

La utopía era un concepto moral: no es el ser, los hechos, lo que importa, sino el ‘deber ser’. Tampoco en el consenso se toman las decisiones morales, sino en el disenso, porque la decisión mayoritaria puede ser injusta. Me parece que los cuatro conceptos, en el fondo, forman un centro y pueden reducirse a uno solo. Filosofaba al modo socrático, mediante el diálogo y el debate. El estilo de escritura era muy claro y con letra grande. En un encuentro en la Carlos III apareció con un gran taco de folios que miramos inquietos. Informó que expondría el tema en cuarenta minutos y que nadie se asustara del paquete de folios, porque su letra grande solo permitía seis líneas por carilla.

En La Laguna debió causar una gran impresión. Los alumnos admiraban al maestro, que no retrocedía ante nada. Muchos sufrirían una conmoción, cuando encabezaba manifestaciones en Tenerife para pedir la creación de la Facultad de Filosofía en esa universidad, o apoyando a los estudiantes encerrados en el Aula Magna para lo mismo. Nunca habían visto actividades semejantes, pero lo consiguió. En mi primera visita a la Universidad manifesté a un profesor el privilegio de contar allí con Muguerza. Me dijo que también llevaba a la gente al Partido. Le pregunté que si llevaba alumnos al fútbol y él me dijo que no me lo explicaría porque sabía de sobra lo que quería decir. Había quien le consideraba un revolucionario y lo era, en efecto.

Nos ha dejado. Heráclito escribió que “a los hombres, tras la muerte, les aguardan cosas que ni esperan ni imaginan”. Seguro que Muguerza había leído este pensamiento.

Las cosas surgen de la necesidad. Entre nosotros, en los 70 las facultades de filosofía de las universidades españolas ejercitaban la escolástica oficial hegemónica, dogmática y sectaria con el tomismo y algunos toques de neotomismo. Esto resultaba insoportable (Lledó ha escrito que ante tal panorama se moría de aburrimiento y de tristeza) y se hacía imprescindible entrar en la filosofía analítica, en la filosofía crítica frankfurtiana y las corrientes políticas y éticas europeas, que refrescarían y estimularían el ambiente intelectual. Muguerza lo vio: había que modernizar la filosofía española y ponerla a la altura de la europea, sin olvidar corrientes del marxismo. Fue muy valiente, porque esto rompía de raíz con nuestras tradiciones ancestrales, pero lo consiguió mediante el empleo crítico de la razón. No quedaba otro asidero que la razón con esperanza, sin esperanza y contra toda esperanza.

Julián Arroyo Pomeda

sábado, 21 de septiembre de 2019

Las manos de un macho, según Boadella



Q
ué pena da Boadella pretendiendo defender lo indefendible Para qué dar la cara, cuando el mismo Plácido Domingo reconoce que las normas con las que en este momento "medimos las cosas son muy diferentes a las del pasado". Dejémoslo aquí, si no queremos ser más papistas que el propio autor. Seguirá siendo uno de los mejores tenores del mundo, a pesar de sus miserias. Ángela Turner denuncia el acoso del tenor: "hizo resbalar sus manos desde los hombros hasta los pechos". Podría haberlo evitado con un guantazo o teniendo las manos quietas, pero Boadella explota: "Las manos de un macho no están para estar quietas precisamente". De lo contrario los humanos no existiríamos como especie". Qué borde y qué grosero.
[www.lavanguardia.com]
Pues bien, las manos no están, ni mucho menos, para lo que sugiere la energúmena frase de Boadella. Él, que es una persona culta, podría recordar al filósofo griego Anaxágoras (500-428 a. C.), que relacionó el pensamiento con las manos. El alma está en la punta de los dedos, porque las manos y la piel son puertas del conocimiento. Las cosas viven por nuestro tacto. Las manos son los órganos de nuestro cuerpo. Nuestra relación con el mundo se hace a través de lo que está a mano (Zuhandenheit, Heidegger), de los utensilios. Con las manos construimos artesanía, hacemos literatura, diseñamos arquitectura, realizamos cualquier trabajo creativo, nos alimentamos y hasta nos defendemos.

Boadella ha sido siempre un dramaturgo inquieto, criticando y satirizando todo lo que encontraba como representación del poder. Nos ha hecho pensar y reír mucho. Desde hace un tiempo le veo dando más tumbos por escorarse a proyectos políticos que nada le favorecen. Aceptó de la derecha madrileña más rancia la dirección de Teatros del Canal en 2009 y el premio Alfonso Ussía en 2012. Apoyó a UPyD y luego a Ciudadanos, y culminó 2018 como presidente en el exilio de Tabarnia. No creo que tales bandazos engrandezcan su identidad, sino que, en todo caso, pueden ensuciarle sus propias manos.

Julián Arroyo Pomeda

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Aguirre, reina de las batracias corruptas


En principio, desconfió de quien proclame regenerar una determinada situación muy degradada, estableciendo total transparencia y yendo hasta el final, caiga quien caiga. Grandilocuencia tan manifiesta no deja de ser más que pura retórica, porque en el fondo está convencido de que no conseguirá gran cosa, dado que todas las situaciones son complejas e imposibles de simplificar para resolverlas.

[www.publico.es; 6 sep2019]
La Comunidad de Madrid arrastra una gran maldición, que empezó con el denominado 'tamayazo' e impidió el  nombramiento presidencial del diputado Simancas. Maniobró entonces la que después sería presidenta Esperanza Aguirre. Desde entonces la gestión política de la CAM ha ido dando tumbos, sin poder liberarse de la furia de los dioses. Aguirre, Cifuentes, González, y otros, los han ido invocando permanentemente, mientras trabajaron siempre pro domo sua. Para ello se fue construyendo una estructura de corrupción sólida que permitiera sostener el edificio político.

El caso es que nadie puede vencer a los dioses, que actúan según su voluntad. La estructura se ha extendido tanto que mantienen sucursales en varios puntos nacionales, aunque el Poder Judicial la ha ido desmontando pausadamente. La culminación corrió a cargo de Ángel Luis Hurtado en su sentencia 20/2018 de la Audiencia Nacional, analizando pormenorizadamente y con finura detallada cada uno de los casos en 1687 páginas. Detalló hasta el límite delitos y condenas mediante hechos probados. Con casi dos mil páginas dan  escalofríos. Acabó, incluso, con el presidente del Gobierno de entonces, mediante voto de censura política. Pero el caso continúa, porque ahora el magistrado Manuel García Castellón, de la Audiencia Nacional, ha citado a declarar a Cifuentes y Aguirre, quién califica el contenido de su auto de "falso". Quince años de gobiernos populares (2003- 2018) están siendo investigados por montar "una estructura ilícita permanente" para financiarse.

Da grima tener que seguir con semejante trama delictiva, pero es la atmósfera corrompida en la que se encuentran insertos los gobernantes madrileños. Semejante huracán no tardará en tocar a la actual presidenta Díaz Ayuso. Incluso su vicepresidente Aguado está preparado para saltar del barco en una deslealtad sin límites. ¿Acaso no sabía lo que pasaba? Según Sófocles "los dioses aman a los prudentes y aborrecen a los malvados". Qué sabio era.

La presidenta Aguirre presumía no hace mucho tiempo de haber nombrado tantos cargos públicos que no le parecía extraño que unos pocos le hubieran salido ranas. Hay platos que se sirven fríos y ahora el juez imputa precisamente a ella la jefatura de la trama de corrupción del Partido Popular madrileño. Cosas veredes que no creeréis, decía el clásico. Y en Blade Runner Roy Batty acaba así su monólogo, al final de la película, de forma estremecedora: "Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo cómo lágrimas en la lluvia. Es hora de morir".
Entre las especies, los grupos acostumbran a seguir a su guía. Aguirre era la líder que lo dirigía todo y lo controlaba, aunque se guardase bien de aparecer en primera línea, pero todos sabían quién era la jefa y estaban dispuestos a complacerla por la cuenta que les tenía. Especialmente era la reina entre sus ranas, tenía la llave de la caja y supervisada toda la trama. Se convirtió así en la maestra universal por la que iban pasando todos. La actual presidenta de la Comunidad aprendió directamente de ella. La corrupción está incrustada en vena y la única forma de destruirla es la eliminación de raíz de sus representantes. Por eso se equivoca Aguado absolutamente. Unirse a la totalidad de la Asamblea madrileña para intervenir en la comisión de investigación de Avalmadrid no es el camino, sino hacer que los populares pasen a la oposición por lo menos durante cuatro años. Mientras los mantengan en el gobierno, no habrá salida, los parches  serán cada vez más grandes para tapar irregularidades y las tensiones no dejarán de crecer, junto a las deslealtades que aumentarán sin remedio. El equipo Aguado mantiene la escopeta cargada para acertar el tiro y sobrepasar a la presidenta actual, pero esto tiene aspecto de traición. Es como apoyar el nombramiento para rematarla en el momento adecuado. Siendo todo gravísimo, da, también, más que asco.

Julián Arroyo Pomeda



viernes, 30 de agosto de 2019

G7: ¿algo más que simple retórica?



L
os mandatarios de los países más ricos se reúnen del 24 al 26 de agosto en Biarritz con gran despliegue de seguridad. El anfitrión Macron quiere que los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido se centren en la lucha contra las desigualdades. Blindan el encuentro 13.000 agentes franceses y 7000 españoles. Tal despliegue costará un riñón y tensiona a los ciudadanos.
[www.expresso.co.uk]
Asombra que analicen la desigualdad, precisamente los países que más contribuyen a ella. Escalofría leer que solo ocho hombres tienen la misma cantidad de riqueza que tres mil seiscientos millones de personas. El mismo modelo económico permite la extrema riqueza y la pobreza más brutal. Beneficios a costa de salarios: así aumenta la desigualdad y se agranda la brecha. Esto no puede ser sostenible. Según Piketty en Estados Unidos los ingresos del 50% más pobre de la población se han congelado durante los últimos 30 años y los del 1% más rico han aumentado un 300%.

¿Por qué la desigualdad? Las multinacionales sirven a los más ricos, los que más lo necesitan no participan del crecimiento económico generado. Maximizan beneficios, tributando lo menos posible, aprovechan los tipos impositivos más bajos y consiguen beneficios fiscales. Accionistas e inversores reciben la mayor rentabilidad. El neoliberalismo y la globalización incrementan la desigualdad. Los recursos del planeta son limitados. Tratan de controlar la política, incluso por procedimientos nefastos. No interesan los servicios sociales públicos, por lo que los gobiernos no deben intervenir. Los sistemas fiscales no son progresivos para que paguen más los que más tienen. Las rebajas de impuestos favorecen mucho más a los ricos.

Ni siquiera habrá acuerdos finales, así nadie quedará en evidencia. Precisamente se trata de saber quién es cada uno. A quienes no firman los acuerdos tampoco les importa mucho, aunque ponerlos en evidencia era lo único positivo.

Julián Arroyo Pomeda


viernes, 9 de agosto de 2019

¿Policías o delincuentes?


Por qué soy tan sabio, preguntaba Nietzsche, provocador y retórico, en Ecce Homo. Ahora preguntamos por qué somos tan cafres.
En noviembre de 2017 denunció un agente, amenazado por compañeros de un chat en el que participaban más de cien policías de Madrid: “por 3.000 € nos lo quitamos de encima, un rojo chillón menos”. Había descubierto lo que decían de Manuela Carmena, que desalojó a Esperanza Aguirre, ahora investigada, aunque se expresaban así porque tenían un tono gracioso y se les había sacado de contexto.
Bestias: lamentaban que Carmena “no estuviera en su despacho de Atocha cuando mataron a sus compañeros”, o se alegrarían, “si sufriera un accidente que tuviera una muerte agónica”. “Hija de la grandísima puta, roja de mierda, malparida, vejestorio despreciable”. Odiar y desear la muerte de la alcaldesa les parecía gracioso. Además, insultaban a la institución que Carmena representaba y a los miles de madrileños que la votaron.
Después la emprendían con la inmigración: “napal para los guarros”, “contra estos lo único que vale es la muerte y contra los que los defienden reventarles los dientes” o “”incrustarles casquillos vacíos en la nuca a martillazos”. Qué cafres xenófobos. Hay alguien que sí hizo las cosas bien: Hitler, claro (“Este señor es dios, ya estarían echando humo las chimeneas si estuviera al mando”). Exabruptos, vamos.
[www.eldiario.es]
El Ayuntamiento retiró placa y arma a los responsables, abriéndoles expediente disciplinario. Ahora, el 1 de agosto se cerró el expediente por “no resultar reprochable la conducta que se imputaba”, según el nuevo director de la policía municipal, ya que ocurrió en un chat privado, por lo que queda sin efecto”. Así actúa el nuevo Ayuntamiento. Tal sensibilidad huele a impunidad en la práctica de unos funcionarios que están al servicio de la Administración.
Nos vendieron una transición modélica, pero el huevo de la serpiente ha generado sus huestes ocultas, a su debido tiempo. Cosas mayores veremos.
Julián Arroyo Pomeda