miércoles, 29 de marzo de 2017

Cañizares se apunta a religión



Antonio Cañizares es un hombre polémico como pocos, que no le importa pecar de imprudente, cuando se trata de defender sus principios propios, aunque respete mucho menos los ajenos. Arrimado permanentemente al poder (eclesiástico naturalmente), le fue bien con los dos papas anteriores al actual, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Con este último alcanza el Primado de Toledo y después fue nombrado Director del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe. Mucho sabía de esto el Papa Ratzinger y confiaba plenamente en Cañizares, el cardenal de hierro, para que le sucediera. 
[www.público.es; Cañizares con la capa larga]
Un hombre que se formó con Casiano Floristán y perteneció en otro tiempo a la progresía católica, después del concilio Vaticano II. Presume de ser un gran amigo de J. Martín Velasco, a quien admira por su categoría intelectual. Seguro que Martín Velasco estará muy preocupado por estas manifestaciones. Desde luego, la categoría intelectual de Martín Velasco no tiene que ver con la nula categoría de la pesadez de la piedra que es el cerebro de Cañizares. También se reclama del pensamiento del moderado y modestísimo Antonio Palenzuela, que sólo llegó a Obispo de Segovia, aunque fue una de las mentes privilegiadas de la Iglesia española en su momento. Nada que ver con ninguno de los dos. A Cañizares le gusta hablar con contundencia, porque tiene la verdad, pues que se la guarde, es lo mejor que podía hacer, si tiene un ápice de humildad.

Más tarde se ocupará de Liturgia, Culto divino y Sacramentos en el Vaticano. Le gusta decir que busca el diálogo siempre y lo encuentra. Desde luego a mi no me están mostrando esto en ningún momento, sino todo lo contrario. Éste hombre no sabe ser otra cosa que un conservador cada vez más cerrado. Lo de progresista no le pega ni con cola. ¿Cómo interpretar, si no, su afirmación de la ola laicista y relativista que nos invade, arremetiendo contra la fe católica, la familia y la educación? Debería estudiar qué es el laicismo, no en los catecismos, sino en mentes abiertas que lo caracterizan como la libertad de conciencia, pero seguro que sonreirá, si oye esto. Pues bendito sea.
[Cañizares con Francisco; www.eldiario.es 25/05/2016]
Como quiera que sea, es muy significativo que el Papa Francisco le haya enviado a Valencia, su tierra natal, sin permitir que Cañizares tenga la ocurrencia de poner la hora de la Iglesia española en consonancia con el reloj del actual Vaticano. Es un acierto diplomático indiscutible.

Últimamente, Cañizares parece obsesionado con la enseñanza de la religión en la escuela. En este asunto muestra importantes limitaciones y errores de concepto considerables. Algo quiero señalar, porque su insistente argumentación no es palabra de Dios, ni mucho menos.
Cinco son los principales argumentos, según Cañizares, para mantener la enseñanza religiosa en la escuela. El primero se basa en la Constitución, que garantiza el derecho de libertad religiosa, así como el derecho a los padres para educar a sus hijos, según sus convicciones. La Constitución española afirma el derecho a la enseñanza religiosa. Esto es inapelable y la Iglesia lo reclama en nombre de los padres.

El artículo 27, al que siempre se hace referencia en el asunto de la formación religiosa y moral, fue una transacción en aras del consenso. Unos tuvieron que ceder en unas cosas y otros, en otras. Gómez Llorente es el que más se esforzó en explicarlo y, al final concluyó en que nunca ya se podía llegar a un acuerdo para la enseñanza de la religión, porque cada vez tomaban el articulado a la letra, olvidando su espíritu y sacando su cerrazón mental a la pública manifestación. No hay quien pueda con el inmovilismo de la jerarquía católica, ni siquiera el Papa Francisco, al que han respondido, poniendo como vicepresidente de la Conferencia Episcopal al cardenal Cañizares, que es homófobo, xenófobo y machista.

El segundo argumento se refiere a que en España el Estado es aconfesional, pero aconfesionalidad no es laicismo. Un colegio laico no puede dejar de impartir religión, porque inculca el derecho de los padres.

¿Es acaso aconfesional el Estado español? Ni siquiera eso. ¿Cómo proclamarse aconfesional y atender a las creencias religiosas de la sociedad y las relaciones de cooperación con la Iglesia Católica? ¿Aconfesional, manteniendo privilegios educativos, económicos, fiscales y militares? ¿Por qué olvidamos que hay un arzobispo castrense con sacerdotes que le sirven y que asciende con el resto de los militares? Esto es escandaloso. ¿Cómo puede recaudar el Estado las donaciones a la Iglesia en la Declaración de la renta?

La acusación de laicismo carece de bases históricas. Véase a Rodolfo Llapas para quien la escuela será laica, respetando la conciencia del niño, y no dogmática ni sectaria, no podrá coaccionar las conciencias, sino respetarlas y liberarlas. Laica o extraconfesional significa informar sobre la historia de las religiones. El estado -llega a decir- facilitará a las familias que lo soliciten una educación religiosa con subvenciones a sacerdotes, libros, locales, etc., pero eso sí, fuera del ámbito escolar (Circular, 12 enero 1932). El laicismo es, pues, un valor ético. Laicidad significa neutralidad del Estado respecto a las creencias de la sociedad, que no puede comprometerse con ninguna religión. Animosidad, ninguna. Anticlericalismo es lo que produce Cañizares con sus informes.

El tercer argumento habla de la concepción estatalista de la educación. El Estado no es educador, sino que los padres están en su derecho de educar a sus hijos en el centro educativo que elijan. La escuela pública es titularidad del Estado, pero éste debe respetar los derechos de los padres.
Es muy viejo ya acusar de estatalismo. Sin embargo, habrá que seguir manteniendo, como doctrina, que la educación pública es esencialmente función del Estado, que de ninguna manera puede renunciar a ella, porque su obligación es ofrecer las mismas posibilidades educativas a todos para lo que tendrá que ser de calidad. No tiene sentido decir esto de quien propugna la gestión educativa mediante la comunidad escolar, o una escuela pública comunitaria. Es no querer entender nada de nada.

El cuarto argumento es el rearme moral de la sociedad, su humanización. Luego nos quejamos de la corrupción, que sólo podrá atajar una educación moral de acuerdo con las propias condiciones.
Equiparar religión con inmoralidad no me parece de recibo. ¿Es que quien no sea creyente tampoco tiene moral, o es inmoral? Todo lo contrario, cuando la educación deje de ser dogmática y catequista, es obligación de todo educador ofrecer ideales de conducta y ejemplos de vida. La Filosofía tiene mucho que decir sobre esto. El régimen franquista depuró a los maestros republicanos por su ateísmo y neutralidad: había que sustituirlos por maestros de órdenes religiosas. Éste sí que es un gran ejemplo moral negativo. Ahora bien, se sigue afirmando que la Iglesia es una guardiana de la moral. César o nada.

El quinto argumentó es la necesidad de la formación integral de las personas. Sin enseñanza de la religión no hay educación integral o completa. La campaña misma de la Conferencia Episcopal, que se acaba de lanzar, desmiente la tesis. Con la religión se pueden entender las claves -dicen- que han formado la historia, la política, el arte, la cultura, las leyes. El buen entendedor se dará cuenta enseguida que todo esto se puede aprender en los contenidos de estas materias que citan.

Por todo esto, concluye Cañizares en defender la enseñanza religiosa con uñas y dientes.

Pero lo que ya riza el rizo es que la Iglesia haga el currículo de la enseñanza de la religión católica, que el Estado integra en su ley de educación, que nombre al profesorado de religión, exigiendo al Estado que corra con sus nóminas, y se permite despedir a quien no le parezca adecuado, responsabilizando al Estado de los gastos de la denuncia y juicio, si pierde el Obispo de la diócesis correspondiente. El feudalismo eclesiástico tiene sometido al Estado y ningún gobierno se ha atrevido a denunciar tal atropello. Y encima se siguen quejando.
[Evolución de la enseñanza de la religión]
Con ‘uñas y dientes’ no se defiende la enseñanza escolar de la religión, cardenal Cañizares. Con defensores de semejante talante, no me extraña que caigan los porcentajes, porque el dogmatismo y la falta de sensibilidad se pagan caros. Hay demasiada gente harta, que no soporta los enfrentamientos morales y el sometimiento a la verdad divina, que sólo poseen unos pocos e imponen al resto. Menos mal que Francisco tiene un talante completamente distinto, que la Conferencia, en su conjunto, no tolera. ¿Todavía habrá quien se pregunte por qué no ha visitado aún España? Habría que pensárselo.

Julián Arroyo Pomeda


lunes, 13 de marzo de 2017

El día del Señor



Este día está consagrado al Señor (Nehemías 8,10)

U
no de los programas realmente veteranos en RTVE, la televisión pública de todos, pagada con los presupuestos del Estado, es el dedicado a la transmisión de la misa el domingo, día en que los católicos celebran el descanso de Dios en su obra creadora. Se trata de la ley del sabbat judío, del domingo cristiano, el séptimo día de la semana, para dedicarlo al Señor. En efecto, ese día televisión dedica un espacio religioso por la mañana, con una duración de 60 minutos, transmitiendo la ceremonia de la eucaristía, desde alguna parroquia.

El programa se ha mantenido con toda clase de gobiernos de distintos colores políticos hasta la actualidad, sin que ninguno del espectro lo haya cuestionado. Aunque en principio estuvo dedicado sólo a la religión católica, después se ha ido abriendo a información de otras religiones, por algo habrá sido. Claro que cualquier conocedor de estos asuntos podría decir que aquí antes sólo había una religión, puesto que el Estado era confesionalmente católico. Es verdad, pero esta razón no parece suficiente. También en las clases de religión en la escuela se va abriendo la perspectiva a otras confesiones, pero mucho más tímidamente, lo que hace que se estén quejando una y otra vez.

Ahora, el partido político Unidos Podemos ha planteado una proposición al Parlamento, con fecha del 20 febrero del año actual, para suprimir "las emisiones de misas en la televisión pública" e insta a la Corporación RTVE a que lo haga. Quiere que esto se debata en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la Corporación.

Para ello se apoya en el artículo 16,3 de la Constitución, por el que "ninguna concesión tendrá carácter estatal". Pide neutralidad para no favorecer ni privilegiar a ninguna creencia. Esto ha soliviantado a los medios conocidos de todos, que han puesto el grito en el cielo, contraponiendo argumentaciones que "tumban la propuesta de Podemos", declaró uno de ellos. En este caso no los voy a citar por su nombre, porque me parecen repugnantes ad nauseam y ya tienen suficiente capacidad para hacerse publicidad por sí mismos.

Deseo únicamente comentar los argumentos que contraponen para que puedan ser contrastados. Mi conclusión será que no me convence ninguno, qué le vamos a hacer. Pueden sintetizarse como sigue.
El argumento que consideran más potente es que la televisión española es un servicio público, por lo que, al ser las misas, igualmente, un servicio que se ofrece para que puedan acceder a él las personas que no tienen posibilidad de acudir a la iglesia por causa de enfermedad que los mantiene postrados, por ausencia de movilidad, por no disponer de alguien que pueda llevarlos, etc. Si se suprimieran, se les privaría de este servicio. Tanto ellos como los católicos pagan impuestos y tienen sus derechos, como el de la libertad religiosa, por ejemplo.

Estando de acuerdo con que RTVE puede ser un servicio público, se la exige por ello que haga gala de neutralidad, sin privilegiar, ni favorecer a ninguna creencia. No cabe decir que también ofrece la Televisión espacios a otras creencias, a las que, igualmente favorece y privilegia, acaso. Lo que se pide es, precisamente, que no lo haga con ninguna.

Que paguen impuestos los católicos no tiene nada de excepcional. Lo hacen en cuanto que son ciudadanos, no como católicos, precisamente. No creo que el nuevo ofrecimiento de espacios para transmitir misas atente contra los impuestos pagados en función de los ingresos y nivel de renta. Y mucho menos que se lesione la libertad religiosa. Esto sólo tiene sentido, si uno quiere agarrarse a un clavo ardiendo, lo que no aconsejo, porque se puede quemar.
Otro argumento es el nivel de audiencia. Según dicen, el programa duplica el nivel medio de las audiencias de RTVE. Este no puede ser el único criterio para una televisión pública, sino, si acaso, para las privadas, especialmente para las denominadas telebasuras. Cuanto más basura y carnaza echen, mejor, porque así se alimenta el morbo y las ganas de consumir más inmundicias.

No vale tampoco el argumento del bajo coste. Sea menor o mayor que el de otros programas, lo que deberíamos decidir es si un medio público tiene que atender a gastos de creencias privadas. Es evidente que no, ya que los privilegios no pueden mantenerse con presupuestos públicos. No vale que gaste poco, de lo que se trata es de entender lo que es un gasto público para instituciones privadas.

No tiene sentido que se encargue de algo, que es de producción propia, a un medio público. Aquí pasa algo similar a la enseñanza de la religión católica en la escuela, en la que una Comisión de Educación episcopal confecciona los contenidos a impartir, selecciona al profesorado y, además, exige que sea pagado por el Ministerio correspondiente. Aparte de ideologías, la cuestión es que estos negocios son claramente ruinosos, no ya para RTVE -que también-, sino para todos los ciudadanos que los financian vía impuestos. Esto no tiene nada que ver con la defensa de la pluralidad o la libertad. Está en función solamente de la influencia y los intereses de determinadas creencias. El día que ellas mismas se cuestionen semejante modo de proceder, podremos establecer relaciones de buen entendimiento.
[www.alfayomega, 9 marzo 2017]
Con independencia de quien la haya propuesto y venga de quien venga, está Proposición merece ser tenida en cuenta y, en su caso, apoyada por el resto de grupos políticos. Tienen que hacerlo por la buena salud mental, y también religiosa, de los ciudadanos españoles. Que no se trata de que vengan de unos cuantos locos, que sólo buscan incordiar y ocupar espacios de publicidad en la prensa. No puede permitirse actuar en contra de la Constitución, ni torcer ninguno de sus artículos. Lo exige la aconfesionalidad del Estado. Franco ha muerto, como nos comunicó en su momento Arias Navarro, presidente del Gobierno de entonces. No conviene olvidarlo.

Julián Arroyo Pomeda


sábado, 4 de marzo de 2017

Carpetovetonismo al ataque


E
n España todo el año es carnaval, podría decirse con una cierta exageración, pero no tanta. Ahora bien, en los días cercanos a la Cuaresma el asunto se recrudece todavía más, como ocurrió la semana pasada con dos estampas cien por cien celtibéricas.


Empezó a circular en Madrid un autobús transfóbico, pintado de rojo, bien visible y con una inscripción que a nadie ha dejado indiferente, como los organizadores habían previsto, sin duda. La plataforma Hazte oír quería hacerse notar, precisamente ahora que su ministro amigo e ideológicamente correligionario parece que se ha escondido por pura estrategia, a la espera de otra ocasión mejor. Éste es el mensaje transmitido: "Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo". No tiene desperdicio. Veámoslo un poco más analíticamente.

Niño = pene = hombre. Niña = vulva = mujer. Se trata de una verdad biológica inmutable e indiscutible. Así ha sido desde siempre y así será. "El ser es y el no ser no es". Sólo que Parménides nada tenía que ver con esto. Ya se sabe que en el mundo griego clásico los parámetros eran muy distintos de los de nuestro mundo occidental de la actualidad. Y lo eran, en este caso, afortunadamente para ellos y desgraciadamente para nosotros.

Sentadas estas bases, la conclusión no se hace esperar: no dejes que te engañen. Ten cuidado: que no te la den. Y si tú practicas otra cosa, no estás en la verdad, pero ¿qué es la verdad? Verdad es, por ejemplo, que la identidad sexual no es lo biológico inmutable, sino lo que cada uno siente y esto puede cambiar. Tenemos un cuerpo y lo sentimos siempre humano, sólo que varón o mujer, allá cada cual con su sentimiento. ¿También vamos a decir a cada uno cómo debe sentirse o cómo tiene que vivir? La identidad se va formando.

Que el mensaje crea odio y violencia social, no me cabe ninguna duda. Está bien claro. Si tienes pene, pero te sientes con vulva y vives así, o viceversa, no eres más que un desgraciado, un perturbado, o un enfermo mental. La sociedad tendrá que enseñarte qué es lo que verdaderamente eres y, si hace falta, te orientará, mediante los medios más adecuados de que disponga, para evitar que te muevas en un infierno. No es tan evidente la identidad sexual, aunque el simplismo ideológico la pinte de una manera tan pedestre y elemental. Somos heterosexuales y homosexuales, qué le vamos hacer, esta es la orientación sexual a la que estamos sujetos.

Tenemos que dejarnos oír todos para exigir que se respete la diversidad, con independencia de la ideología. Hay demasiadas cosas y situaciones por las que sufrimos ya mucho, no añadamos todavía otra más. Ya está bien de que algunos se empeñen en imponer sus propias creencias y opiniones, como si fueran la verdad. La filosofía ha pedido siempre a los seres humanos que piensen para no dejarse timar. Y estos signos ideológicos son muy peligrosos. Mucho cuidado con todo lo que suene a ultra, aunque sea ultracatólico.

Otra representación celtibérica se dio en la gala Drag del Carnaval de Canarias, una "frivolidad blasfema", según el obispo de allí. Apareció la fantasía titulada "¡Mi cielo, yo no hago milagros! Que sea lo que Dios quiera". El presidente del Cabildo de Tenerife también se quejó de que "se dañaron sentimientos" de personas, porque aparecieron imágenes de la virgen y la crucifixión de Cristo. Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, se ha indignado por el "episodio bochornoso y repugnante" de una persona crucificada como Cristo y vestida de Virgen. Lo más sorprendente es que luego, en carta a su hermano, el obispo de Canarias, escribe: "Como dice San Pablo, para los que aman a Dios todo lo que sucede, sucede para bien". Se pide la conversión de los canarios en la Cuaresma. Bueno, entonces tampoco es para tanto.

Burla, blasfemia, escarnio, insulto. Una virgen desnuda, coronada de espinas y con un lanzazo en el costado. Un Cristo que baja de la cruz y entona estrofas provocadoras en una procesión de un grupo de nazarenos. No me cabe duda de que el espectáculo es para impresionar, pero estamos festejando el carnaval, del que siempre se ha dicho que es una celebración antes de la Cuaresma, en la que el pueblo se disfraza y desfila por las calles. Sucede la permisividad y el descontrol.

Se asocia el Carnaval a la tradición cristiana, porque la Iglesia estableció la prohibición de comer carne los viernes. De aquí su etimología, carnem-levare (abandonar la carne), o carne-vale (adiós a la carne), o carnes tollendas. El Carnaval se relaciona con la Cuaresma (quadragesima), que hace referencia a los cuarenta días que Jesús ayunó en el desierto. Es el período que va desde el miércoles de ceniza hasta el domingo de resurrección. La Iglesia pedía durante ellos ayuno y penitencia, por eso el día antes era de jolgorio carnavalesco antes de recogerse en penitencia y proclamar la conversión y renovación para acercarse a Dios. Los cristianos se preparan para la Pascua de Resurrección.

La cuestión es que, al alejarse de las tradiciones religiosas, la contención tradicional va desapareciendo y en la actualidad no se acepta ninguna limitación. El carnaval se presta al disfrute total de la gente. El pueblo acostumbra a burlarse y a hacer mofa de los principales acontecimientos del año de perspectiva política y religiosa. Si se trata de befar a cualquier institución, ¿por qué habría que poner excepciones? No tiene ya sentido decir ‘usted puede hacer escarnio de todo, menos de....’. El carnaval es esto. Claro que podrá gustar más o menos, pero la realidad es la que es.

Por eso es incomprensible que la televisión pública retirara la gala por presiones de la Iglesia y las instituciones conservadoras. Precisamente la pública, cuyo presupuesto pagan todos los ciudadanos. Es, además, una total hipocresía, porque luego recogerán el Carnaval de Canarias en Informe Semana. Es una tomadura de pelo. En tiempos de la dictadura franquista, el carnaval estaba prohibido, en general. Sólo faltaría que la prohibición volviera otra vez. Mientras haya carnavales, que cada palo aguante su vela. ¡Qué le vamos a hacer!

El día en que tales espectáculos -Autobús y Carnaval- no sean noticia, habrá acabado el celtiverismo. Mientras tanto, seguimos comportándonos como seres carpetovetónicos. Eso sí, enseguida llega la Semana Santa y entonces veremos las calles inundadas de otra clase de imágenes, ante las que nadie se escandalizará. Entonces el Estado laico volverá a ser de nuevo lo que, quizás, nunca ha dejado de ser, es decir, un Estado confesional católico por tradición. Que viva el carpetovetonismo por muchos años.

Julián Arroyo Pomeda




lunes, 13 de febrero de 2017

El sueño de Ch.

[www.supercurioso.com]

C
h. tuvo un sueño inquietante una noche, durante el descanso nocturno. De él recuerda hasta los mínimos detalles. Se encontraba cruzando un túnel amplio y muy luminoso. Parecía que estaba paseando por él con toda comodidad en ropa deportiva. No había nadie allí, pero tampoco sintió miedo ninguno, aparte de una cierta extrañeza. Después de caminar un largo rato se abrió el foco, encontrándose en una gran sala blanca y con luz resplandeciente, a la que tuvo que ir acostumbrándose, porque, al principio, le deslumbró. Enseguida se tranquilizó.

Le pareció que estaba ante el altar de una basílica de grandes dimensiones. A lo lejos divisó lo que simulaba ser una persona diminuta y de pequeña estatura, que le saludaba con la mano en alto y ofreciendo signos familiares que Ch. había visto antes. Vestida con traje militar, llevaba unas gafas de sol en la cara y no tenía prácticamente pelo. A medida que se iba acercando, percibió que esos rasgos le sonaban mucho y que los conocía, pero no se atrevía a decir quién era.

Cuando estaban ya próximos, alzó la mano derecha y le mostró la palma a modo de saludo. Inmediatamente se la ofreció y estrecharon las manos con firmeza. El recién llegado miró la cara de sorpresa de Ch. y le dijo:

--¿No sabes quién soy?--.

Ch. le contempló dubitativo y negó con la cabeza varias veces. De nuevo le dijo a modo de presentación:

--Soy P.--.
--¿Paco? --preguntó sorprendido Ch.--. ¿Qué P.?
--No te hagas el despistado: me conoce de sobra. ¿Tampoco te dice nada ni uniforme militar? Aquí todavía me permiten usarlo, como deferencia.
--¿No se habrá extraviado usted? --dijo Ch.--. ¿Necesita ayuda? ¿Está bien? ¿No se encuentra enfermo?
--Tú sí que estás enfermo --respondió la sombra--. Me río yo mucho de los vivos, que se desconciertan ante cualquier cosa.
--Trato de recordar --contestó Ch.--. Me esfuerzo mucho en ello, pero no caigo, discúlpeme. Además, es que no puede ser.
--¿Cómo que no? --dijo la sombra--. ¿Es que no me estás viendo realmente?
--Pues esa es la cosa --le contestó Ch.--. Lo que veo parece real, pero no puede serlo. Debo estar sufriendo una alucinación o algo similar.
--Déjate de gaitas --dijo la sombra--. Soy P. y estoy enterrado aquí, en el V. C., donde estamos ahora. ¿Caes, al fin?
Sí, pero no puede ser --dijo Ch.--. Usted es P., es decir, FF. No, no puede ser. Le digo nuevamente que no puede ser. ¿Cómo va a ser posible eso? No lo es, de ninguna manera.
******
Bastó un apretón de manos para despedirse. Ch. se quedó completamente solo en aquel recinto, casi espantado con su silencio. Tuvo que pensar con rapidez como salir de allí, porque temía ser enterrado vivo en ese entorno. Recordó la entrada y enseguida vino a su memoria el profundo y largo túnel protector, que ahora ya no estaba. Sólo quedaba la gigantesca sala en la que FF. se había hecho presente. Se esforzó fuertemente en lanzar una mirada profunda en uno de sus frentes, como si quisiera abrir el tremendo muro, lo que sólo podía hacer, según creía, con el pensamiento.

No recuerda cuánto tiempo pudo permanecer en aquella posición. Lo que sí le parece es que tuvo la impresión de un profundísimo dolor en los ojos, como si fueran a saltársele las órbitas. Y entonces accedió a la percepción vertiginosa de lo que se ofrecía como un túnel evanescente con un haz de luz plenamente cegador. Nuevamente se vio en ropa deportiva y esta vez corrió todo lo que le permitieron sus fuerzas, mientras se internaba de golpe en él.

Tampoco sabe cuánto tiempo aguantó corriendo sin parar hasta que se vio en tierra firme. Entonces despertó y tocó su cuerpo, cuyos porros permanecían empapados de sudor. Se fue decidido hacia la ducha, mientras que en su mente no podía controlar una tremenda angustia. El agua tibia empapó todo su cuerpo, se relajó y empezó a tranquilizarse poco a poco, sin volver ya nunca atrás. Fue esta una de las escenas más intensas que había vivido jamás, pero, afortunadamente, concluyó en un remanso de paz.

Ch. comprendió que su relato se había agotado definitivamente. No quiso añadir ni una sola línea más. Quería olvidarse de todo para que sus músculos se destensasen por completo y le dejara de doler todo su cuerpo. ¿Cómo había podido llegar a semejante situación? Cuantas vueltas da la vida en su transcurso inevitable. Pero ahora era ya el definitivo final.

Julián Arroyo Pomeda


(Dos fragmentos del último capítulo de un relato inédito, que todavía hay que revisar, pero que se encuentra prácticamente terminado). 

sábado, 21 de enero de 2017

Economía (sin filosofía)

El título de este artículo rememora una obra de Marx, de donde se toma. En ella había una buena parte del sistema económico-filosófico del autor alemán. Sin embargo, aquí sólo quiero comentar lo que me sugiere el documento, recientemente presentado, acerca del sistema de pensiones por el Banco de España. Lo firman tres expertos en economía: Hernández, Jimeno y Ramos. Creo que no puede ser de más actualidad. Precisamente hoy me comunica Hacienda lo que se ha revalorizado mi pensión de 2017. El total es de 6,42 € mensuales. Esta sí que es una información para indignarse y despreciar a quienes todavía siguen gobernando por haber ganado las elecciones con el apoyo del seguidismo de turno.

Contenido del informe

[Portada del Documento]
El citado documento tiene el estilo de los papers científicos, con resumen, introducción, cuatro puntos de contenido, dos anexos y una bibliografía. Su título es muy descriptivo: "El sistema público de pensiones en España: situación actual, retos y alternativas de reforma". En su edición electrónica ocupa 52 páginas.

Desde su primera línea llaman la atención de que nuestro Sistema de Seguridad Social ha caído en los últimos ocho años (2007-2015) de un 23% al 15% por razón de "incremento del gasto en pensiones contributivas" (página cinco). El gasto en pensiones se explica por la demografía, el mercado de trabajo y la productividad de la economía. Podría equilibrarse en 2020 y, mientras tanto, sólo queda perder poder adquisitivo. Una financiación nueva es necesaria, porque el costo se incrementa y los ingresos caen.

La situación actual de nuestro sistema de pensiones indica que gastamos más que la media europea. En 2013 se gastó un 11,8% del PIB, mientras que en la UE estaba en un 10,5%. Esto constituye un verdadero desastre económico. Y no es que no se haya hecho nada, la nuestra ha sido una etapa reformista, a instancias de Europa, que parece bastante inútil, o, al menos poco efectiva.

¿Cuál es la previsión de gasto en el futuro? No parece nada halagüeña, veamos por qué. La situación demográfica ha cambiado sustancialmente, "reduciendo su base y ensanchando su parte superior" (página 25). Así que esto ayuda poco. Todavía más: las tasas de natalidad se reducirán desde un 6,6 en 2030 a un 5,6 en 2060. También en esto vamos mal. Por otra parte, el envejecimiento de la población va siendo cada vez mayor. Así que, si la gente no se muere, la cosa tampoco pinta demasiado bien. ¿Cómo asegurar entonces las pensiones? Pues muy difícilmente.

Ante toda esta situación, ¿qué se propone? El documento aporta "alternativas de reforma" (página 35). Primero, hay que decidir cuál es el tamaño deseable de nuestro sistema. Segundo, cuáles deben ser las fuentes de financiación. Tercero, la incidencia de lo anterior sobre la equidad.

¿Cuáles son las reformas necesarias? Es preciso controlar el aumento del gasto, extender el cálculo a toda la vida laboral, "reducir el porcentaje de la pensión al que da derecho el periodo mínimo de cotización" (página 37) y retrasar la edad de jubilación, ligándola a la esperanza de vida.

También hay que modificar las fuentes de financiación, introduciendo más impuestos generales (a lo que denominan "contribución social"), incrementando los impuestos indirectos, y ahorrar más.

Esto es en síntesis lo que dice el informe de los expertos en economía del Banco de España.

Unas reflexiones

El informe me resulta de una extraordinaria claridad para poder entenderlo. Además, se basa en hechos de actualidad. Es escrupulosamente aséptico y neutral económicamente. No estoy seguro de si importa más por lo que dice que por lo que calla. Desde luego, no es nada atrevido, ni se le ha echado imaginación alguna. ¿Entra esto en el terreno de las virtudes o en el de los defectos? Cada uno juzgará según su parecer.

1. No me aclaran dichos expertos por qué gastamos más que Europa. ¿Cómo es posible gastar más teniendo menos? Si fuera porque el nivel de paro en España es muy superior al de Europa y, por tanto, hay menores ingresos, debería decirse con claridad, dado que, si esta hipótesis fuera correcta -que no estoy seguro de que lo sea-, entonces la solución tendría que tomar otros derroteros muy distintos a los que toma. Algo de esto habrá, cuando la lucha de las presiones se está quedando vacía. Los gobernantes actuales se encontraron con un gran regalo que no han tardado en dilapidar. A ver si va a resultar que en esto las cosas no estaban tan mal como su publicidad engañosa lleva años propalando. No más mentiras, pues.

[Uno de los gráficos del Documento]
2. ¿Qué ocurre con la base de nuestra demografía? ¿Por qué se reduce entre nosotros la natalidad? ¿Acaso somos mucho más objetivos que el resto de los europeos? Si no tenemos más hijos, debe ser por algo. Quizás no sea porque no queremos, sino, acaso, porque no podamos. A ver si es que nuestro sistema de salud nos cuida más y mejor que el europeo y por eso vivimos más. Claro, esto podría explicar el afán de la administración central y las autonómicas a reducir cada vez más el número de los profesionales de la salud. No sé si no tenemos más descendencia por pura comodidad, o porque no nos alcanza el sueldo para poder darles una vida digna. La responsabilidad del Estado es aquí inevitable y, además, actúan estúpidamente.

3. En cuanto a las reformas, no creo que a nadie le importe que se tenga en cuenta para calcular su pensión la totalidad de la vida laboral. Claro que entonces tendría que poder trabajar desde el principio y tener así una vida laboral extensa. Ahora bien, si se empieza a tener cierta seguridad en el trabajo pasados los 30 años y después ninguna empresa quiere a los mayores de 50, ¿cómo se logra esa vida laboral?
Todavía más. Si vamos arrastrando contratos-basura con sueldos mínimos, que duran unos pocos meses, o, incluso, apenas una semana, ¿qué se puede aportar a la Seguridad Social?

4. Por lo que toca a los impuestos indirectos, aquí todos pagan igual, tanto si ganan poco como si ganan mucho. Si al que apenas puede comer con lo que gana, se le meten más impuestos, no parece que por aquí se produzca ninguna otra cosa más que el incremento de la desigualdad. ¿Es esto lo que se busca? Sería un disparate.

[www.impuestosparaandarporcasa.es]
5. Tenemos que ahorrar, claro. Qué más quisiéramos, pero ¿cómo se hace esto con el sueldo mínimo? Si no llega para acabar el mes, encima me piden que ahorre. Así dicho, parece un sinsentido.

Finalmente, quiero decir que he leído el documento sobre pensiones con todo interés, pero, después de estudiarlo, me deja todavía más perplejo que antes de hacerlo. Por Dios, ¿no merecemos que nos orienten algo más, o tenemos que dejar toda esperanza como si estuviéramos ya en el infierno de Dante? Quizá sea esto lo que nos esté pasando.

Julián Arroyo Pomeda


lunes, 2 de enero de 2017

Adolescencia: desarrollo psicológico e implicaciones en la enseñanza de las materias filosóficas. Desarrollo moral. Materias filosóficas (y IV)

Desarrollo moral.

L
os dos autores más relevantes en el planteamiento de este tema son Piaget y Kohlberg, ya que constituyen una referencia inevitable en los análisis posteriores, como se verá.

Piaget: de la heteronomía a la autonomía moral.

De manera similar a los procesos de desarrollo de la inteligencia hay, también, procesos de desarrollo de la conciencia y el juicio moral. Desarrolló esta idea en su obra de 1932, traducida en 1971 (Fontanella, Barcelona) como El criterio moral en el niño.
[www.emaze.com]
Para analizar el juicio moral se valió del método de los dilemas, que plantean preguntas de las que se obtienen respuestas que expresan el desarrollo moral. Según Piaget hay dos modalidades de moral: a) moral heterónoma y b) moral autónoma.
Un primer ejemplo es el del niño que rompió quince tazas casualmente y otro que rompió una, mientras trataba de tomar jamón del armario. Hasta los 7-8 años los niños juzgan las consecuencias de los actos, no las intenciones. Véase la respuesta de un niño de seis:
"- ¿Has entendido el cuento? ¡Vamos, cuéntamelo!
- Llamaron a un niño pequeño a la cocina. En una bandeja había quince tazas. El no lo sabía. Al abrir la puerta, rompió las quince tazas.
- Muy bien. ¿Y la segunda parte?
- Había un niño. Y, entonces, este niño quería coger un poco de jamón. Se subió a una silla, rozó con el brazo una taza, y la rompió.
- ¿Son los dos niños igual de traviesos, o hay uno que no lo es tanto?
- Los dos iguales.
- ¿Cómo los castigarías tú?
- Al que rompió las quince tazas, dos tortas. Al otro, una"[1].
En la respuesta de otro niño de nueve años interviene ya la intención subjetiva.
- ¿Qué es lo que hizo el primero?
- Romper quince tazas mientras abría la puerta.
- ¿Y el segundo?
- Romper una mientras quería coger algo de jamón.
- ¿Cuál de estas dos cosas crees tú que es la peor?
- El querer coger una taza, porque el otro niño no lo pudo ver.
- Entonces, ¿a quién tendrías que castigar más?
- Al que rompió una taza.
- ¿Por qué?
- Porque lo hizo a propósito. Si no se hubiese subido a coger el jamón, no hubiese pasado nada”[2].

Otros ejemplos proceden del juego de las canicas. En el primer estadio (motor) las manipulan sin tener en cuenta la presión de las reglas. En el segundo (egocéntrico e inicio de la cooperación), entre los siete-ocho años, cuentan las reglas, que no pueden modificarse porque se transgrede la autoridad de los adultos que las han establecido. En el tercer estadio se respetan las normas por convencimiento y pueden modificarse por acuerdo. La autonomía se hace ya presente, superando la heteronomía inicial. "La moral de la presión es la moral del deber puro y la heteronomía: el niño acepta del adulto cierto número de consignas a las que hay que someterse sean cuales sean las circunstancias. El bien es lo que está conforme, el mal lo que no está conforme con estas consignas... Pero al margen de esta moral, y en oposición a ella, se desarrolla poco a poco una moral de cooperación, cuyo principio es la solidaridad y que se apoya especialmente en la autonomía de la conciencia[3]". Por tanto, un se da un desarrollo moral desde la base del respectivo desarrollo intelectual.

Teoría de Kohlberg: niveles de desarrollo moral.

L. Kohlberg desarrollo los enfoques de Piaget, proponiendo seis estadios en tres niveles, cada uno de los cuales implica un avance del juicio moral. Puede compararse la heteronomía con la convencionalidad, y la autonomía con la posconvencionalidad. Llegó a este resultado a partir de 9 dilemas que aplicó a los sujetos, cuyas conclusiones aparece en su obra de 1981, (The Philosophy of Moral Development. Harper and Row, San Francisco, N. Y.). Quizás los más conocidos sean el de Heinz y el de la promesa rota, que, en todo caso, pueden servir como ejemplos.
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"En Europa, una mujer estaba a punto de morir a causa de una grave enfermedad, un tipo especial de cáncer. Existía un medicamento que podría salvarla, según los médicos que la trataban. Consistía en una clase de radio que un farmacéutico de la misma ciudad acababa de descubrir. Fabricarlo era muy claro, pero el farmacéutico cobraba diez veces más de lo que costaba: pagaba 200 dólares por el radio y cobraban 2000 por una pequeña dosis del medicamento. El marido de la mujer enferma, Heinz, acudió a todo el que podría prestarle el dinero, pero sólo pudo reunir cerca de 1.000 dólares, la mitad de lo que le costaría. Entonces, fue a visitar al farmacéutico y le dijo que su mujer se estaba muriendo y que sí podría venderle el medicamento más barato o dejar que se lo pagara más tarde; pero el farmacéutico le contestó: "No, yo descubrí esto y quiero sacar mucho dinero". Heinz comenzó a desesperarse y entró en el almacén de la farmacia para robar el medicamento que necesitaba su esposa.
¿Debería haber hecho esto Heinz? ¿Por qué sí o por qué no?[4]"

Dilema de la promesa rota.

Joe es un niño de catorce años que tenía muchas ganas de irse de campamento. El padre le prometió que le dejaría ir siempre y cuando el mismo ahorrase el dinero necesario. Así, Joe estuvo elaborando el plan de la ruta que seguiría y consiguió ahorrar los 40 dólares que le costaría irse de campamento y un poco más. Pero justo antes de que se marchase, el padre cambio de idea de porque varios amigos suyos decidieron salir de pesca y el padre de no tenía dinero suficiente para salir, así que le dijo a Joe que le diese el dinero que había estado ahorrando para el campamento. Como Joe no se resistió a irse al campamento, pensó que se negarían a dar el dinero a su padre"[5].

a) Nivel preconvencional
Hasta los nueve años. Obedecen las normas para evitar castigos y obtener recompensas. Heteronomía, individualismo (sus propios intereses), intercambio instrumental (hacer favores a quienes pueden devolverlos). No cuenta el sufrimiento de la mujer. "El no debería robar la medicina, eso es un grave delito. Él no tenía permiso, utilizó la fuerza y entró en el establecimiento. Causó serios daños, robando una medicina muy cara y destrozándolo todo[6]".

b) Nivel convencional
Adolescentes. Buenas acciones para ser buenas personas. Mantener el orden social. Agradar a otros. Respecto a la ley. "El no debería robar. Si muere su mujer, no se le puede echar la culpa. No es porque él no tenga corazón o porque no ame a su esposa lo suficiente por lo que no vaya a hacer todo lo legalmente posible; es el farmacéutico el egoísta, el que no tiene corazón". "Es algo natural que quiera salvar la vida de su mujer, pero aun en este caso el robo sigue estando mal, incluso el mismo sabe que está robando y llevándose un medicamento muy valioso, quitándoselo a quien lo fabricó"[7].

c) Nivel posconvencional
Después de los veinte años. Se actúa desde valores y principios con independencia de la autoridad y en función de la propia conciencia. Respeto a las leyes convenidas socialmente. Véanse algunos razonamientos. "No se puede echar la culpa a alguien por robar, pero las circunstancias extremas no son una justificación para tomarte la justicia por tu mano. No se puede permitir el robo cada vez que una persona estaba desesperada. El fin puede ser bueno, pero los fines no justifican los medios". "Se enfrenta con la decisión de considerar o no a otras personas que, como su mujer, también necesitan el medicamento. Debería actuar no según sus propios sentimientos hacia la esposa, sino considerando el valor de todas las vidas implicadas"[8].

Críticas a Kohlberg

1) Sullivan ("A study of Kohlberg's structural theory of moral development: a critique of liberal social science ideology", 1977) pone de manifiesto la ideología liberal que inspira a Kohlberg. Convenir sobre reglas no es posible en un plano de igualdad, pues los individuos son desiguales socialmente.

2) Peters (Desarrollo moral y educación moral. FCE, Madrid 1984) indica la necesidad de atender a los sentimientos ("pasiones nacionales"), a los contenidos y a las consecuencias de las acciones, junto con la importancia de la educación moral en la etapa convencional.

3) Exceso de racionalidad. La emotividad para comprender y ponerse en el lugar de los otros es básica en el comportamiento moral. Así piensan Simpson ("A totalistic approach to moral development and behavior", en Lickona, T., (dir), Moral development and behavior. Holt, Rinehart and Winston, N. Y, 1996). Ausubel señala la importancia de la compasión y el sentimiento de culpa (Theory and problems of adolescent psychology. Grune y Stratton, N. Y., 1977). Gilligan ("In a Different Voice Women's conceptions of Self and Morality", en Harvard Educational Review, volumen 45, nº 4, 1977) ha alertado que Kolberg no tiene en cuenta las características femeninas de sacrificio y entrega a los demás, así como su actuación no violenta; en cambio, enfatiza la racionalidad, el individualismo, etc., de los barones, a los que no se cultiva la sensibilidad moral.

Las materias filosóficas en la instrucción escolar de los adolescentes

L
as materias filosóficas se suelen ubicar, generalmente, entre las enseñanzas de bachillerato, a partir de los dieciséis años, aproximadamente, sin que se hayan tenido en cuenta otras metodologías que proponen su inicio a edades mucho más tempranas, por ejemplo, el programa "Filosofía para niños". Tal normativa considera la etapa de la adolescencia -primera o segunda- como la adecuada para el aprendizaje de la filosofía,  porque se tiende a considerar que implica capacidades técnicas intelectuales propias del pensamiento abstracto y formal en el ámbito piagetiano descrito.

Ya el viejo Platón indicada en El banquete que la inteligencia comenzaba a desarrollarse cuando a los jóvenes les apunta la barba. No era partidario de que éstos se dedicaran "demasiado pronto al estudio de la filosofía", ya que podrían convertirla en puras conversaciones y pasatiempos. Sólo cuando el cuerpo ha crecido y se ha hecho fuerte puede ayudar "al espíritu en sus trabajos filosóficos", que se reforzaran en la madurez.
Una vez fragmentadas las ciencias, quizás sea pertinente pensar a quienes debe dirigirse la reflexión filosófica. Dado que el fin de la educación es formar el espíritu, Piaget defiende que es esencial "tanto para aquellos alumnos a los que se desea iniciar en la educación matemática y los métodos experimentales como para aquellos otros cuya orientación será la de las humanidades y las disciplinas históricas"[9].

La propia índole de la filosofía la hace apta para ser enseñada en la etapa adolescente en la que sorprende la "facilidad para elaborar teorías abstractas", unas veces escribiéndolas y otras hablando de ellas, "todos ellos tienen teorías o sistemas que transforman el mundo de una u otra forma"[10]. Esto es posible porque desde los dieciséis años el pensamiento formal se expresa elaborando reflexiones y teorías. Llega a escribir Piaget que "esta es la edad metafísica por excelencia"[11]. No se puede decir más. 
[www.elrincondelsofista.es]
Situar la Ética en el último año del ciclo secundario (quince-dieciséis años) es un acierto que recoge las observaciones psicológicas descritas. El Real Decreto de 1991 (BOE o 26/6/91) y explicaba brevemente, pero con precisión y exactitud. ¿Por qué se incluyen contenidos específicos de reflexión ética en el área de Ciencias Sociales, primero, y posteriormente se propone su tratamiento específico? De una parte, la educación moral pertenece transversalmente a todas las áreas, porque la educación es una actividad intrínsecamente moral. De otra, como consolidación de las actividades realizadas en la etapa sobre el ámbito de "lo moral"; se introduce "un nivel de reflexión, de análisis crítico y sistemático de posiciones morales, que los alumnos pueden y deben realizar al final de esta etapa. Se trata de una reflexión de naturaleza filosófica... Por su carácter, son unos contenidos que deben situarse en el último año de la etapa" (BOE citado, nº 152, pág. 41; también BOE 13/9/91, número 220, pág. 48).

Si la etapa de Secundaria obligatoria se propone promover la autonomía, la libertad y la responsabilidad, el respecto a las normas de convivencia democrática y la capacidad de valorar las creaciones culturales y artísticas de nuestra época, la Ética contribuye de forma importante. Basta echar una ojeada a sus contenidos de enseñanza en los que aparecen valores, como autonomía y heteronomía, normas y leyes, problemas morales de nuestro tiempo, proyectos éticos contemporáneos. Lo mismo ocurre con las habilidades de razonamiento moral, el análisis de los problemas actuales que presentan conflictos de valores, la adopción de actitudes que favorecen la autonomía moral y el análisis y resolución de dilemas morales.

En cuanto a la Filosofía, la justificación de su presencia es promover la actitud reflexiva y crítica, usando la razón en el análisis de las ideas y los hechos, y desarrollando un pensamiento autónomo. Para alcanzar todo esto es necesario argumentar y expresar los pensamientos propios, valorar opiniones y posiciones filosóficas de otros como contraste y clarificación de los propios puntos de vista, analizar textos filosóficos, identificando los problemas y las soluciones que proponen, y componer, incluso, sus textos personales sobre los temas filosóficos que se traten.

La Historia de la filosofía permite dialogar con los textos clásicos y acceder a las teorías pensadas por los filósofos, su génesis y desarrollo. Esto promueve la valoración de las mismas y el juicio crítico propio sobre ellas, enriqueciendo de este modo la formación cultural. 
[www.aladecolibri.blogia.com]
La LOMCE, por su parte, presenta una Filosofía para cuarto de ESO, otra troncal y, por tanto, obligatoria, la de primero de bachillerato, a la que dedica siete párrafos (BOE, número 3, de 3 enero de 2015). Considera específico de la misma "reflexionar, razonar, criticar y argumentar" (página 249) acerca del problema de la totalidad de la vida humana.
Su objetivo principal es que el alumno se comprenda a sí mismo y a su mundo. Teóricamente, conociendo "los grandes interrogantes, los conceptos especializados y las teorías que intentan dar respuesta a las grandes cuestiones" (página 249). Y prácticamente, mediante "la actualidad crítica y reflexiva" (página 249). La Filosofía es "instrumento de innovación y transformación" (página 250).

Concibe la Historia de la filosofía de segundo de bachillerato "en continuidad con la filosofía de cuarto de la ESO y de primero de Bachillerato" (página 328), lo que parece puramente retórico, dado que los alumnos han podido prescindir de estudiar la filosofía en cuarto e, igualmente, en segundo. Así que presentar los autores y las corrientes, así como el contexto del pensamiento de dichos autores y las ideas de cada época puede quedar en el vacío en muchos casos. Por tanto, entre la concepción de las diversas materias filosóficas y su realización o puesta en práctica hay un hiato profundo que no salva la contradicción más manifiesta. ¿Superará todo esto una nueva ley en la que parece estar trabajando una Subcomisión de Educación? Desde luego, no es imposible, pero parece bastante difícil, si se mantienen las fases y fundamentos de la denominada ley Wert. Veremos en qué queda.

Julián Arroyo Pomeda


[1] Tomado de Roy, pp. 186-7.
[2] Tomado de Roy, pp. 187.
[3] Piaget, J., El criterio moral en el niño. Península, Barcelona 1971.
[4] Tomado de Roy, p. 189.
[5] Tomado de Roy, p. 202.
[6] Kohlberg, L. “Stage and sequence: The cognitive-development approach to socialization”, en Goslin, D. A. (Ed), Handbook of socialization theory and research. Rand McNally, Chicago 1969, p. 379.
[7] Kohlberg, L.., Op. Cit., 1969, p. 379.
[8] Kohlberg, L., Op. cit., p. 380.
[9] Piaget, J., Psicología y pedagogía. Planeta-Agostini, Barcelona 1968, p. 66.
[10] Piaget, J., Seis estudios de psicología. Barral Editores, Barcelona 1970, p. 83.
[11] Piaget, J. Op. cit., 1970, p. 87.