domingo, 9 de septiembre de 2018

El triángulo escolar: profesorado, padres, estudiantes



E
n la segunda decena de septiembre todos estamos ya en la escuela. Un curso más y los problemas son parecidos. Las familias hacen gastos extraordinarios, de lo que se quejan, claro. Los niños lloriquean los primeros días, pero enseguida se adaptan. Los adolescentes acuden con menos ganas y pronto les embarga el aburrimiento, aunque se las ingenian bien para que no cese la diversión, incluso ridiculizando a sus propios colegas. El profesorado atiende sus aulas lo mejor posible, lamentándose de que se hayan perdido tantas cosas importantes. La administración educativa nunca tiene preparados los espacios básicos y siempre quedan remates pendientes con los que hay que convivir.

¿Tan difícil es educar? ¿Por qué discutimos enconadamente sobre este asunto? ¿Estamos tan escasamente preparados? Sin embargo, es necesaria la educación para ser libres y contribuir a corregir las desigualdades sociales.

Ningún país puede soportar un fracaso escolar elevado, como pasa entre nosotros. Hay que atender a semejante reto. Los adolescentes están en proceso de educarse y para su éxito es imprescindible el contacto estrecho entre profesores y padres. Siempre hemos dado poca importancia a las tutorías, y ahora todavía menos, mientras los problemas crecen. Estudiantes que estudian para que no les den la vara los "viejos", profesores que enseñan porque no tienen otra cosa mejor que hacer, padres neuróticos por las notas. No se entusiasma nadie por saber, qué pena.
["El club de los poetas muertos": www.unir.net]
La tutoría es una metodología excelente: el profesor-tutor estimula, refuerza y anima a un alumno o un pequeño grupo de ellos que lo necesitan. Les enseña a aprender y a que se impliquen en lo que hacen y colaboren. Así desaparece el mal comportamiento y el egoísmo: todos merecen ayuda. Los padres escuchan al tutor cuando ven que conoce a sus hijos y les propone las metas que ha de conseguir. Ellos deben ser los primeros interesados.

Una buena educación se da cuando los estudiantes saben leer, piensan por sí mismos y adquieren su autonomía propia. Todo esto requiere alcanzar disciplina gradualmente para esforzarse en aprender, porque en la vida no todo es diversión. Cada cosa a su tiempo para que el triángulo funcione. La escuela no tiene por qué ser fría, si se introduce en ella la calidez de un entorno vital.

Julián Arroyo Pomeda

martes, 4 de septiembre de 2018

Las misas en la televisión pública

[2 septiembre, misa en La Natividad, Mejorada del Campo; www.rtve.es]


Personas católicas llevan más de dos años lanzando alertas ante la posible supresión por parte de TV2 del programa "El día del Señor", que transmite la misa del rito católico los domingos. Sería castigar a los ancianos y enfermos y suprimir una tradición que lleva funcionando desde 1982. Pero esto es intocable. Otros países también ofrecen el servicio religioso para personas mayores o impedidas. Además, el presupuesto es muy bajo, según el director de este espacio.

Recientemente, las protestas arrecian en las redes sociales. Hasta hoy la causa era la proposición de ley de Unidos Podemos, presentada en febrero del 2016, pero ahora la extienden al presidente Sánchez, ya que ambos grupos políticos controlan RTVE. De nuevo la izquierda contra los católicos, porque sólo atacan las misas.

Qué difícil es hablar con quien no quiere oír ni entender nada y sólo se encierra en la muralla del fundamentalismo inmovilista del que posee la verdad única. Las razones esgrimidas son falsas por lo que carecen de contenido a debatir.

Primero, con la supresión del programa no se castiga a nadie, ya que pueden ver programas religiosos, misa incluida, en otros canales de televisión y radio. Si no tienen una audiencia tan importante, que trabajen para obtenerla.

Segundo, que el coste sea muy bajo no es ningún argumento. Ni siquiera lo sería si saliera gratis. Tampoco lo es que exista una demanda social, como dicen.

De lo que se trata es de aplicar el contenido del artículo 16.3 de la Constitución Española: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". El Estado es aconfesional. Por eso los ritos confesionales no tienen cabida en las emisiones de la televisión pública, que debe ser neutral, en cuestión de creencias, para respetar a todos los ciudadanos. Desde el momento en que España es plural la televisión pública no puede favorecer a ninguna creencia o religión.

El nacional-catolicismo es medievalizante. Lo sorprendente es que todavía haya gente que lo siga defendiendo. No viven en la realidad, están pensando en otro planeta. Llevamos demasiados años transmitiendo la misma idea fija y estamos ya en el siglo XXI. No vendría nada mal un poco de humildad a las representaciones católicas. Luego están las gentes que utilizan todavía la fe del carbonero. Cuanta menos formación tengan, mejor. Así serán dóciles y obedientes a las jerarquías. Aquí la Ilustración interesa bien poco. ¿Para qué explicaciones y pruebas? Mejor es creer lo que dicen los jerarcas y hacerlo ciegamente. Todavía quedan mentecatos de este calibre, pobrecillos.

Mientras se decide la toma de posición de lo que lleva ya emitiéndose casi cuarenta años, que Dios guarde a la Administradora única de radio televisión española. Cuidado, R. M. Mateos, que has topado con la Iglesia. Esta puede ser una guerra a muerte en la que no caben más que vencedores o vencidos. No hay término medio. Quienes tengan que perder en este trance, nunca aceptarán su derrota constitucional.

La televisión pública, la de todos, tiene que liberarse definitivamente de cualquier lastre o adherencia para recuperar el prestigio que le corresponde. No puede ser igual que las otras cadenas comerciales, que velan por sus intereses económicos. Hay que diferenciarse de ellos, adquiriendo una identidad propia que le permita ser un modelo en Europa y en el mundo. Su única fuente de financiación debe ser el Estado

Julián Arroyo Pomeda

miércoles, 22 de agosto de 2018

Alzamiento militar de Franco ante la legalidad republicana



N
o creo que a nadie le preocupe el lugar donde reposen sus restos, una vez muerto. Ni siquiera Franco tuvo voz en su propio entierro, así que no pudo decir dónde quería que lo enterraran. En el imposible caso de haberle incinerado seguiría presente la división de los ciudadanos españoles, porque de lo que se trata es de dedicarle un mausoleo faraónico y solemne. Anda que si después se encontrara en las calderas de Pedro Botero...
[Enterramiento de C. Polo en Mingorrubio; madridiario.es]
Se decidió por el Valle de los Caídos el Consejo de Ministros de entonces, presidido por Arias Navarro y por orden del rey al abad de la basílica, firmada el 22 noviembre 1975 con la solemne expresión de "Yo, el Rey". (Quizás las prisas o las 16 horas le impidieron poner ni siquiera la coma).
Los familiares se niegan ahora a que lo remuevan de su tumba, pero entonces su esposa, Carmen Polo, pensaba que el lugar adecuado sería el panteón que habían adquirido en el cementerio de Mingorrubio en El Pardo, donde ella misma está enterrada. Su hija Carmen Franco manifestó que no le constaba que su padre quisiera hacer de la basílica su mausoleo. En cambio, cuando perciben que van a hacer efectiva la exhumación, se niegan a ello, mediante el documento notarial.

"Todo por España", manifestó don Juan de Borbón ante su hijo Juan Carlos, autojustificando así su renuncia al trono. Algo parecido pensaría este cuando Franco pidió a los españoles en su testamento que le tuvieran el mismo afecto y lealtad que a él. Había que ser agradecido, aunque un día pudiera pensar sobre su cabeza el riesgo tomado.
[Fusilamientos franquistas; www.mungalari.info]
Dicho todo esto, falta lo esencial de la cuestión. Según Aristóteles, ciencia es el conocimiento de la causa de algo. Pues bien, aquí la causa profunda es el levantamiento militar de Franco ante la legalidad republicana con el consiguiente fusilamiento ante el paredón de todos los enemigos que pudo aniquilar y que rondan el millón de muertos. El otro bando también cometió desmanes, pero no es lo mismo que si los hace un Jefe de Estado y Generalísimo de los Ejércitos. Se trata de crímenes violentos, todavía sin identificar ni hacer justicia. Claro que fue una Cruzada contra los enemigos de Franco, que eran los de España. Luego la Dictadura levantó un monumento colosal para la conciliación y la paz, que es expresión de la apología del crimen. Más le valdría a la familia tener un acto de piedad y cortesía con los españoles y trasladar a Franco a Mingorrubio con un poco de humildad. Piénsenlo.

Julián Arroyo Pomeda

miércoles, 15 de agosto de 2018

La muerte digna


S
egún Heidegger, la realidad humana (Da-sein) es un ser para la muerte (Sein zum Tode), porque está siempre penetrada por ella a lo largo de la vida. Sin embargo, los humanos se despreocupan de la muerte, dado que apenas tienen tiempo de vivir el presente. Y parece sorprendente que lo hagan así, cuando están visualizando la muerte casi a diario, con tantas destrucciones como impulsan. El siglo XX nos ha traído guerras terribles con millones de muertos a nivel mundial y también civil que la historia, la literatura y el cine recuerdan permanentemente. A finales del siglo XVIII, la catástrofe del Terremoto de Lisboa conmocionó a la Europa de Las Luces con sus tinieblas sobrecogedoras.
[www.labrujulaverde.com]
En otros tiempos el Devocionario Católico recogía varias oraciones, pidiendo a San José, patrono de los moribundos, su asistencia en la extrema agonía con el fin de obtener una buena muerte en la forma de sueño pacífico y tranquilo en el trance final. Los cristianos rezaban por esto.

Actualmente, en nuestra sociedad democrática preocupa, a veces, el tema, siempre polémico, de la muerte digna. Es polémico porque no podemos librarnos de ideologías. Si lo pensáramos fríamente, rechazaríamos acabar como una piltrafa humana (¡cuánto cuesta morir!), aunque nos acercáramos a la muerte voluntaria y elegida, cuando se muestra irreversible seguir vivo. Estamos hablando de eutanasia, o, simplemente, de buena muerte, asistida ahora no por los santos, sino por las ayudas médicas adecuadas.
[www.metroscopia.org]
De la muerte nadie sabe nada, ni el día ni la hora, sino sólo el Padre (Mateo, 24), pero ya podemos conocer el momento próximo, cuando el proceso se desarrolla de manera natural, por lo que ayudar a morir bien debería hacerse con naturalidad y sin temores morales mis subterfugios mitológicos. Ahora las aguas políticas empiezan a ponerse turbias, al abrirse la posibilidad de regular el derecho a una muerte digna por ley. Obligarnos a malvivir es atentar contra la dignidad humana, que el Estado tiene que proteger. El camino puede ser todavía incierto, pero se impondrá, finalmente. Si efectivamente los seres humanos son autónomos y libres, su voluntad de disponer de la propia vida tiene que ser respetada. Como escribió Borges, "morir es haber nacido". Nada más. Defender la vida siempre, sí, aunque no a vivir de cualquier manera.

Julián Arroyo Pomeda

miércoles, 1 de agosto de 2018

El anunciado cambio climático


El tiempo es infiel a quien de él abusa (Pietro Metastasio)

Qué pasa con el clima? Ayer me encontré con una vecina en el mercado y salió lo de los 44° a los que podíamos llegar. Yo no me creo nada de lo que dicen del cambio climático -me comentó-, porque nunca hemos tenido un mes de julio tan bueno en Madrid como el actual. Estamos de suerte.

Puede ser, pero la Cumbre del Clima de 2017 ya alertó que si no reducimos la temperatura global en el 2020 estaríamos ante un gravísimo problema. Huracanes tremendos en Caribe y Miami Beach, india, Pakistán, Nepal, sequía en España, incendios en California con muertos y desaparecidos, inundaciones en Asia. Ventarrones incontrolables en Puerto Rico, Estados Unidos, islas Antigua y Bermuda, República Dominicana, Haití, Bahamas, Cuba, entre otros lugares. La madre-naturaleza nos enseña siempre y se disfraza, a veces, de madrastra para obligarlos a aprender.
[Incendios en California; www.elconfidencial.com]
¿Qué más efectos se han de presentar todavía? Las oscilaciones de temperatura causan cada vez mayores desastres. El clima produce cambios nada normales con olas de frío y de calor, llegando a un punto crítico, que el triumpismo se niega a ver y, además, chulea, sacando a su país del Acuerdo de París en una de las decisiones más irresponsables que uno se podía imaginar. Y ¿por qué? Por puras cuestiones económicas inmediatas y carentes de perspectiva. Estados Unidos es el segundo emisor de CO2, después de China, y se permite desinteresarse del tema.

Es cierto que la pasada primavera hemos asistido a nevadas, granizadas y muchas lluvias, pero sin el equilibrio necesario. Cada vez cae la lluvia con mayor intensidad, produciendo daños desastrosos. Decimos que el tiempo está loco, porque ataca y las inundaciones se desatan encolerizadas. Hay momentos en que el campo no puede absorber tanta agua y sufren los cultivos. Aunque los impactos no serán inmediatos, se van acumulando. La biodiversidad sí lo detecta. El tiempo engaña, haciendo que lo que nace antes de su hora muera luego por causa de las heladas.

La actividad humana es la única responsable de alterar los climas y producir el cambio. Aunque nos llamamos racionales, actuamos de manera bastante irracional. Los gases de efecto invernadero con un aumento excesivo podrían acabar con la vida de la tierra. Detenerlos es posible, si se quiere. De lo contrario, pagaremos por nuestros abusos.

Julián Arroyo Pomeda

jueves, 19 de julio de 2018

Renace la batalla en educación




A
penas anunciados los planes de la ministra de educación para su departamento, el mazazo de algunos periódicos no ha tardado en caer sobre su cabeza. Derogará varios artículos de la LOMCE y creará la asignatura de valores éticos y cívicos como obligatoria. El más fogoso y rápido en responder ha sido ABC, que resalta en su portada del 12 julio actual las dos primeras medidas de Gobierno: "Arrinconar a la Enseñanza concertada" e "Imponer su ideario ético como asignatura y devaluar la religión", enfatizando su carácter ideológico.
[www.abc.es]
Entiendo que haya ideas y opiniones distintas y no coincidentes. Lo que no acepto es la descalificación de entrada y a priori de otras posiciones, tachándolas de premisas sectarias. Tales son la destrucción de la LOMCE en asuntos como la religión, la escuela concertada y la libertad de los padres para decidir el tipo de educación que desean para los hijos. Dicen que el Gobierno está obsesionado por presupuestos ideológicos, pero creo que la obsesión no es tanta como la de los contrarios. En todo caso, yo esperaría a que se concreten las propuestas para luego valorarlas. Veamos algunos aspectos -no hay espacio para todos- del proceder gubernamental.

Hacer de la escuela pública el eje vertebrador del sistema educativo es la obligación de Estado, ¿cómo negarlo? La concertada sigue como su complemento. Necesitamos una escuela pública de calidad y ofrecerla para que luego decidan los padres y los ciudadanos. Lo que no cabe es deteriorarla para expulsar al personal. A esto hemos llegado y se requiere una corrección profunda.
[[Celaá, minisra de educación; www.eldiario.es]
La asignatura de religión se oferta obligatoriamente por los Centros y los estudiantes, sus padres o tutores deciden aceptarla o no, pero sin alternativa, porque entonces para garantizar el derecho de unos se castiga a los otros. Por no querer estudiar religión tendrán que hacer otra materia. Es un error de raíz, que no se sostiene. Además, que la religión cuente para la media y las becas. Valores éticos y cívicos sí que necesitamos todos.
¿Quién sabe lo que quiere a los 13 años? Parece que lo que se intenta con los itinerarios es segregar, porque hay alumnos buenos y malos. Estos últimos no deben mezclarse con los privilegiados. Aquí no hay equidad, sino un mayor abandono escolar temprano.

Más alumnos por aula, más horas lectivas, más tiempo en las sustituciones es degradar al profesorado. ¿Cómo se va a investigar e innovar en esta situación? Hay que derogar el Decreto de recortes de 2012.

Una nueva Formación Profesional y financiar la educación con el 5% del PIB sólo puede ser elogiable.

¿Que no se han consultado estos cambios proyectados? Queda el próximo Curso para discutir y dialogar. ¿Que se hará a marchas forzadas? Es que los cambios son urgentes. Un poco de calma, reflexionemos si todo esto es importante. Ya llegará el tiempo de valorar y decidir.

Julián Arroyo Pomeda



viernes, 13 de julio de 2018

La maraña del juez Pablo Llarena


[El juez Llarena; www.elperiodico.com]
L
os campanarios de España están tocando a rebato, porque el tribunal alemán sólo acepta el delito de malversación y no el de rebelión en el caso de Puigdemont. Rasgarse las vestiduras ahora, cuando ya Bélgica estableció en diciembre de 2017 que no cabía tal delito de rebelión, parece no querer ver la realidad.
[www.viajejet.com]
Por otra parte, la amenaza de suspender Schengen es un disparate, después de haber acordado el reconocimiento mutuo entre los Estados miembros de la Unión Europea. ¿No quedaron en aceptar la cooperación entre jueces y fiscales? Pero es que la malversación es igualmente discutible, luego que Montoro, ministro de Hacienda con Rajoy, declaró que los fondos públicos estaban controlados en Catalunya. Personalidades del PP quieren ahora que el Gobierno suspenda este espacio por la dignidad y el debido respeto a España, a la que han asestado un golpe muy duro. Tildan de humillación intolerable, por parte de un tribunal regional alemán, Scheleswig-Holstein. No aceptan los magistrados que se perturbara el orden público, ni el grado de violencia que implica la rebelión armada.
[www.elconfidencial.com]
La estrategia del juez Llarena con todo lo que implica cae por los suelos. Además, el sistema judicial español y la elección de los jueces resulta muy discutible. El mismo Llarena alcanzó el Supremo elegido por una mayoría conservadora (presidió la APM), cuyo nombramiento se hizo a dedo. Hablemos claro, que demasiado tiempo llevan tomándolos por tontos.
Lo cierto es que se están produciendo grandes disfunciones, pero esto era previsible por la marcha de los acontecimientos, aunque hay demasiada hipocresía. Los truenos y relámpagos de Casado todavía se entienden, ya que está en campaña electoral. Los de González Pons, ya menos. Y Girauta, proclamando un espacio de "impunidad europeo", en absoluto.
En fin, los equilibrios y contrapesos son siempre necesarios. Habría que preguntar de dónde procede todo esto. Pues de haber judicializado un problema que era político. Así que, aunque se normalizara con el tiempo la cuestión por acuerdos políticos, los jueces podrían seguir con su proceso jurídico. Ahora se quejan los mismos que antes lo decidieron así. Vivir para ver.
Julián Arroyo Pomeda